Cuando el cliente da señales

Muchas veces nos enfrentamos con clientes que prometen ser un dolor de cabeza. Dan señales que a veces no queremos atender, ponderamos la oportunidad económica por encima de un problema en puerta.

Alejandro Cisneros, autor AutorAlejandro Cisneros Seguidores: 6

Hace un par de meses mi hermana que vive en México me recomendó con una amiga suya para que le desarrolle la imagen gráfica de su negocio, a punto de transformarse. De haber sido durante 5 años una panadería integral estilo alemán con productos orgánicos, pasabaría a ser una «Bakery & Coffe Boutique» (la cliente es norteamericana), mudándose de local a una zona más comercial y pretendiendo ampliar su mercado a otro tipo de clientes, radicalmente diferentes a los actuales.

El reto no estaba en la transformación de su negocio ni en el cambio de público objetivo, sino en la personalidad del cliente en sí. Desde el principio me advirtió mi hermana que era una persona voluble, que cambia constantemente sus decisiones, que corre tras el «juguete nuevo» para dejarlo tirado por otro al cabo de unas horas. La cliente quería que la imagen estuviera relacionada con los comics y ya tenía un nombre, del que está enamorada: «Fulana's Bakery». «No importa, ya me he enfrentado con ese tipo de personas», me dije, «voy a demostrarle por qué es importante pensar en un nombre alternativo pues a ella nadie la conoce». Además los de los comics estaba por verse pues había que ver a qué público se dirigía exactamente.

La propuesta de desarrollo incluía nombre, logotipo, manual de identidad, diseño de papelería y menú, así como la decoración del local. Ella había visto mi trabajo y quería ver una propuesta. Por norma nunca comienzo a trabajar en un proyecto sin un anticipo, pero en este caso, tratandose de la amiga mi hermana, los mexicanos simpre hacemos excepciones. Comencé enviándole un cuestionario donde le pedía definir tanto a su marca como su público objetivo; los actuales y los que pretendía captar, hábitos de compra, entretenimiento, nivel socioeconómico, etc. Me dio la respuesta: el perfil de sus clientes no tenía nada que ver con la cultura de los comics; parecía más adecuado para ellos una imágen verde, orgánica y natural. Sin embargo, ella insistió en querer ver al menos una propuesta que tuviese que ver con los comics.

Esa comprobación me sirvió para que aceptara mi presupuesto y pagara el 50% de anticipo; de esta manera comencé con las propuestas para el nombre, presenté una lista segmentada en cuatro categorías, español e inglés y dentro de ellas, las que referían más a la cultura del comic y las de la cultura orgánica. Me di cuenta de que era posible combinar ambas, es decir, un nombre verde con relacionado con el comic, lo cual me facilitaba lidiar con sus deseos.

Tuvimos una reunión on-line para proponerle los nombres, pero ella ya tenía otro nombre. Dijo: «olvidate de los comics, ahora quiero algo que tenga que ver con las matemáticas. Algo exponencial como «Bread²» o a la séptima potencia. Ni siquiera se tomó la molestia de analizar mis propuestas o discutirlas; su desición estaba hecha y me pedía dirijir mis baterías a este nuevo nombre.

Para no hacer el cuento largo hice dos propuestas gráficas para Bread². Una semana después me pidió adaptar el dibujo que un artista le había regalado (una caricatura de ella misma hecha a pluma) a uno de los logotipos. Mi frustración no podía ser mayor. Hice lo que me pidió y a los dos días recibí su e-newsletter invitando a la inauguración de su local, donde pusó por logotipo el mono pero con una fuente Courier Bold y muchas estrellitas alrededor.

Obviamente no contestó mis correos posteriores ni aclaró sus desiciones por Skype. Esto es un lamento o queja sobre mi infortunio, sólo un aprendizaje que quiero compartir:

  1. Siempre hay que pedir anticipo por el trabajo. No hay que hacer nada hasta tenerlo en la cuenta bancaria.
  2. Hay que demostrarle al cliente con peras y manzanas por qué uno sugiere lo que sugiere. Si uno sabe cómo guiarlo, el mismo cliente dará las respuestas que se le quiere hacer notar.
  3. Dar demasiadas opciones sólo engolosina al cliente. Ante la imposibilidad de decidirse por una, hace una mezcla de todo o elige algo fuera de lo propuesto.
  4. Si no se está dispuesto a lidiar con la indecisión o el ego de un cliente o no se quiere formar parte de un suicidio comercial, no hay que involucrarse. 

