Julio, no mezclemos los temas porque, si no, la conversación se vuelve un disparate sin sentido.
Nadie habló sobre la capacidad del público para elegir un producto sobre otro. Pensé que hablabas sobre el tema del artículo, que no tiene nada que ver con eso, y respondí sólo en ese sentido. El artículo es sobre la utilidad de la psicología del color en el diseño de marca y, sobre eso, coincidirás conmigo en que el público no sabe nada, ni tiene por qué saber, porque es un asunto técnico-profesional.
Ahora, si quieres hablar sobre la supuesta sabiduría del público para elegir un producto u otro, eso no sería exactamente «sabiduría». El público elige un producto, no por ser sabio sino por percibirlo como adecuado a sus necesidades, intereses, presupuesto, gustos, etc. Eso no es sabiduría, y decirlo no es soberbia: es una obviedad. Si queremos ser más precisos en ese tema, lo que podemos decir es que el público elige un producto frente a otros por motivos muy diversos e imposibles de discernir, especialmente porque el público es diverso, n0 es un grupo monolítico. Un mismo producto puede ser elegido al mismo por diferentes personas por percepción de calidad, por precio, por simple gusto, por conveniencia, por utilidad, por costumbre o tradición, etc., o todas las combinaciones posibles. Es un tema muy complejo y, por eso, opino que ningún estudio jamás podrá concluir en que el público está naturalmente condicionado a elegir un producto frente otro por un único motivo como, por ejemplo, los significados genéricos de los colores que utiliza su envase o su logotipo. Como si esto fuera poco, sabemos que el público también cambia de idea, de intereses y de gustos a lo largo del tiempo, con lo cual es imposible predecir qué sucederá si usamos un color u otro.
Por eso, nadie tiene la última palabra sobre nada en cuestiones de diseño, branding y comunicación, ni el público, ni tú, ni yo.
He escuchado infinidad de intentos de cerrar una discusión con frases del tipo: «El público dará su veredicto», «El púbico tiene la última palabra». ¡No es cierto! El público nunca se expide como si fuese un juez; a lo sumo elige o no un producto, un servicio, pero lo hace durante un tiempo, hasta que cambia por otro. De ahí que esas frases no expliquen nada; al contrario, son apenas una expresión de renuncia manifiesta a entender un fenómeno qué, por más complejo que sea, es analizable. Y aunque no se pueda comprender del todo, es posible estudiarlo para obtener certezas que nos ayuden a ser un poco más eficaces en lo que hacemos.
El problema del color en la marca, por supuesto que no está agotado en este video, que es apenas una introducción al tema. Tengo muchísimo más por decir, porque vengo estudiándolo hace años, y estoy convencido de que he avanzado más allá de lo que se conoce en los ambientes profesional y académico. Puedo equivocarme en parte y en todo, pero estoy estudiando el tema con el único objetivo de comprenderlo y ayudar a otros a comprenderlo mejor. Si es que no te aporté absolutamente nada, me disculpo, e intentaré hacerlo en próximas intervenciones. Pero insisto, el público no dirá nada específicamente sobre lo que digo en este video: que los significados genéricos de los colores no son información útil para el diseño de marca.