¿Cuál es el problema detrás del pedido del cliente?

El diseñador debe comprender el problema detrás del pedido del cliente, para poder presentarle una propuesta técnica y económica acorde al nivel profesional que desea proyectar.

Fernando Del Vecchio, autor AutorFernando Del Vecchio Seguidores: 825

Muchos clientes solicitan los servicios de un diseñador únicamente para indicarle «cómo debe ser realizado el trabajo». Esto significa que el cliente conoce la solución a su problema, ubicando al diseñador en una posición de traductor de su solución, o de «operador de diseño».  Es posible que ese cliente comprenda el problema, pero también puede que no. Y allí es donde el diseñador puede agrega valor, si realmente cree que puede hacerlo y tiene las herramientas para hacerlo.

Una de esas herramientas es la comprensión del problema del cliente. Todo pedido conlleva un problema, y ese problema no es la demanda explícita del pedido. Esa sería la solución propuesta por el cliente. Cuando el diseñador recibe el pedido de un cliente y responde a la demanda explícita, sin evaluar qué significa ese pedido y qué problema existe detrás de ese pedido, se ubica claramente en una posición de operador de diseño, incluso si eso fuera justamente lo que desea evitar.

Para comprender el problema detrás del pedido podemos modificar la pregunta que realiza el cliente, y de esa forma presentar como respuesta una propuesta técnica y económica acorde al nivel profesional que deseamos ofrecer. 

Pablo y Soledad, —diseñadores gráficos que se han unido para conformar un estudio de diseño, también protagonistas de mi artículo «Mis clientes no me valoran, ¿qué puedo hacer?»— describen el problema del valor percibido por el cliente y comienzan a desarrollar una actitud diferente ante la incertidumbre que significa la gestión de su emprendimiento.

  • Soledad: El otro día, apenas salimos de nuestra primera reunión1, me quedé pensando en algo que dijiste sobre los problemas…

  • Fernando Del Vecchio: ¿A ver…?

  • S: Dijiste algo así como que «los problemas no son reales u objetivos». ¿Puede ser?

  • FDV: Dije que no existe algo así como un problema «real u objetivo», ya que lo que ustedes evalúan como un problema, otra persona ni siquiera lo considera como tal.

  • Pablo: Estuvo toda la semana con eso; ya me tenía un poco cansado con: «esto es un problema y esto no, de acuerdo a lo que dijo Fernando». (risas)

  • S: Es que necesito entenderlo bien, antes de tomar decisiones que puedan comprometernos en formas que todavía no comprendemos totalmente.

  • FDV: Muchas veces reaccionamos frente a situaciones que no son un problema, solo para generarnos frustración por la imposibilidad de cambiar las cosas. Esto sucede en todos los órdenes de la vida. Pero volviendo al tema del estudio y a la identificación de los problemas, lo que dije el otro día se refería a una frase de Fred Kofman:

    «Los problemas son interpretaciones de un observador que opina que las circunstancias no son las apropiadas para satisfacer sus intereses. Llamar “problema” a algo es revelar la insatisfacción que uno siente con la situación».
  • S: ¿Quién dijo eso?

  • FDV: Fred Kofman. Es el autor de un libro muy interesante que se llama «Metamanagement»2.

  • P: Nunca lo leeré. (risas)

  • FDV: Ni hace falta que lo hagas. No te preocupes porque no es tarea para el hogar. Yo puedo contarte qué dice, y —de paso— recomendarte leer éste y otros libros y artículos. «Metamanagement» es un libro en tres tomos.

  • S: ¡Buenísimo! ¡Ya tengo algo para hacer en mis próximas vacaciones!

  • FDV: No hay problema, te puedes burlar tranquila… Bueno, volviendo al tema, otra cosa importante que menciona Kofman es que:

    «Un problema es siempre un juicio hecho por una persona, sobre la existencia de una brecha entre lo que quiere y lo que experimenta. Es por eso que los problemas nunca son externos o independientes de la persona para quien constituyen problemas».
  • S: ¿Por eso lo que yo considero un problema, puede no serlo para otra persona?

  • FDV: Exactamente. Es más, lo que para ti puede ser un problema, puede no serlo para otro diseñador gráfico, trabajando en condiciones similares a las tuyas.

  • S: Me doy cuenta. Al día siguiente de nuestra reunión anterior, estuve hablando con una ex-compañera de la universidad. Me llamó para preguntarme el precio de un servicio que le pidieron y terminamos conversando sobre ese tema del valor y el precio de nuestro servicio.

  • FDV: ¿Y?

  • S: Y terminamos hablando sobre lo mismo que estuvimos conversando contigo en nuestra anterior reunión1: la falta de una asociación que nos defienda frente a la falta de valoración de nuestro trabajo.

  • FDV: ¿Y entonces?

  • S: Hablando con ella me di cuenta de que estábamos hablando de algo que no tiene solución desde nuestra posición. A ver cómo te lo puedo explicar… me dio la sensación de que nuestra charla era una pérdida de tiempo. La idea es encontrar la forma de presentarle al cliente una propuesta, de forma tal que la valore y acepte el precio que le estamos presentando.

  • FDV: Exactamente. 

Si no tenemos algún grado de poder, autoridad e influencia para intervenir sobre aquello que consideramos un problema, entonces no se trata de un problema sino de una circunstancia desagradable de la realidad.

