Ayuda a tu cliente para que te elija

Es difícil imaginar a un aficionado realizando un trabajo que exige calidad profesional. Es difícil imaginar un trabajo excelente entregado por alguien con capacidades limitadas.

Fernando Del Vecchio, autor AutorFernando Del Vecchio Seguidores: 825

Fernando Rodríguez Álvarez, editor EdiciónFernando Rodríguez Álvarez Seguidores: 219

Ilustración principal del artículo Ayuda a tu cliente para que te elija

¿Quién puede tomar mejores fotografías: un fotógrafo profesional o un amateur? ¿Quién puede componer una pieza gráfica de mayor calidad: un diseñador gráfico, la secretaria del gerente o el sobrino del dueño de la empresa? Es difícil imaginar a un aficionado realizando un trabajo que exige calidad profesional. Es difícil imaginar un trabajo excelente, entregado por alguien con capacidades técnicas y conceptuales limitadas.

¿Qué sucede si el cliente no sabe o no logra diferenciar entre resultados excelentes y resultados apenas «buenos»? ¿De qué forma ayudamos al cliente a tomar la mejor decisión, en función de los resultados que él espera? En diversos ámbitos, la queja se repite: «los clientes no valoran nuestro trabajo»; «los clientes solo quieren pagar menos»; «los clientes esto, los clientes aquello», etc. Pero es improbable que los clientes cambien su postura frente a nuestra queja solo para hacernos felices. Somos nosotros quienes debemos cambiar y ayudarlos a tomar buenas decisiones: ya sea explicándoles por qué somos «mejores» (en los términos que ellos puedan comprender) o adecuando nuestro servicio a su presupuesto.

Ofrecer ejemplos

Una forma de ayudar al cliente a tomar la mejor decisión es ofrecerle suficientes ejemplos de aquello que podemos hacer, y ofrecer muestras de aquello que se puede obtener por un precio menor; ejemplos de aquello que puede obtener contratando otro tipo de profesional, menos formado, menos especializado o menos capacitado.

Es habitual, en el ámbito del Diseño Gráfico, exhibir en un portafolio los trabajos del profesional. Ese muestrario intenta reflejar las capacidades de su dueño en trabajos aplicados —en muchos casos— a proyectos verdaderos. Pero son pocos los diseñadores que, además, hacen evidente la diferencia comparando su trabajo con otros casos del mismos tipo realizados por profesionales menos capacitados, o por personas con buenas intenciones (secretarias o sobrinos).

¿Es posible conseguir ese tipo de ejemplos?, ¿es viable generar ese tipo de modelos? Yo creo que sí. Cualquier diseñador podría tomar cualquier «caso de éxito» (ese tipo de ejemplos por los que siempre protestan), utilizar ese caso como un supuesto «pedido realizado por un cliente», generar una gráfica de acuerdo con su capacidad y mostrarlo en forma comparativa como «diferencias entre resultados. Es decir, poner en evidencia «lo que es», versus «lo que podría haber sido (si me hubieran contratado)».

Veámoslo en un ejemplo concreto y real. Cualquier cliente podría decir: «¿por qué voy a contratar a un fotógrafo profesional si puedo comprar una cámara digital profesional y hacerlo yo mismo?». El fotógrafo James Hodgins invitó a su cliente a tomar por sí mismo una fotografía de un motivo en particular, con el mejor equipo que pudiera comprar, para luego comparar esa fotografía con una toma profesional realizada por él.1

A la izquierda la fotografía tomada por el cliente. A la derecha la fotografía tomada por el fotógrafo profesional James Hodgins.

Destaca la diferencia

¿Notas alguna diferencia entre las dos fotografías?, ¿percibes el contraste entre el resultado del profesional (a la derecha) y el resultado del aficionado (a la izquierda), utilizando ambos el mejor equipo que pudieran comprar, elegir y utilizar? Si hicieras esto mismo en tu práctica cotidiana, tus resultados serían distintos. Si realmente eres el profesional excelente que dices ser, la disparidad entre el resultado que puedes obtener y el resultado de otros menos calificados, debería ser muy evidente. Y si esa diferencia es valorada por tu cliente, te elegirá y la pagará. Si no es valorada, quizás sea mejor que ese cliente entienda que, por el presupuesto que maneja, tiene que buscar otro profesional; y que tu entiendas que debes buscar otro cliente.