¿Qué te pareció? ¡Comparte tu opinión ahora!


Opiniones:
51
Votos:
35

Este video podría interesarte👇👇👇

Colabora con la difusión de este artículo traduciéndolo

Traducir al inglés Traducir al italiano Traducir al portugués
Código QR de acceso al artículo Cuando el cliente da señales

Este artículo no expresa la opinión de los editores y responsables de FOROALFA, quienes no asumen responsabilidad alguna por su autoría y naturaleza. Para reproducirlo, salvo que estuviera expresamente indicado, por favor solicitar autorización al autor. Dada la gratuidad de este sitio y la condición hiper-textual del medio, agradeceremos evitar la reproducción total en otros sitios Web. Publicado el 13/04/2012

Debate

Logotipo de
Tu opinión

Ingresa con tu cuenta para opinar en este artículo. Si no la tienes, crea tu cuenta gratis ahora.

Retrato de Juliana Chiriví Amaya
45
Juliana Chiriví Amaya
Abr. 2012

Fernando, me atrevo a decir que los diseñadores y arquitectos lidiamos con los que podrían ser los clientes más difíciles, ya que desean comprimir todos sus gustos e ideas en un diseño que sea igualmente atrayente, muchas veces sin siquiera escuchar nuestras opiniones acerca de aspectos que son indispensables y que ellos no conocen. Creo que la mejor forma de hacer respetar nuestro trabajo, más allá de cobrar un anticipo, es fortalecer el discurso que argumenta nuestros conocimientos y productos, para ofrecer la mejor propuesta que satisfaga a todas las partes (diseñador-cliente-público).

0
Retrato de Paula Torres
36
May. 2012

entrando en la charla ,pienso que como dices juliana la unificacion tanto de cliente ,publico como diseñador, hacen que en conjunto satisfacer la demanda que esta expuesta en el mercado.Y comparto totalmente angela en que esta nueva generacion de diseñadores seran los guien el camino y sus proposiciones haran que a futuro se le de primacia a las emociones ,los setidos,tantos factores a favor del buen diseño en vez de el objeto en si.

0
Responder
Retrato de Angela Maria Medina Olano
23
Abr. 2012

Alejandro, en la mayoría de los casos los clientes son tercos y no se dejan guiar muy bien. Muchas veces no entiendo para que nos contratan si al final terminan haciendo lo que quieren, como podríamos hacer como diseñadores y diseñadoras para que nuestro trabajo sea valorado y bien pagado? Como lograr que las personas entiendan la importancia de nuestras profesiones? y como hacer para que entiendan que si nos contratan es para que nosotros analicemos y adaptemos las ideas que ellos tienen, para hacer que su pedido cumpla con sus expectativas?

Saludos.

0
Retrato de Zulay Herrera
50
May. 2012

Estas en lo cierto Alejandro, no lo había visto desde esa perspectiva, creo que a los seres humanos nos encantan romper las leyes. Gracias por tu aporte, Saludos.

0
Responder
Retrato de Laura Grijalba Delgado
19
May. 2012

Alejandro tu articulo me parece similar al de Jose Juaquin «Diseñador vs Cliente» donde habla de la inconformidad con los clientes en el momento en que empiezan a creer que el diseñador son ellos y no es uno, en tu articulo se ve una experiencia real, gracias a las experiencias que se va teniendo en la vida es que uno llega a ser cada día un mejor diseñador. Es muy importante tener una buena relación con el cliente, siempre sabiendo cuáles son los deberes que debe tener cada uno en la propuesta y sus limites,no se debe estar prevenido con un cliente solo por haber tenido una mala experiencia.