  • S: Desde la definición del problema, la brecha sería: la conducta esperada es «el cliente acepta la propuesta y el precio de la misma»; la conducta real es: «el cliente no acepta la propuesta o intenta regatear el precio». Puedo pensar entonces que el problema tiene relación con el valor percibido por el cliente.

  • FDV: Cuando el cliente intenta regatear el precio, ustedes lo interpretan como una falta de valoración del trabajo.

  • P: Sí, totalmente.

  • FDV: Entonces, habiendo definido la brecha desde esa situación, ¿podemos ahora definir cuál es el problema?

  • P: Creo que el problema tiene que ver, como lo conversamos la reunión pasada, con el valor del trabajo desde la percepción del cliente.

  • FDV: Es una forma de verlo.

  • P: El problema es «el precio es mayor al valor percibido por el cliente».

  • FDV: ¿Entonces?

  • P: Entonces, debemos trabajar para que no haya ningún problema en esa dimensión de la propuesta, porque si el precio es mayor al valor percibido, entonces nuestra propuesta es cara.

  • FDV: O sea, cerrar la brecha: el cliente valora la propuesta y acepta el precio de la misma.

  • S: Si. ¿Y cómo lo hacemos?

  • FDV: Trabajando sobre la percepción de valor de la propuesta, presentándola como una solución a un problema —por ejemplo, un problema de comunicación— desde la perspectiva del cliente.

  • S: Eso significa que si un cliente nos pide un presupuesto para hacer un logo…

  • FDV: No deberían enviarle un presupuesto por hacer el logo. Primero deberían comprender cuál es el problema que subyace al pedido del logo.

  • S: No entiendo.

  • FDV: Miren, esto es básico: por lo general tratamos —y acá también me incluyo— de responder a las preguntas de la forma como se nos presentan. Es decir, casi nunca —salvo excepciones— intentamos modificar la pregunta que nos han hecho para encontrar el problema que subyace a la pregunta.

  • S: Me estás mareando. ¿Podemos ir directamente al problema del logo?

  • FDV: Me refiero a que el modo de postular la pregunta limita la respuesta, y si no somos conscientes de que modificando la pregunta podemos encontrar el problema, entonces siempre estaremos respondiendo a los pedidos de los clientes en lugar de estar respondiendo a los problemas de los clientes.

  • S: No entendí nada. ¿Respondiendo a los pedidos de los clientes en lugar de responder a sus problemas?

  • P: Yo sí. ¿Se trata entonces de cambiar la pregunta?

  • FDV: Sí. El cliente trae lo que para nosotros pude ser un problema, que puede ser —en este caso— que necesita un logo nuevo para su empresa, o para hacer nuevas tarjetas de presentación.

  • S: ¿Y cuál es el problema si respondemos a ese pedido?

  • P: A lo que se refiere Fernando es a que no estamos escuchando el problema del cliente.

  • S: El problema es el logo.

  • P: ¿Te puedes concentrar un poco en la conversación? Estamos hablando de cambiar la pregunta del cliente para poder responder a su problema. ¡El problema no es el logo!

  • S: No hace falta que eleves el tono de voz.

Muchos clientes solicitan los servicios de un diseñador, únicamente para indicarle «cómo debe ser realizado el trabajo». Esto significa que el cliente conoce la solución a su problema, ubicando al diseñador es una posición de traductor de su solución al lenguaje gráfico, o de «operador de diseño».

  • FDV: Miren, para ponerme nuevamente pesado citando un libro…

  • S: ¿Otro más? ¿Cuántos más? ¡Por favor!

  • FDV: Te repito: no hace falta que lo leas, sólo que atiendas a lo que te digo y trates de entenderlo, desde tu posición de director de tu estudio de diseño.

  • S: Bueno, a ver, ¿de quién nos vas a hablar ahora?

  • FDV: De Guy Kawasaki, quien plantea…

  • P: Sí, lo conozco.

  • S: ¡Qué bien, ya son dos que lo conocen!

  • FDV: En Reglas para revolucionarios3 hay un pasaje que dice exactamente lo que les he dicho antes:

    «El modo de postular la pregunta limita la respuesta. […] Casi nunca modificamos espontáneamente la formulación de un problema presentado de manera clara y completa». Esto se denomina «efecto postulador porque la gente intenta resolver el problema tal como se presenta».
  • S: ¿Y cuál es la enseñanza?

  • FDV: La enseñanza es que, cambiando la pregunta, cambiamos la respuesta.

  • S: Sí, es obvio…

  • FDV: Bien, entonces ahora me podrás decir cómo cambiar la pregunta al pedido del cliente que solicita un logo.

  • S: No sé, para eso estamos conversando contigo, para que nos la digas.

  • FDV: Si yo cambio la pregunta, entonces estaré evaluando las posibilidades de problemas a resolver desde mi punto de vista, y aquí el único que importa es el de ustedes, como proveedores de soluciones de comunicación visual.

  • S: Nosotros vendemos diseño. ¿Qué es eso de soluciones de comunicación visual?

  • FDV: Ah, me olvidaba que —como estudiaste diseño— lo único que estás capacitada para «vender» es eso: diseño. 

Los diseñadores gráficos no venden diseño, porque los clientes no compran diseño. Cuando un cliente nos presenta un pedido, podemos interpretar que desea una solución a un problema de comunicación. Esa solución no es diseño, sino una pieza de comunicación (el diseño es la «tecnología» para lograr la solución, en forma de producto).

  • P: Soledad, hoy estás un poco… distraída, para no utilizar un término un poco más agresivo.