En suma, si emprendes tu propio negocio, mejora tus decisiones empresariales. Mejores decisiones llevan a mejores resultados. Puedes ser muy talentoso, pero si estás obteniendo resultados malos, será que tus decisiones no están a la altura de tus capacidades y de tu potencial. Si es que realmente existe, haz evidente la diferencia entre tu trabajo profesional y el del aficionado.

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  1. Ver fuente de la fotografía y más ejemplos. Hodgins, James (2015), Crappy vs Snappy, en Mining Industrial Photographer, Ontario.
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Este artículo no expresa la opinión de los editores y responsables de FOROALFA, quienes no asumen responsabilidad alguna por su autoría y naturaleza. Para reproducirlo, salvo que estuviera expresamente indicado, por favor solicitar autorización al autor. Dada la gratuidad de este sitio y la condición hiper-textual del medio, agradeceremos evitar la reproducción total en otros sitios Web. Publicado el 17/04/2015

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Ilustración principal del artículo Rechazos positivos
Rechazos positivos Si no trabajamos en la comunicación de lo que somos y lo que hacemos, serán los clientes quienes lo definan de acuerdo a su mejor entender.

Debate

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Retrato de Fernando Weissmann
69
Abr. 2015

Siento disentir, Fernando. El 95% de los Clientes optan por el mas económico casi en cualquier circunstancia. Por más que le lleves la foto de Man Ray elegirá como te dije, el valor económico antes que la calidad. Mi escepticismo en el diseño y la calidad no es de ahora. Lo cierto es que cuando fracasa el diseño del aficionado, viene al galope para que le soluciones el problema...pero eso pasa muy pocas veces. Un cordial saludo desde Barcelona.

2
Retrato de Luciano Cassisi
2006
Abr. 2015

No coincido con el porcentaje. Creo que es mucho más bajo. 20% siendo muy pesimista.

2
Retrato de Gisela Giardino
9
Abr. 2015

Fernando, si bien estoy de acuerdo con tu visión en general, no estoy de acuerdo con el porcentaje, como Luciano. Creo en mi experiencia que, sin ser el 95% ni el 20% que estima Luciano, el 50% de los clientes sopesan precio sobre calidad a cualquier riesgo, y del otro 50%, un 25% paga bien y generalmente es el cliente que también te valora como profesional y tus propuestas, y el otro 25% está en busca de una solución costo/efectiva y a la vez entiende que la calidad se paga (y la termina pagando casi siempre). Hablo de calidad en el resultado y calidad en el proceso. Ambas cosas.

0
Retrato de Luciano Cassisi
2006
Abr. 2015

Gisela, planteado en esos términos, en mi opinión los que buscan una buena relación costo-beneficio serían, entonces, el 100% de los clientes. Es lógico que así sea. Le ocurre a todo el mundo.

En cambio, los que menciona Fernando Weissmann, preocupados especialmente por obtener el precio más bajo, son los que no logran ver casi ningún beneficio de pagar un poco más. Muchas veces, hay que admitirlo, el beneficio que se ofrece es tan bajo que no vale la pena pagar de más; por eso existe un porcentaje (menor) de clientes que solamente valoran el precio menor. En todo caso uno puede apuntar a otros clientes.

Resumiendo, cuando un cliente prefiere pagar menos y no ve el beneficio de pagar un poco más, es porque el diseñador no ha logrado explicarle el beneficio adicional que ofrece. Este artículo de Fernando Del Vecchio propone, justamente, una idea para ayudarle a que te elija.

Con esta aclaración, corrijo mi número pesimista del 20% al 0%.

