Para ser más innovador, cámbiate los zapatos

Cada vez más la innovación está siendo un requisito en las empresas y, por lo tanto, una competencia bien valorada en los individuos. Sin embargo nadie nos enseña a ser innovadores, o a dejar crecer nuestra creatividad. Por el contrario, conforme vamos creciendo, nos la van arrebatando. Hay muchas metodologías para incrementar la innovación en las empresas. Hay libros que en diez pasos te convierten en «innovador». Todo indica que es una fórmula fácil de adoptar, siguiendo al pie de la letra lo que nos aconsejan.

Ideas tenemos todos, pues todos somos creativos, pero solo muy pocos son realmente innovadores. La innovación debe agregar valor y por lo mismo debe de solucionar la necesidad de alguien. Ahí es donde se pierde la mayoría de las grandes ideas.

El diseño centrado en el usuario, base del «Design Thinking», comienza siempre con la empatía, con vincularse con las personas, humildemente tratar de comprenderlas, de identificar sus verdaderas necesidades, de involucrarse con sus problemas al punto de poner toda la energía en tratar de encontrar soluciones viables. Se trata en definitiva de meterse en los zapatos del otro.

Ese cambio de zapatos no es nada fácil. Siempre vemos al otro desde lo que somos, desde nuestras creencias, desde el observador que siempre hemos sido. Vamos por la vida buscando que los demás nos comprendan, sin empeñarnos en nosotros comprender a los demás. Algunos consejos para lograrlo:

• La empatía no sólo la encontrarás en las palabras que te dicen. Además de escuchar, comienza a observar el entorno de tu interlocutor, su cuerpo, sus expresiones, sus silencios, escúchalo desde la intuición y deja a un lado la razón.

• Trata de imaginar por qué las personas hacen lo que hacen: qué las motiva.

• El interés debe de ser genuino. Debes poner todo tu empeño en comprender los sentimientos de la persona que tienes enfrente.

• Trata de hablar más de emociones que de hechos, así tu interlocutor se sentirá comprendido y generarás confianza.

• Y lo más importante, no emitas juicios ni des consejos que no te pidan.

La empatía es un ejercicio diario, que no sólo debe lograrse con el consumidor final de un producto. También debes practicarla con tus compañeros y con las personas en los diferentes departamentos de tu empresa: empatía con tus jefes, empatía con los stakeholders mas alejados y los más influyentes, empatía con tus familiares, y no se te olvide tener también empatía contigo mismo, que ahí comienza todo.

Cultiva la empatía. No sólo te hará más innovador, te hará sentir mejor con tu entorno e increiblemente te hará sentir también más comprendido por los demás. Al menos una vez al dia cámbiate de zapatos y verás que comienzas a generar ideas que agregan valor.

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