  • FDV: Volviendo al tema… cambiar la pregunta habilita a la comprensión del problema, desde el punto de vista del cliente. El problema, como ya hemos tratado, es una brecha entre una conducta esperada y una real. Entonces, tratemos de descubrir cuál es problema del cliente, para proponer la mejor forma de cruzar el río.

  • S: ¿Y ahora de qué estás hablando?

  • FDV: Cito a Ronald Shakespear. En una nota4 que leí, dice: «muchas veces me piden un bote, pero lo que necesitan es cruzar un río». Seguramente lo han leído…

  • S: No.

  • P: Sí, claro.

  • FDV: De eso se trata, de encontrar qué necesita el cliente, a pesar de su expreso pedido.

  • P: Entiendo.

  • S: ¿Y cómo lo hacemos?

  • FDV: Conversando con él. Ustedes sabrán (o deberían saber) qué tipo de preguntas tienen que hacerle. Finalmente, podrían presentarle una propuesta que indique: qué entendieron acerca de su pedido, qué es lo que van a hacer, cómo lo van a hacer, cuándo le va a entregar los adelantos o avances del trabajo para su aprobación, cuándo van a entregarle el trabajo terminado, cuál es el precio del trabajo y cómo lo va a pagar. Es decir, una propuesta técnica y una propuesta económica. Nada más. 

La propuesta de servicios es mucho más que una simple línea que indique el precio del trabajo. Esa propuesta debe definir claramente que la solución propuesta es la respuesta a un problema que hemos comprendido (o que, al menos, nos hemos preocupado por comprender). La propuesta de servicios es la argumentación profesional que separa al diseñador profesional del que no lo es. La propuesta económica es el precio que traduce el servicio en términos de dinero.

  • S: ¿Nada más? Todo eso nos va a llevar mucho tiempo. Eso implica reunirnos con el cliente, conversar con él, hacer la propuesta… son muchas horas de trabajo inútil, si no obtenemos el trabajo.

  • FDV: Claro, necesitas la certeza de conseguir cada pedido de cliente recibido.

  • S: Obviamente que sí.

  • FDV: Y eso es lo que has intentado todo este tiempo, ¿no es cierto? Aunque esto signifique bajar tus expectativas de ingresos por el constante regateo de los clientes. Porque cuando afortunadamente «cae», o llega un pedido de trabajo, no hay que dejarlo ir, porque no podemos dejarlo escapar de nuestras redes… como no salimos a buscar clientes… ¿Es así?

  • S: …

  • FDV: Todo este trabajo se orienta a desarrollar en ustedes algunas habilidades de gestión, entre las que se cuenta la administración de la incertidumbre. Administrar esa incertidumbre significa soportar algunas ideas que quizás hoy no puedan tolerar.

  • S: ¿Cómo cuáles?

  • FDV: Como la idea de rechazar trabajar para ciertos clientes, bajo ciertas condiciones.  

  • S: Pero haciendo todo ese trabajo extra, y me disculpo, porque no quise decir que fuera un trabajo inútil el tema de las reuniones y demás, ¿crees que vamos a conseguir los clientes que necesitamos?

  • FDV: No es seguro, pero es altamente probable. Por lo menos en comparación con otros estudios en las condiciones en las que se encuentran hoy ustedes. Es decir, en relación a sus competidores actuales. Ustedes consideran que ese trabajo es «extra» únicamente porque nunca lo han hecho. Ese trabajo extra forma parte de las actividades normales de cualquier emprendimiento, estudio, comercio. Como le quieran llamar.

  • P: Nunca me dijeron que iba a tener que hacer todo eso para lograr obtener un cliente.

  • FDV: ¡Qué lástima! Te hubieras ahorrado una gran cantidad de enojos y broncas. 

  • S: Es cierto.

  • FDV: Bueno, en definitiva, ustedes tienen que decidir si van a seguir lamentándose por su situación, o si van a comenzar a pensar la profesión desde algún otro lugar, muy diferente a la ilusión que tienen sobre ella.

  • S: Sí, bueno… en parte estamos acá para eso.

  • FDV: Creo que ustedes se dan cuenta de lo qué deben comenzar a hacer; ahora tienen que empezar a aceptar que lo que deben hacer, quizás, sea un poco incómodo en esta primera etapa, ya que se trata de aprender otras cosas, y atender a los aspectos de la profesión que antes consideraban como «desagradables». ¿Es así?

  • P: ¡Sí!

  • FDV: Bien, me alegro que vayan aflorando los modelos mentales. ¿Seguimos adelante entonces?

  • P: Por supuesto, no te vas a librar tan fácil de nosotros. (risas)

  • S: Ya me quiero ir.

  • FDV: Muy bien. Entonces comiencen a escuchar los pedidos de los clientes con una actitud diferente. Traten de descubrir qué quiere, detrás del pedido del logo. El logo es su propuesta, su respuesta a un problema que desconocemos.

  • P: Pero antes de irnos: ¿podemos resumir lo que conversamos?

  • FDV: Claro. Entender el problema que plantea el cliente, a partir del pedido que nos realiza, implica —en muchos casos— no responder específicamente a su pedido. Tener una entrevista con el cliente que nos solicita un presupuesto, para comprender qué hay detrás de su expreso pedido, nos habilita a presentarle una propuesta técnica y económica que contemple dos aspectos que nos importan: el trabajo en sí y la recompensa esperada por el trabajo (expectativa de ingresos).

  • S: ¿En algún momento vamos a tratar el tema de cómo conseguir nuevos clientes?