0
Retrato de Gisela Giardino
9
Abr. 2015

Hola Fernando! Entiendo tu punto, pero no lo comparto. El 50% del que hablo que sopesan precio a cualquier riesgo no les interesa la calidad, sino el precio que pagan. Y el diseñador no importa lo que explique. No es una falencia del diseñador, sino una posición ya tomada del cliente apriori. Son el 95% que interpreto de Fernando. En mis porcentajes, ;) los que vos mencionás aquí son el 25% del 50% restante. Ese que si le explicás, está dispuesto a pagar mientras encuentre una relación costo-beneficio con sentido. Y el otro 25% es el que paga lo que le digas (pero tampoco cualquier cosa, porque como decís siempre se busca una relación costo-beneficio, el tema es que este cliente sabe el tiempo y capacidad que lleva un trabajo "de verdad" y que un buen profesional merece una buena remuneración y no necesita explicaciones).

0
Retrato de Fernando Weissmann
69
Abr. 2015

Estoy en Europa donde la Crisis aún persiste. Tal vez en vuestro mercado el tema sea distinto. Acá han cerrado los principales Despachos y los demás, nos hemos reducido a la mínima expresión. Mínima quiere decir el Titular y su ordenador, dando los planos y maquetas a realizar afuera. Muchos despachos realizan con su superficie sobrante "co-working", es decir alquilando esos m2 a Colegas de profesión con ánimo de intentar rentabilizar espacios que no se usan. De ahí mi parecer, tal vez escéptico, pero real. Saludos cordiales!

0
Retrato de Luciano Cassisi
2006
Abr. 2015

Estamos de acuerdo. La diferencia es que ese 50% que vos mencionás, yo directamente ni los considero posibles clientes. Para atender a ese tipo de «clientes» hay demasiada competencia y yo prefiero concentrarme en desafíos menos temerarios.

Respecto a la aclaración de Fernando, la crisis es un asunto coyuntural, que no será para toda la vida.

1
Retrato de Rodolfo Álvarez
85
Abr. 2015

Luciano: Fernando y quién te escribe en el mismo ámbito geográfico "la vemos venir" desde hace unos cuantos años. Sigue habiendo honrosas excepciones y sillones de plata. No todo lo que se produce para los clientes va al León de Oro. Las discusiones de calidad - precio, los clientes que te buscas y tus karmas (hablo en sentido general) no se ajustan a una realidad elocuente y que día a día sufren diseñadores recién egresados por toneladas, que no encuentran ni "esos clientes ideales", ni trabajos rentables, a cambio son eternos practicantes. Por otro lado los mínimos Fernando (dixit) peleamos la calle con clientes que lo que pretenden es una compatibilidad simbiótica (porque el otro competidor lo hace yo también) tratan de pagar el mínimo porque no tienen la visión o no les interesa tener lo que el diseño podría aportar. Al fin de al cabo se ofrecen todos los días santeros sanadores por poco…cuando el resultado es malo o peor, algunos podrán reflexionar pero por lo general no lo hacen.

0
Retrato de Fernando Del Vecchio
825
Abr. 2015

Evidentemente, cada uno habla desde su propia experiencia y situación. Si en lugar de hacer foco en las diferencias encontráramos coincidencias, el resultado sería muy distinto. No les parece? Mi intención del artículo como disparador de ideas, implica pensar en lo siguiente: algunos comentarios se refieren a lo difícil que sería aplicar esta idea en el diseño gráfico. Quizás lo difícil radica en pensar en eso, para ubicarse en los pies (y cabeza) del cliente no diseñador al decidir la contratación de un servicio. Esto significa pensar en el vínculo, no en el diseño. Más allá del ejemplo puntual del fotógrafo, la pregunta es: ¿cómo ayudamos al cliente a que elija mi servicio, cuando tiene posibilidad de compararlo con otros únicamente en función de lo que le gusta y/o del precio? Saludos!

