Los Makers y la producción ubicua

Lo que imaginábamos del futuro fue superado por la realidad; son tantas las novedades que ya pocas nos sorprenden. Internet y lo que la comunicación instantánea generó, tuvo un efecto masivo en el aumento de la competitividad global, lo que antes era privilegio de los pocos que tenían acceso a los medios, ahora es posible para cualquiera que tenga la información y el interés.

El compartir

La conexión de las personas aumenta la posibilidad de compartir. Grandes empresas simplemente quedaron desfasadas ante el cambio tan radical sin entenderlo a cabalidad; ya no hay misterios. La información está disponible para el que la necesite. Hoy una empresa nace en un garaje y a la vuelta de dos años es una multinacional.

Mi generación pasó del mimeógrafo a la fotocopiadora, de esta al fax y de la máquina de escribir eléctrica al computador. Desde aquellos armatostes en los que titilaban unas letras verdes, a las redes sociales y las teleconferencias. Pero para varios de nosotros el momento mágico se llamó FAX. Algo que yo pintaba o escribía sobre un papel, se enviaba por una línea de teléfono y una réplica exacta salia en el mismo momento en otro lugar. El fax era el equivalente a la máquina de teletransporte de la serie de TV Viaje a las Estrellas, pionera también de los celulares. Es un ejemplo de lo que se llama tecnología disruptiva: aquella que rompe con la manera de hacer las cosas. Enviar un mensaje por medios digitales, después del fax ya no fue mágico, si bien fue bastante más práctico.

Las siguientes y poderosas sorpresas que nos da esta tecnología de la comunicación, si bien fueron sorprendentes, hasta ahora no habían superado en quien esto escribe la sensación de magia que el dispositivo representó. Hasta la tecnología del CNC:¹ el fax del siglo XXI es un dispositivo que «imprime» cualquier cosa que yo pueda crear o diseñar desde mi computador, con cualquier grado de sofisticación.

Una impresora 3D lo elabora, o un rayo láser o sistema de corte lo talla o corta sobre una lámina de derivados de la madera, acrílicos o metales. Cualquier máquina de producir puede ser conectada a un programa de computador que le dicta comandos. Estos pueden llegar por Internet. Procesos que eran complicadisimos o reservados a eximios artesanos, de repente, están al alcance de un mouse de computador. Más electrizante: gran cantidad de productos sofisticados que se importaban, llegan por este fax del siglo XXI para ser reproducidos en un garaje.

La tecnología CNC y el futuro

La tecnología CNC ya pasa de los 15 años, pero solo recientemente se ha popularizado por la baja en los precios de las máquinas que los producen, que además se pueden reproducir a sí mismas: los modelos de las piezas a realizar están disponibles en Internet, de modo que basta hacer la estructura y conectar los circuitos. Ello ha generado empresas locales que hacen y venden las máquinas, debidamente perfeccionadas y adaptadas para diversos usos, por precios muy favorables.

Y el sustrato que genera el modelo no es únicamente, como hasta hace poco, un material plástico con regular terminado. Existen máquinas que modelan con arcilla, metales durísimos que se funden con tecnología láser (la pieza desarrollada es funcional) y existe gente que está haciendo... ¡comida!

Recientemente un modelo de una sencilla llave de tuerca fue enviada a la estación espacial internacional. Mejor que una caja de herramientas una prototipadora en el espacio. El tamaño tampoco parece ser un problema, ya existen en la China máquinas para hacer casas y, recientemente, un entusiasta hizo completa la carrocería de un carro.

Pero el asunto no se queda en piezas útiles o decorativas. Existe también la disponibilidad y el interés por la electrónica de código abierto como Arduino y Raspberry Pi. Esto implica que una persona con conocimientos de programación puede hacer cualquier artefacto, desde robots hasta dispositivos complejos. Varios colegios ya están enseñando a los niños a programar, y existen en Youtube innumerables canales que te enseñan a hacerlo.

El surgimiento de espacios de co-creación y aprendizaje mutuo, los llamados «Makers Space» —lugares donde la gente se encuentra para «hacer» ya no solos sino con otros, a través de estas tecnologías mezcladas con las herramientas tradicionales—, prometen disparar el fenómeno. De sus resultados surgirán las empresas del futuro con calidad mundial.

Para quienes no trabajamos con formas plásticas y no le entramos a los códigos, ha sido una verdadera bendición las máquinas de corte. Estas funcionan sobre cualquier material. El corte con fresado (router) ha sido la solución perfecta en términos de precisión para el montaje, pero también por permitir formas muy complejas, hasta entonces inviables o súper costosas y dispendiosas. Se pueden hacer productos formalmente muy sofisticados a un costo más que razonable. El resultado ha disparado las empresas de diseñadores autoproductores y entusiastas, antes desplazados por la ineficiencia de los procesos tradicionales, artesanales o precarios.

Los cortes o máquina pueden hacerse casi en cualquier material disponible que venga semi-procesado, es decir, en láminas o medidas padronizadas en el mercado (esto incluye metales, maderas, plásticos, telas, papel, etc.).

La tecnología láser: es excelente para materiales delgados o delicados, como telas y papel. Ello beneficia directamente a los creadores de moda que, por cierto, gracias a la tecnología digital ya pueden imprimir la tela con patrones personalizados propios, lo que también hacen en muchos otros materiales que después se pueden cortar en otra de las máquinas mencionadas. Para el servicio rudo en láminas metálicas gruesas, se corta con sistema plasma o agua a presión. Las láminas de acrílico y derivados de la madera como el MDF tienen mesas de ruteo que en máquinas más sofisticadas trabajan no solo cortando (ejes x-y) sino tallando (ejes x-y-z).

Exportar producto como servicio

Pero lo más impactante, es sin duda, el «efecto fax»: si se envía su diseño, estos productos se pueden reproducir en cualquier lugar del planeta que tenga, la cada vez más común tecnologia para hacerlo. Esto quiere decir que es muy probable que la mercancía que hoy se transporta en contenedores, mañana será un servicio que se manda en bits. Es sin duda el fenómeno más radical y disruptivo desde la revolución industrial y va a cambiar los parámetros del diseño, la producción y el comercio en el mundo.

¿Que tal mostrarlo?

El logo que inicia esta nota es un señuelo para quien se quiera sumar a una idea sugestiva. Hacer diversos eventos en el mundo, comenzando en Latinoamerica con la filosofia «fax» Empezaremos en Bogotá² y con la indulgencia de los editores de FOROALFA, soltamos la carnada para ver cómo lo hacemos florecer en toda latinoamerica. Una exposición que llega en bits. ¿No es una linda idea?

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