  • FDV: Claro que sí, pero tendremos que trabajar esa inquietud de la forma como estamos planteando este tema de la valoración del trabajo.

  • S: ¿Cambiando la pregunta? ¿No podemos empezar por responder la pregunta, así de simple, como te la estoy haciendo?

  • FDV: ¿Cómo te fue con las recomendaciones de tus colegas a esa pregunta de cómo conseguir clientes?

  • S: Ni me hables.

  • P: (risas)

  • FDV: ¿Hace falta que te diga algo más? Creo que no. Nos vemos la próxima.

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  1. Ver artículo: «Mis clientes no me valoran, ¿qué puedo hacer?».
  2. Kofman, F. (2001). Metamanagement. La nueva con-ciencia de los negocios. Tomo I. Principios. Buenos Aires: Ediciones Granica S. A.
  3. Kawasaki, G. (2001). Reglas para revolucionarios. Barcelona: Ediciones Martínez Roca S.A.
  4. Hervas, X. (2007). Entrevista a Ronald Shakespear. Recuperada el 23 de octubre de 2009, del sitio Diseño Iberoamericano.
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Este artículo no expresa la opinión de los editores y responsables de FOROALFA, quienes no asumen responsabilidad alguna por su autoría y naturaleza. Para reproducirlo, salvo que estuviera expresamente indicado, por favor solicitar autorización al autor. Dada la gratuidad de este sitio y la condición hiper-textual del medio, agradeceremos evitar la reproducción total en otros sitios Web. Publicado el 27/04/2012

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Retrato de Rodrigo Jimenez
0
Abr. 2012

Me encanta la parte de «Los diseñadores gráficos no venden diseño, por que los clientes no compran diseño». Definitivamente si queremos clientes leales debemos ayudarles analizando y comprendiendo lo que quieren lograr no solo hacer lo que nos piden.

1
Retrato de Joaquín Eduardo Sánchez Mercado
566
Abr. 2012

Se supone que sí vendemos diseño, ¿o que vas a ofrecer entonces, pepitas? me parece que es errada esta frase. Vender diseño gráfico es vender soluciones a problemas de comunicación gráfica que el cliente requiera, lo que no debemos ser es diseñadores tomapedidos. Lo primero es saber que pide el cliente y definir cuales son sus necesides reales, y cuales son las verdaderas soluciones que le ayudarán más a tu cliente, gastando quizá menos o eligiendo el medio adecuado, el mensaje adecuado, etc. El cliente llega buscando algo y puede salir comprando mucho más de lo que pedía y mucho más contento.

0
Retrato de Daniel Bericua
1
Daniel Bericua
Abr. 2012

Joaquin:

Los clientes no compran diseño, ellos necesitan soluciones integrales a sus problemas de comunicacion y generalmente el diseño es solo una pequeña parte.

Hay otras como estrategia; creatividad; redacción, edición y corrección de textos; fotografia; planificación; gestion general de proyecto; implementación y demás etcs, que forman parte de los problemas a resolver que el cliente no sabe, puede o quiere hacerlo.

Entonces hay que ofrecer «soluciones de comunicación» y sobre todo romper la grilla mental en la que estamos atrapados,hacer negocios y llevar nuestra empresa adelante.

0
Retrato de Demian Domenech
1
Abr. 2012

Claro... me parece que el diseño es algo que el diseñador percibe, el producto final carga con toda esa información para que el público lo tome de forma inconsciente.

0
Retrato de Joaquín Eduardo Sánchez Mercado
566
Abr. 2012

Daniel: es cierto, no todo es diseño, pero en ese caso no llaman a un diseñador, llaman a un publicista, comunicólogo, mercadólogo u otros según el caso. El diseñador no puede resolver todo eso, es como si un médico pudiera hacer por sí solo una operación a corazón abierto. Muchas veces el diseñador es sólo una parte del proceso de comunicación o publicidad. De todos modos el diseñador si resuelve problemas pero solo de manera gráfica, lo demás pertenece a otros campos. Si necesitas un redactor, ilustrador, fotógrafo, o a lo mejor hacer una encuesta o investigación de mercado, se contrata.

0
Retrato de Daniel Bericua
1
Daniel Bericua
Abr. 2012

Joaquin:

Es verdad que un diseñador no puede resolver ni abarcar todos esos problemas, pero esta en uno liderar o no ese proceso.

Hay que dejar a un lado el ego, la soberbia y la pedanteria, arremangarse y trabajar en equipo.

Si los desafios que nos plantean los clientes nos excenden, y no podemos asumir el liderazgo para resolverlos en forma colaborativa, otro se encargará de hacerlo, y el diseñador quedará relegado a chofer de mousse, un rol muy tranquilo en el que no se corren riesgos.

0
Retrato de Luis Jaime Lara Perea
30
Abr. 2012

Coincido con Fernando, nosotros no vendemos diseño, vendemos soluciones. Si dejáramos de llamarle «diseño» al «producto de diseño» los clientes entenderían que somos estrategas y no dibujantes. «Mira qué bonito mi diseño», «tengo otro diseño», ¿cuál diseño prefieres?», etc.

La mayoría vende dibujos, letras, colores y composición cuando lo importante y valioso está en el concepto y la solución.

Insistir en que vendemos diseño es como decir que los médicos venden medicina, ya que para ello están las farmacias.

