Paul Ricoeur y la búsqueda creativa
El origen del acto creativo bajo la mirada de un filósofo.
AutorCecilia Salinas Seguidores: 24
EdiciónCristian Petit De Murat Seguidores: 20
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Una de las características que distinguen al ser humano del resto de los animales es su constante búsqueda de extender los límites de lo conocido. El pensamiento racional le muestra al individuo sus necesidades y también sus posibles soluciones.
Según Paul Ricoeur, cuando el ser humano se percibe como necesitado e imperfecto, descubre una herida, una falta de origen; es decir que toma conciencia de su fragilidad y eso es justamente lo que lo impulsa a una inagotable búsqueda por reconstruirse en cada acto, día a día.
«Esta idea de que el hombre es constitucionalmente frágil… es totalmente accesible a la reflexión pura y señala una característica del ser humano».
Como hemos visto esta herida ontológica mantiene al ser humano en movimiento constante de recreación. En el ámbito del diseño entendemos al acto creativo como un proceso, pero para que la inteligencia humana lo inicie se requiere de un elemento anterior: la «imaginación». En este sentido la creatividad es «imaginación aplicada» con la cual recreamos el mundo que habitamos; ideas en movimiento que cambian y transforman el entorno desde lo más primigenio, como lo que comemos o vestimos, hasta las más grandes proezas artísticas, científicas o tecnológicas.
Desde esta perspectiva, la creación posee una vertiente ética ineludible. La libertad de ejercer la imaginación representa un compromiso social, puesto que no solo supone ideas novedosas proyectadas hacia el bienestar colectivo o a la mera experiencia lúdica; también ha sido utilizada para actos bélicos, generar desigualdades sociales y desastres naturales.
En este sentido, el acto creativo posee en sí mismo una paradoja: «el control», puesto que la creatividad va más allá de la musa inspiradora que trastoca toda clase de límites. Es, ante todo, una magistral ejecución técnico-cognitiva puesta al servicio de la originalidad de una idea, proyecto, diseño u objeto, la cual debe estar inscrita desde una vertiente crítica que le permita no solo cuestionar su originalidad, sino también su impacto social. Por lo tanto el acto creativo, bajo una perspectiva ética, permite no solo la recreación desde la filosofía de Ricoer: también posibilita la reconstrucción del hombre falible y simultáneamente del mundo.
La reflexión de creatividad que aquí hemos abordado no distingue un tipo de conocimiento específico. El acto creativo es universal; lo único que lo diferencia son los materiales y los elementos con los que se experimente. Desde una mirada personal hacia el quehacer que me compete, la imaginación en diseño es un bastión inagotable de formas, donde las texturas casi escultóricas rebasan la óptica vacilante del que crea. El ojo cromático rememora los sonidos de vertiginosas líneas experimentales que desafían los convencionalismos… todo desde la mirada del Otro que soy Yo.
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- Ricoeur, Paul. Finitud y culpabilidad, Editorial Taurus Humanidades, versión castellana de Alfonso García Suárez y Luis M. Valdés Villanueva, Madrid, p.25
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