0
Retrato de Laura Grijalba Delgado
19
May. 2012

Tienes toda la razón no siempre es fácil tener a un cliente de aliado mas que todo por lo que dices por que como ellos son los que pagan creen que por eso son los que mandan, pero igual es un riesgo que debemos de tomar y tratar de entrar con la mejor energía y positivismo como nos caracterizamos los diseñadores, espero puedas tener mejores experiencia en un futuro Alejandro.

0
Responder
Retrato de Ana María Aristizabal
52
Abr. 2012

Alejandro, yo considero como lo han mencionado en comentarios anteriores que todo esto hace parte del trabajo, y como diseñadores debemos aprender también a lidiar con diferentes tipos de personas y su respectivo temperamento, pero no considero que sea una tarea fácil, se necesita de mucha paciencia principalmente; pero quisiera saber usted que cree que como diseñadores podríamos hacer para encontrar un equilibrio entre satisfacer los deseos y las expectativas de los clientes y al mismo tiempo aportarles al máximo de acuerdo a nuestros conocimientos sin terminar frustrados en el intento?

1
Retrato de Ana María Aristizabal
52
Abr. 2012

Alejandro, leyedo su respuesta se me ocurre que la experiencia con un cliente puede ser como el trabajo en equipo, es necesario tener una buena comunicación como usted lo ha mencionado, creería yo entonces que la comunicación con el cliente es la clave cuando se trata de trabajar con un cliente donde uno entienda lo que quiere el cliente y de la misma forma el cliente pueda entender lo que nosotros podemos ofrecerles, y dado el caso como usted lo menciona, si no funciona ya entrarían a formar parte de esto la ética del diseñador.

1
Responder
Retrato de Paula Torres
36
Abr. 2012

Es a lo que nos enfrentamos en el dia a dia alejandro,en mi opinion es de suma importancia como menciona, el publico hacia quien va dirigido dentro esa propuesta de desarrollo Como hemos visto, el acto de diseñar no está librado al azar, ni a gusto del diseñador, sino que se rige por un sistema ordenado de acciones, de requerimientos que el cliente propone .No quedaria de mas crear un vinculo entre el diseñador quien esta poniendo todo su empeño en la busqueda de soluciones , y el cliente quien esta a la espectativa de un buen trabajo .

1
Retrato de Paula Torres
36
May. 2012

exacto es de esta manera como como podemos generar nuevas propuestas de desarrollo en pro de satisfacer estos requerimientos anteriormente dichos tanto para el cliente como para el producto o servicio.Y es de gran valor esta charla que estamos generando pues creo que este medio es un gran ejemplo propositivo en donde los diseñadores podremos obtener un grado significativo dentro de los procesos de investigación y desarrollo de nuevos productos y servicios, aprovechando y respetando las condiciones de cada contexto.

0
Responder
Retrato de Antonio Quintero
1
Abr. 2012

Siempre es bueno cobrar algo, pero también es difícil si no conocen tu trabajo , a veces cuando haces la primera entrega y presentas tus ideas es el momento de conseguir un adelanto. Se puede dividir el pago en tres partes , 30% a la aprobación de la idea, 30% a la entrega de artes finales y 40% con la entrega de la cosa impresa o hecha. De esta manera vas avanzando con tu platica en el bolsillo y siempre que surjan cambios o nuevos desarrollos podrás hacer ajustes . Pero ese cliente que te tocó está bien «particular». Ojalá pueda comerme un pancito o a lo mejor un helado o bailar en el local?

0
Retrato de Antonio Quintero
1
Abr. 2012

gracias por responder y por las sugerencias. Resulta difícil para mí establecer en una relación de trabajo de diseño un límite de revisiones, pues considero que cuando estas sobre la idea y entendiéndote con el que las aprueba o las rechaza, se establece un vínculo de «complicidad» para alcanzar la mejor propuesta, que limitar los cambios nos hace ver como «infalibles» y eso no es cierto. Por supuesto si se trata de cambios de forma SI, pero los típicos cambios de un poquito más grande o un tono mas claro o lo quiero ver en plateado o mi esposa me comento que esa letra era como... Se perdona?