2
Retrato de Luis Jaime Lara Perea
30
May. 2018

Coincido con Fernando del Vecchio en el sentido de que el problema es demostrar el valor de lo que hacemos. No vendemos productos como para hablar de caro o barato, ni de calidad o sencillez. Vendemos "negocio" y en los negocios todo se reduce a cuánto invierto y cuánto gano.

Hay una frase de la que desconozco al autor, pero que viene al tema, que dice: "Triste es que te contraten por barato y no por bueno" Y sucede cuando uno mismo no es capaz de mostrar claramente su oferta de valor (no de precio).

0
Responder
Retrato de Gisela Giardino
9
Abr. 2015

Buenísimo el artículo como siempre! Creo que con la fotografía es más fácil de demostrar lo que sugerís, pero con otras cosas no tanto. Y por otro lado, en última instancia recaés en la capacidad del cliente de darse cuenta de que una cosa es "apenas buena" y otra es profesional. Si le mostrás a un cliente un logo hecho por un amateur y el logo de Google o de Yahoo (ejemplos abundan mi mente) te puedo asegurar que no sabrá diferencias entre el "profesional" y el "amateur". Sinceramente, en muchos trabajos de diseño gráfico no es evidente la diferencia en el resultado, más sí en el proceso, en la profesionalidad en la forma de trabajar. El resultado siempre termina atravesado por las decisiones, caprichos y circunstancias del cliente, y su propia limitación. Nadie puede imponerle un resultado profesional a un cliente amateur. Un buen portfolio es aquel donde mostramos las propuestas a los clientes, porque los resultados muchas veces no se ve más profesional que otro amateur. Saludos!

7
Retrato de Julio González
3
Abr. 2015

Buen aporte Gisela,

Gracias.

1
Retrato de Julio Tachella
0
Julio Tachella
Abr. 2015

mejor caso que el que voy a mencionar no debe existir.. vos decis de compar un buen logo amateur con el de google o yahoo.. (en eso estoy totalmente de acuerdo)..

una de las marcas mas reconocidas mundialmente fue justamente lograda por un amateur.. estoy hablando del logo de NIKE.. y que al pobre pibe le pagaron monedas.. que ironia/injusticia...

1
Retrato de Julio González
3
Abr. 2015

Hola Julio. Está bueno el ejemplo de NIKE , pero hay un detalle que no se sabe mucho y es que tiempo después, Nike, reconció el valor de la pieza gráfica y enmendó esa injusticia .

Saludos

1
Retrato de Julio Tachella
0
Julio Tachella
Abr. 2015

mira vos, no sabia ese detalle... gracias por el dato..

1
Retrato de Gisela Giardino
9
Abr. 2015

Gracias Julio y Julio por las respuestas y comentarios. Saludos!!

0
Retrato de Sebastián Vivarelli
337
Abr. 2015

Excelente comentario Gisela. Al logo de Nike le sumo otro (ejemplo usual en conferencias): La Serenísima. Una marca gráfica no acorde a la calidad de los productos.

1
Retrato de Rodolfo Álvarez
85
Abr. 2015

Gisela muy acertado tu punto de vista y lo comparto en mi propia experiencia. Muchas veces lo elegido es lo peor, no porque esté la opción sino es el resultado conducido por el mismo cliente. "Aquí no vale tengo esto y también lo otro por si acaso no te guste". Trato de encontrar la respuesta ajustándome a un briefing (que el mismo cliente propone o se establece, porque la mayoría no tiene idea de que va ) y que es contradictorio punto por punto cuando analiza el proyecto que presentas, se desdice, se arrepiente, en resumen anteponen los gustos estéticos y el concepto al ornamento.

Cuesta explicar y hay que hacer docencia explicando y meterlo en las tripas para que en su entendimiento acepte la propuesta…luego es otra historia que si sale bien seguro seguirá trabajando contigo muchos años y valorará positivamente los resultados, pero no demasiado no sea cosa que le cobres más caro los próximos encargos. Saludos!!.;)

1
Retrato de Gisela Giardino
9
Abr. 2015

Gracias Sebastián y Rodolfo. Totalmente de acuerdo con ambos. Saludos!!