0
Retrato de Joaquín Eduardo Sánchez Mercado
566
Abr. 2012

Con el respeto que me merecen, no que hacen en diseño, mejor vayanse de empresarios, de vendedores, publicistas o mercadólogos, porque el diseño gráfico son tres cosas básicas, el mensaje, la tipografía y la imagen. Si no querían hacer o gestionar dibujos gráficos, fotografías, formatos de texto, transmitir mensajes por cualquier medio gráfico, quizá debieron estudiar otra cosa. El concepto sin el mensaje, imágenes, dibujos, letras, etc., no es diseño gráfico. Cuando presentas un plan de diseño, es que ya llegaste al punto de aportar soluciones gráficas. Ahí en esos «dibujitos» se resume todo.

0
Retrato de Fernando Weissmann
69
Abr. 2012

Totalmente de acuerdo!

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Retrato de Jorge Gustavo Vega Rojas
0
Abr. 2012

la pregunta e aquí: ¿como hacer que le cliente comprenda que el dibujo realmente conlleva aspectos tan diversos como, psicología, mercadotecnia, física, costumbres, usos, costos, producción, comercialización etc., como hacer ver que ese«dibujo» es el resultado de la convergencia de experiencias, observacion, exploracion, e investigación enfocada en su producto?...

0
Retrato de Luis Jaime Lara Perea
30
Abr. 2012

Hola Jorge, eso debe ir en los argumentos que presentemos. Para lo cual hay que tener la preparación en lo que mencionas (psicología, mercadotecnia, etc.) y el uso de un vocabulario menos informal. Los clientes en su mayoría, te hablo de mi experiencia, comprenden con relativa facilidad y valoran los beneficios del diseño.

1
Retrato de Daniel Bericua
1
Daniel Bericua
Abr. 2012

Jorge: En mi experiencia, el principal argumento que les interesa a los clientes es: los beneficios que le puede brindar un mejor diseño.

0
Retrato de Joaquín Eduardo Sánchez Mercado
566
Abr. 2012

Donde empiezan los cuentos del diseño es en querer complicarlo todo, decir que somos grandes diseñadores porque no nos limitamos a hacer «simples dibujitos». Es cierto que nuestro trabajo no se limita sólo a eso de los dibujitos, pero tanto así como que al cliente le va a ir muy mal si no sigue nuestros sabios consejos, que tu diseño va a ser malo porque no hiciste una gran labor de investigación, que la semiótica, que la gestalt, la retórica, el marketing, que la psicología, me parece muy exagerado, aunque sirve para contarle al cliente el cuento de como casi le estamos salvando la vida.

0
Retrato de Jorge Gustavo Vega Rojas
0
Abr. 2012

pero para que entonces tanta preparación en las escuelas, en mi caso todos mis profesores remarcan esas etapas de investigación, ahora la cuestión es, si de antemano tenemos toda esa preparación, por que no usarla como punta de lanza para vendernos y diferenciarnos de los demás y abundar en las capacidades que cada uno de nosotros poseemos? que acaso la escuela no cuenta como experiencia?

0
Retrato de Joaquín Eduardo Sánchez Mercado
566
Abr. 2012

Claro que la investigación es necesaria pero no en todos los casos se requiere llevar a cabo una gran investigación, muchas veces el cliente ya aportó suficiente información, o ya la conoces de tiempo atrás porque tus clientes están dentro de la misma linea, o es un cliente con el que ya llevas varios años trabajando y pocas cosas hay nuevas. También por el tipo de trabajo, para un libro, por ejemplo, no tienes mucho que investigar, quizá para la portada solamente, o tampoco para un Cartel anunciando el concierto de Pácido Domingo en Bellas Artes, máxime si ya te dan las fotos y los datos.

0
Retrato de Esteban Manzioni
0
Esteban Manzioni
Abr. 2012

Si el Diseño fuera sólo la trilogía que aquí se nombró (mensaje, tipografía e imagen), dónde queda el problema del cliente? Visto así no sólo somos choferes de mouse, somos artistas...cosa que no somos.

0
Retrato de Joaquín Eduardo Sánchez Mercado
566
Abr. 2012

Tu no lo serás, quizá por ser diseñador industrial, pero no hables por todos. Y que pregunta tan ingenua, las tres áreas principales, el mensaje, la tipografía, y la imagen, tienen la finalidad de resolver la problemática del cliente. El diseño gráfico es un arte utilitario, no una ciencia. Las soluciones de diseño, no son soluciones científicas. Las soluciones son necesariamente gráficas, porque eso somos, y para eso estamos. Toda planeación, investigación, marketing, retórica, semiótica, gestalt, etc., tienen que aterrizar necesarimente en estas tres áreas. Si no, no es diseño gráfico.

0
Retrato de Daniel Bericua
1
Daniel Bericua
May. 2012

El significado de las palabras va mutando con el tiempo y adquiriendo nuevos connotaciones y seguramente decir «diseño grafico» en 1970 no representa lo mismo que en la actualidad.

La problematica de los clientes de hoy, excede largamente el modelo de diseño de la Ulm.

Aparecieron nuevas tecnologias, usos y costumbres, y por mucho esfuerzo que cueste hay que adaptarse al cambio o quedar fuera del juego.

Independientemente de esto, cada DG/empresa tiene un ADN mental que guia su labor diaria, y va en cada uno saber responder a las nuevas demandas y requerimientos de los clientes.

