Omnipotentes y casas de citas
Un artículo que busca darle fuerza a la idea del trabajo en equipo bajo un mismo techo.
AutorJuan Carlos Hernández Seguidores: 110
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Un despacho de diseño debe ser un lugar en el cual se integren las ideas y la experiencia de los profesionales que trabajan en él, para hacer un producto que no podrían llevar al cabo individualmente. Es decir, un lugar en el que el todo sea mayor que la suma de sus partes. Pero... ¿un despacho de diseño, con todos los avances tecnológicos, tiene que ser necesariamente un espacio físico? Llámenme anticuado, pero creo fervientemente que sí y, a pesar de que no estoy solo, hay dos corrientes que atentan fuertemente contra el proceso colaborativo bajo un mismo techo:
- Los independientes omnipotentes
- Las agencias que operan como «casas de citas»
Los independientes omnipotentes
Así como existen grandes agencias con la capacidad de sacar pésimos productos creativos, también existen los freelancers extraordinarios que necesitan muy poco para crear proyectos que compiten con cualquier agencia. Esto no es nuevo, pero dos factores han acelerado este fenómeno: primero el costo, cada vez menor, de la infraestructura necesaria para competir técnicamente; y segundo, el fácil intercambio de información por Internet que pone el conocimiento y la experiencia de todos en manos de cada individuo.
Estos factores permiten que emanen joyas creativas en cada ciudad del mundo. A través de las redes como Behance, FOROALFA, DeviantArt, Vimeo y Flickr, entre otras, se conocen y se reconocen. Así, cada uno de estos profesionales tiene la capacidad de trabajar a distancia, intercambiar experiencias y técnicas para lograr trabajos aún mejores. Hasta aquí, me parece que todo es avance y que debemos motivarlo aún más. Este, definitivamente, es el nuevo camino que ha tomado la industria tanto práctica como académicamente para lograr resultados nunca antes vistos y con profesionales cada vez más capaces y preparados.
El problema inicia cuando se piensa que la meta-agencia que se forma con el intercambio de información y el networking virtual entre diferentes profesionales independientes, reemplaza o hace innecesaria la integración humana e interdisciplinaria que se da en los despachos de diseño, bajo un mismo techo. La rica experiencia de dos o más personas de diferentes perfiles, en presencia, compartiendo ideas y cruzando conceptos, no puede ser replicada digitalmente (por más «revolucionario» que sea el networking). Y lo digo siendo una persona completamente orientada hacia la tecnología. Se pierde demasiado entre bits y bytes.
El zar de las redes sociales, Mark Zuckerberg, habló de este punto en 20051 cuando Facebook era una empresa que sólo hacía aproximadamente un millón de dólares al mes. Zuckerberg buscaba que los que trabajaran juntos fueran amigos, que salieran a divertirse y pasaran tiempo fuera para entenderse mejor porque, decía:
El lenguaje realmente no es un vehículo perfecto para la transmisión de ideas.
Permítanme enfatizar: Mark Zuckerberg, el inventor y actual CEO de Facebook, cree que no sólo es necesario trabajar juntos en un mismo espacio para entenderse mejor y sacar buenas ideas, sino que lo más recomendable es que haya una relación de amistad, más allá de lo laboral. Parece que el primero que entiende que es tremendamente complicado entendernos y hacer relaciones verdaderas en Facebook es Zuckerberg. Análogamente, también lo es hacer proyectos que requieren de un nivel de sensibilidad que no cabe en un correo electrónico o en una plática vía Skype.
Las casas de citas
Estos son los despachos que tratan a cada uno de sus profesionales como células independientes con cuentas asignadas y con responsabilidad completa de la conceptualización, diseño y presentación de un proyecto. Algunos incluso les asignan que haga el presupuesto y las llamadas.
En este esquema, me pregunto: ¿qué diferencia ofrece este tipo de agencia en relación a un freelance? ¿Mejores computadoras? ¿Un conmutador? Es completamente ridículo. Y sin embargo, vemos cómo muchos despachos desaprovechan completamente la posibilidad de generar una cultura cooperativa que integre los diversos talentos de los profesionales presentes, y fracasan en hacer que cada proyecto sea un proyecto de agencia.
Esto, comprendo, se vuelve totalmente desmotivador para los creativos que ahí participan porque se dan cuenta de que la única diferencia entre hacer este proyecto por su cuenta o en la agencia es la infraestructura y las relaciones de las que carecen. No hay acompañamiento, dirección, integración ni el aprendizaje que puede producirse en el trabajo en equipo.
Como en las casas de citas, el que cobra no participa con el cliente más que para eso y, con quienes prestan sus servicios, la relación es solo para reprenderlos cuando «el cliente no se fue contento», sin importar cual sea la razón. Pero con esta conducta sale el tiro por la culata, a quienes la fomentan y a toda la industria. Cuando se maquina una organización que solo busca explotar talentos sin aportar, se siente. Se deja ver de muchas formas. Es imposible de tapar. Y entonces los clientes buscan abusar también, ahora de toda la agencia y de toda la industria. Pensarán: «Si entre ellos no se respetan, ¿por qué lo he de hacer yo?». En resumen, el sistema de casa de citas no es más que una forma distinta de trabajar solo, quizás la peor.
Mi conclusión
Me parece que el networking digital ha logrado que muchos salgan del círculo vicioso de casas de citas que los iban a acabar, tarde o temprano. Ha logrado súper profesionales creativos que logran mucho más con mucho menos. Sin embargo, temo que esta sana repulsión contra un sistema injusto, sumado a lo atractivo de las nuevas tecnologías, resulte en una conducta hipersocial en el mundo digital y antisocial en el mundo real. El hecho de que la tecnología nos permita trabajar a distancia o que muchas agencias hayan abusado del esquema de trabajo presencial, no significa que este haya dejado de ser la mejor opción.
Mi sugerencia2 es que, si eres un profesional independiente, al menos busques aliarte con otros bajo un mismo techo, aunque no compartan proyectos en común. Así, en este «espacio de freelancers», la visión del otro será sumamente valiosa y te dará más seguridad. Se podrán aliar para los proyectos que les resulte conveniente y consultarse entre sí sobre los proyectos que encaren individualmente.
La principal intención de este artículo es que, como decimos en México, no nos «vayamos con la finta» de que la tecnología lo puede todo. Discutimos tanto como creativos que no debemos limitarnos a lo que la máquina nos brinda en un sentido técnico que, tal vez, se nos olvida el sentido humano. ¿Cuánto se pierde cuando intentamos comunicarnos a través de pixeles que se encienden y apagan en un monitor?3
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- Que quizá no tenga nada de innovadora y esté ocurriendo ya en muchos lugares del mundo.
- Recomiendo mucho ver este video de TED acerca de la importancia de desconectarse digitalmente y tener una conversación REAL que aplica para cualquier aspecto de la vida.
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