0
Responder
Retrato de Robert Vallejos
1
Abr. 2012

Es aconsejable pactar un contrato o al menos dejar claras las condiciones de trabajo. La cantidad de reuniones, de propuestas, de cambios, etc etc... y por supuesto la cantidad de propuestas y plazos claramente detallados. A todos les ha pasado alguna vez... Saludos

0
Retrato de Alejandro Cisneros
6
Abr. 2012

Totalmente de acuerdo Robert, solo que en la práctica muchos clientes se asustan cuando ven formularios y formalidades que quizas (si no están dispuestos) les comprometan a pagar impuestos y declarar gastos, ya es una gracia que acepten dar el 50%, al menos en México donde la evasión fiscal es muy alta y todos lo quieren con las 3 «B»: bueno, bonito y barato. En este caso el cliente no me pidió recibo alguno o factura, así a la mexicana.

0
Responder
Retrato de Juan Pablo Lozano
5
Abr. 2012

Suicidio comercial, esa me llamó mucho la atención, creo que por lo que escucho es una situación que sucede muy amenudo, aveces cuando he sugerido argumentado y finalmente he hecho propuesta y el cliente no escucha, confieso, he optado en ocaciones por el viejo dicho: si quieres tirar tu dinero por una ventana... pues tíralo por la la mía. Lo que pesa luego es tu buen nombre, proyectos aquellos que borro de toda presencia, los hijos indeseados.

2
Retrato de Alejandro Cisneros
6
Abr. 2012

Claro! todos tenemos patitos feos fuera de nuestro portafolio, lo que no deja de ser experiencias para aprender. Me encanta tu frase del dinero por la ventana. Saludos

1
Responder
Retrato de Jesus Gaytan
54
Abr. 2012

Acabas de aprender la lección que nadie enseña en escuelas de diseño.... aprender a decir que no.

Lo más curioso es que yo la aprendí de un arquitecto, cuando me enterqué en un trámite que no se podía resolver como yo lo quería, y este arquitecto no me dijo que no y obviamente no salió como yo lo deseaba. Resultado?, pérdida de tiempo y dinero de mi parte y confiabilidad de su parte, nunca lo volveré a contratar. No por ineficiente, sino por poco profesional para decirme que no desde el inicio.

A raíz de ese aprendizaje, he aprendido a decir que no... y mis clientes felices.

4
Retrato de Zulay Herrera
50
Abr. 2012

Jesus, puede que esta lección no la enseñen en las escuelas de diseño, pero pienso que siempre a estado presente de diferentes maneras, ya que lo relaciono con algunos profesores estos como clientes y nosotros o nosotras las/los estudiantes como los diseñadores; cuando ante ellos presentamos nuestras proyectos e ideas y estos no se encuentran a gusto, y finalmente nos dicen que hacer, pues la forma de pago es una calificación o nota que nos lleva a perder nuestras principales ideas haciendo lo que los profesores dicen dejando atras nuestras opiniones, aportes o ideas.

0
Responder
Retrato de Natasha Enríquez
4
Ago. 2013

En realidad me he topado con muchos clientes complicados e indecisos como el ejemplo presentado aquí. Son personas que al ser quienes pagan, creen tener el poder absoluto sobre las decisiones de su marca en muchos casos para satisfacer sus caprichos. Se supone que nos contratan para asesorarlos pero no dejan que lo hagamos. Sin duda pedir el 50% de anticipo siempre hará que los clientes se comprometan porque como ya han pagado, nos han dado por sobreetendido que confían en nuestro trabajo. Ojalá nunca más te pase eso y gracias por compartir con nosotros tu experiencia.

2

Te podrían interesar

Próximos seminarios online

Seminarios de actualización para especializarte junto a los que más saben

Estrategia de Marca

Estrategia de Marca

Claves para programar el diseño de símbolos y logotipos de alto rendimiento

20 horas (aprox.)
1 agosto

Tipología de Marcas

Tipología de Marcas

Criterios y herramientas para seleccionar el tipo adecuado al diseñar marcas

15 horas (aprox.)
1 agosto

Branding Corporativo

Branding Corporativo

Cómo planificar, construir y gestionar la marca de empresas e instituciones

20 horas (aprox.)
1 septiembre