0
Retrato de Joaquín Eduardo Sánchez Mercado
566
May. 2012

Muchas cosas cambian con el tiempo, es indudable. Cambian los procesos, las técnicas, la tecnología, los métodos, pero los principios permanecen. Lo gráfico no va a dejar de ser gráfico nunca. Las 3 áreas básicas: el mensaje la tipografía y la imagen, seguirán siendo básicas. Los principios como repetición, armonía, contraste, predominio, etc. seguirá también sin mucho cambio.

0
Retrato de Juan Carlos Rangel
5
Oct. 2012

A mi parecer, el cliente si compra diseño, ya sea bueno o no, aunque sirva o no, aunque guste o no. Toda solución, toda estrategia, toda creatividad, al final de todo, cada mensaje que hacemos simplemente se reduce a imagen (color, estructura, composición, balance, etc.) y letra (texto, mensaje, etc).

Todo es diseño.

0
Retrato de Ivan Abbadie
46
Sept. 2014

el valor del diseño es incuestionable.

0
Responder
Retrato de Fernando Weissmann
69
Abr. 2012

Cuando el Cliente viene con su necesidad, lo que busca es eso. Alguien que se lo traduzca, «se lo dibuje». Podemos embalarla y adornarla con todos nuestros conocimientos y bibliografía. Al cliente poco le interesará. Diferente es el tema cuando el producto sale de tu cabeza y buscas quién lo financie. Ahi, si es necesaria una introducción, una estadística, un análisis de franjas de mercado. Una justificación. Esa es la diferencia. El ser «operador» del diseño no nos quita méritos. Es una muy buena parte de nuestra FUNCIÓN PROFESIONAL, de la que yo, particularmente, me sieto orgulloso!.

0
Retrato de Luis Jaime Lara Perea
30
Abr. 2012

Discúlpame Fernando, pero me niego a ser un «chofer de mouse» y satisfacer al cliente al hacerle creer que ha resuelto su necesidad. Y lo digo por que existe una ética profesional que actúa de igual manera en otras profesiones. ¿Alguna vez has encontrado un médico que te escribe en la receta el medicamento, la dosis y el tiempo que tú decides sólo porque tú eres el cliente? Actuar así es irresponsable ya que dejamos al cliente que responda por sus decisiones. Y yo también hago producción gráfica, no la critico.

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Retrato de Fernando Weissmann
69
Abr. 2012

Adjetivar mi opinión como irresponsable, es algo que no me gusta. Creo que no haz entendido el comentario. Veo porqué tienes sólo un seguidor. Saludos

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Retrato de Joaquín Eduardo Sánchez Mercado
566
Abr. 2012

Sí se dan esos casos, muchas veces el médico sólo confirma que el medicamento que te estabas automedicando si es el adecuado, sólo habría que administrar las dósis y la periodicidad adecuada. O confirmar que la bola que tienes en la garganta si es un cáncer y debe operarse de inmediato. El diseñador no tiene que cuestionar todo lo que el cliente desea, porque muchas veces está en lo correcto, sólo necesita un profesional que lo realice. Si tu sabes que tu nariz es muy grande y deseas hacerte una cirujía estética, recurres al médico, quien no dirá mejor opérece la boca si esta es agradable.

0
Retrato de Manolo Goulart
3
Abr. 2012

Creo que los buenos profesionales ponen siempre su valor agregado a cada trabajo, no solo en lo gráfico, también en lo teórico.

Cuando nuestro trabajo cumple con los requerimientos básicos del cliente, pero además le hacemos ver que no solo entendimos su «problema», lo resolvimos de forma creativa, en tiempo, y con argumentos sólidos de por qué si y por qué no, no tenemos motivos para sentirnos mal porque el cliente entiende y sabe lo que quiere.

Mi mecánico se pone contento cuando llevo el auto y los repuestos para cambiar, yo confío en él porque lo hace en tiempo y forma ...

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Retrato de Joaquín Eduardo Sánchez Mercado
566
Abr. 2012

De acuerdo, todo cuenta y es parte de un servicio integral.

0
Retrato de Esteban Manzioni
0
Esteban Manzioni
Abr. 2012

Creo que lo que se trata es de elevar la vara de calidad de la profesión hacia arriba y no hacia abajo. Se puede no estar de acuerdo y menospreciar como embalaje o adorno a todo lo que los diseñadores hacemos puertas adentro o la de dar valor a todo esto y utilizarlo como argumento de venta de nuestros servicios. Cada uno es libre de hacer lo que mejor le convenga. Me sorprende que ser «chofer de mouse» sea lo que Ud. piense que el cliente en definitiva quiere. Personalemente no estoy de acuerdo, pero si a Ud. le da resultado lo felicito.

0
Retrato de Manolo Goulart
3
Abr. 2012

Creo Esteban, que no se entendió mi ejemplo.

Yo entiendo de mecánica, voy a la casa de repuestos y compro lo que sé que mi auto necesita. Voy al mecánico y le digo - necesito cambiar las punteras de dirección y balancear, tomá acá está todo, decime cuando vengo a buscar el auto y cuanto me sale la joda.

Yo le pago lo que él me pida, (porque se que va a hacer un buen trabajo) es un profesional de la mecánica, y me lo va a entregar en tiempo.

Ahora, el puede ser lo suficientemente creativo para decirme, - che, te conviene cambiar los amortiguadores así queda 100% y te olvidás de la dirección ..

0
Retrato de Esteban Manzioni
0
Esteban Manzioni
Abr. 2012

Dudo totalmente que la gran mayoría de los clientes sepan un 100% lo que necesitan. Por supuesto que debe pasar, pero son los menos. No podemos manejarnos para esa minoría, es un error y una perdida importante de oportunidades de negocios. Esto no significa que esos clientes no los atendamos, todo lo contrario, pero el desafío de la profesión está en otro lado, en poder atender clientes que no saben lo que quieren o necesitan, o lo que es aún mejor, no entienden cual es el problema. Si solo atendemos a los que conocen su problema y la solución vamos a extinguirnos.

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Retrato de Inés Castro
0
Nov. 2012

De todos puedo aprender pero más de los que opinan de un buen modo, ser crítico y positivo tiene su chiste.

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Retrato de Ivan Abbadie
46
Sept. 2014

el diseñador profesional, además de todo asesora, para ello deberá ser culto, conocer, indagar, investigar, proponer, confirmar, evaluar, en fin, hacer caso a tu cliente es operar sin cuestionar, es asentir y es irresponsable y contraproducente para el mismo cliente, además no debes diseñar para el sino para sus clientes, el comprador, el consumidor, que ellos te darán la razón.

por cierto, la cantidad de seguidores no tiene que ver con el nivel y la categoría, a pesar de ello mi colega luis jaime ha sumado 17, yo uno de ellos.

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Retrato de Martin Alvarado
1
Abr. 2012

Parte de nuestro trabajo es conocer y analizar el «problema de comunicación» de nuestro cliente para ubicar bien, al mismo, dentro de la verdadera necesidad de un proyecto gráfico.

Es cierto que el cliente siempre tiene una vaga idea de lo que quiere (y la razón), pero es nuestro deber ético y profesional hacerle ver y ofrecerle las mejores propuestas de solución a su problema de comunicación.

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Retrato de Luis Jaime Lara Perea
30
Abr. 2012

Estoy de acuerdo con tu comentario.

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Retrato de Martin Alvarado
1
Abr. 2012

Gracias Luis.

Creo que somos varios los foristas que estamos de acuerdo que no debemos convertinos en «choferes de mouse», como tu lo indicas, y sólo hacer monerías gráficas que le agraden al cliente. Ciertamente nuestro trabajo debe de ofrecer soluciones a problemas reales de comunicación, dando resultados tangibles a nuestros clientes.

Si me lo permites me gustaría usar tu frase (choferes de mouse), en clase con mis alumnos, para explicarles sobre la ética de nuestra profesión.

Saludos.

2
Retrato de Luis Jaime Lara Perea
30
Abr. 2012

Un abrazo, Martín.

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Retrato de Joaquín Eduardo Sánchez Mercado
566
Abr. 2012

Quizá deban tomar unas clases de manejo.

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Retrato de Martin Alvarado
1
Abr. 2012

Don Joaquín, aceptada su propuesta tal vez algún día lo necesite.

Gracias.

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Retrato de Luis Jaime Lara Perea
30
Abr. 2012

A los diseñadores se les forma sólo para que sepan ejecutar sus capacidades profesionales en materia de diseño. No reciben formación empresarial, por lo que están destinados a contratarse o aprender, con el tiempo y los fracasos, a manejar un negocio.

Mientras no aceptemos esta carencia no debemos quejarnos de las «injusticias de la vida». Felicidades por el artículo, nos hace pensar realmente en lo que vendemos.

Se necesitaba la opinión de un profesional no-diseñador.

1
Retrato de Joaquín Eduardo Sánchez Mercado
566
Abr. 2012

Todo profesionista es en cierta forma mercader. Pero no se puede vender una «caja vacía», sin que sea un timo. Los diseñadores más exitosos, lo fueron por la calidad y los buenos resultados de su trabajo, lo que les creó buena fama y a la larga construyeron una buena imagen. Se supieron «vender» a sí mismos «ejecutando sus capacidades en materia de diseño» La universidad te prepara para que puedas hacer un trabajo de calidad, ya como te coloques en la vida depende de tí, no es culpa de la universidad.El éxito no se mide necesariamente en dinero o por ser buen negociante, segun cada uno lo mire

1
Retrato de Luis Jaime Lara Perea
30
Abr. 2012

Joaquín, ese «como te coloques en la vida» podría tener una introducción y asesoría en las universidades. La falta de ello ha provocado que cada quien cotice su trabajo de manera arbitraria trayendo consigo una devaluación en el precio de nuestros servicios en prácticamente todo Iberoamérica (no hablo de otros países por que no conozco).

Fijar aranceles o enseñar a administrar un proyecto es muy útil como complemento a los estudios de diseño.

1
Retrato de Joaquín Eduardo Sánchez Mercado
566
Abr. 2012

Cada producto del mercado establece sus precios en base a costos de producción, su mercado, zona o competencia, tu nivel de calidad, etc., igual se va ubicando cada uno en su profesión. Por ejemplo: no son las mismas opciones u oportunidades que se tienen en los países del 1er mundo a la que se tienen en el 3er mundo, o las de la capital y las que se tienen en la provincia, ya que las grandes empresas se centralizan en esas urbes. O si no tienes desde el inicio una buena posición económica y tu círculo de amistades es limitado, o no vas al «club de golf». Y no todos forman su propio negocio

0
Retrato de Jorge Tapia
1
May. 2012

Estaria bien Clases de golf en las universidades .

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Responder
Retrato de Robert Vallejos
1
Abr. 2012

interesante. para complementar esto, hay que decir que el precio lo pone uno, además de que uno decide con quién trabajar. Aveces hay que saber decir que no, porque por muy simple que se vea, puede terminar convirtiéndose en un lío. Muchos clientes llegan a creer lo que decias, de que somo «interpretadores de sus ideas» de hecho hay veces en que es el cliente el que te dice cosas como «mmm, mira, no me gusta, hagámoslo así, mueve esto, cambia esto».. etc etc por lo que solo nos convertimos en unos simples «choferes de mouse». La clave está en ser PROFESIONAL...

1
Retrato de Joaquín Eduardo Sánchez Mercado
566
Abr. 2012

Lo No.1 es saber porqué te eligió el cliente, si por el precio o por la calidad, etc. Lo No.2 es que no debemos suponer que el cliente siempre tiene la razón y que sabe que realmente necesita. Alguna vez presenté un presupuesto para un proyecto y sabía que habría mucha competencia, creí que no me darían el trabajo, así que inflé mucho mis precios porque no quería aparecer como el más barato y resultó que por ser el más caro en precio, por eso mismo me lo dieron. Me dijeron su presupuesto es el más alto y por lo tanto suponemos que ud debe ser el mejor. Esa gente sin duda buscaba calidad.

0
Retrato de Demian Domenech
1
Abr. 2012

El cliente no siempre te elige por el precio o la calidad sino porque pone el dedo en la guía telefónica y llama al primero que le solucione el «problema», o porque sos hijo de un conocido de su amigo. el cliente no siempre elige con criterio de precio y calidad.

0
Retrato de Joaquín Eduardo Sánchez Mercado
566
Abr. 2012

Por eso puse el «etc»., no cabe todo en un comentario tan breve. Pero cualquiera que sean los conductos o las razones por las que te eligieron, donde realmente se define es a la hora del presupuesto. Cuando llegamos a la parte del dinero se ve hasta donde llega la amistad, hasta donde son válidas las recomendaciones. Cuando el bolsillo duele, cuidado, hay que saber ofrecer y aclarar porqué tu proyecto vale la pena y que va a salir ganando el cliente. No hay que vender lo caro de tu proyecto sino ĺos beneficios y la ganancia que obtendrá el cliente. Es decir, como el que gana más es él y no tú.

1
Retrato de Robert Vallejos
1
Abr. 2012

Como dijo Joaquín, el precio de una simple cotización, puede decir mucho. Incluso sin siquiera haber visto tu portafolio. Si acostumbras a cobrar poco, continuamente tendrás clientes que les importe más el precio del trabajo por sobre la calidad. Y por lo que dice Demian, de que el cliente pone el dedo en la guía y llama al primero, no creo que sea tan así. Yo como cliente al menos cotizaría al menos unos 3 profesionales y pediría sus respectivos portafolios. Obviamente no contrataré por un proyecto de Branding a alguien que se especializa en web. Como dirían «Pastelero a tus pasteles».

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Logotipo de Pepe Ramos
4
Abr. 2012

Los clientes muchas veces solicitan soluciones superficiales para sus productos o servicios, sin profundizar en el problema que los origina, es ahí donde los diseñadores tenemos que marcar la diferencia, ofrecer soluciones de comunicación orientadas al problema real, que a asu vez tiene un origen, en como identificar y comunicar al target y sus necesidades; Muchas veces el cliente ignora nuestra misión de COMUNICADORES a través del marketing de experiencia que tambien debemos desarrollar y como dice el artículo a través de diseño como sistema.

Sldos

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Retrato de Luis Jaime Lara Perea
30
Abr. 2012

Así es Pepe, los tiempos actuales requieren de un perfil más completo de diseñador que el que actualmente egresa de las universidades.

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Retrato de Raúl Redondo
0
Raúl Redondo
Abr. 2012

el rey dijo necesito un trébol de 4 hojas en mi reino no crecen, el caballero pudo recorrer tierras lejanas hasta encontrarlo o preguntarse ¿por qué no crecen? - porque la tierra no se remueve y necesita de más nutrientes le dijo un agricultor...

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Retrato de Joaquín Eduardo Sánchez Mercado
566
Abr. 2012

O porque hay muchos borregos...

0
Responder
Retrato de Ashley Nivelo
0
May. 2020

Comprendo el punto de darse el tiempo para conocer el verdadero problema comunicativo del cliente, es decir, no solamente aceptar el trabajo que nos propone pero validar la calidad de nuestro trabajo al darle lo que necesita y no lo que quiere, totalemnet de acuerdo, pero hay que reconocer que pocos son los casos en donde pueda darse esto, en especial si un diseñador recién da sus primeros pasos en el mundo laboral. Podemos ofrecer el servicio completo y tomarnos el tiempo de re analizar su comisión para establecer la solución a su problema comunicativo, tal y como nos prepararon nuestros maestros y tutores, pero si el cliente se rehúsa aceptar la ayuda,o no nos cree capaces de ofrecerle la solución correcta (ya sea por ser «novatos» o por que ellos creen tener mas experiencia en el ámbito visual para saber por ellos mismos lo que necesitan), no hay mucho que podamos hacer ante ello. Hay que recordar que para alguien que recién empieza, un cliente menos es una oportunidad perdida para darse a conocer.

Claro que si pasara lo contrario se avanzaría el doble de lo que normalmente sería si realizaramos un pedido de forma mecánica, pero para un «novato», no es una situación que pase muy a menudo.

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Retrato de Hilda Lázaro Solano
0
Jul. 2016

Es un poco confuso este artículo.

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Retrato de Erik Ledesma
1
Oct. 2013

Un articulo con una propuesta muy proactiva. Me gusta porque no habla de resignación, ni de critica excesiva al cliente.

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