0
Retrato de Luis Jaime Lara Perea
30
May. 2018

Recién estoy leyendo este artículo y cada comentario. Creo que el problema está desde que permitimos elegir al cliente, no tiene por qué hacerlo, para eso nos está pagando. Para que seamos nosotros quienes tomemos las decisiones importantes respecto a una materia en la que supuestamente somos profesionales. Está en la manera de hacer nuestro trabajo la solución a estos inconvenientes.

0
Responder
Retrato de Rodolfo Pollini
0
Rodolfo Pollini
Abr. 2015

Nada que objetar al artículo, pero tampoco al comentario desde Barcelona de Fernando Weissmann sobre la frecuente y rápida elección por el presupuesto más bajo. ¿Porqué? Porque para elegir el más alto habría que poder analizar la foto tomada por el cliente y la tomada por Hodgins con el ojo que las analizamos nosotros. ¿Nadie se topó con un cliente que le diría que la primera de las fotos también "está buena" o "también tiene lo suyo"? Podemos ayudar al cliente con ejemplos, pero jamás encontraremos ejemplos para ayudarlo a tener buen gusto, criterio estético, sentido de lo que significa la luz, la forma, el equilibrio...¿sigo?

Un abrazo para todos

4
Retrato de Daniel Silverman
53
Abr. 2015

Es cierto que hay clientes como el que describís, pero el propio artículo te da una pista para esos casos: vos no sos el diseñador que necesitan ni ellos son los clientes que buscás. Saludos.

2
Retrato de Rodolfo Pollini
0
Rodolfo Pollini
Abr. 2015

Obviamente. Mi comentario anterior empezó coincidiendo con el artículo en general, pero reflexioné sobre algo que en principio me pareció imposible de aplicar, al menos en el entorno que conozco. No conocí diseñadores dispuestos a hacer lo que propuso Hodgins. La decadencia del concepto de calidad fundamenta tal vez la opinión de Weissmann, decadencia que no solo hay que ejemplificarla en el dueño de una empresa que no sepa valor el diseño y su costo, sino también en las gerencias de marketing de empresas a veces imortantes. Si sabemos o no seleccionar el cliente es otra historia y cada uno sabrá lo que hace. La reflexión es sobre los andariveles por donde transcurre hoy la realidad, al menos en mi entorno, y la posibilidad o no de aplicar el ejemplo de Hodgins

Saludos.

1
Retrato de Luis Jaime Lara Perea
30
May. 2018

Creo que parte de cómo veamos la venta de nuestros servicios. Desde el principio no tenemos por qué dejar elegir al cliente, nos pagan por hacerlo y solamente el cliente opina. No decide.

Si es porque "el cliente paga, el cliente manda" entonces les recomiendo que en su próxima visita al médico ustedes sean quienes elijan la enfermedad y el tratamiento. ¡Vaya altanería de los médicos que ni siquiera nos permiten elegir entre varios medicamentos! siempre tienen que ser ellos queines decidan.

1
Responder
Retrato de Fabiola Sanjinés
0
Abr. 2015

Muy buen punto! gracias por el dato. Pero veo casos donde al cliente le gusta lo aficionado. Se le presenta propuestas y explicando las diferencias, pero el cliente indica que "mas es mas" mientras que el famoso "menos es mas" le parece que se gasta dinero para algo que parece no haberse trabajado. Gustos...

2
Retrato de Gisela Giardino
9
Abr. 2015

Es muy cierto eso que mencionas, Fabiola. Cuando se trabaja en búsqueda de una síntesis el cliente interpreta que ni te gastaste en trabajar ese resultado. En eso es muy importante, creo yo, la justificación semántica de la propuesta que se le está presentando al cliente. Y aún así, el cliente tiene que decidir. Uno es el profesional, pero no puede profesionalizar/educar al cliente (a menos que este lo desee), con lo cual el resultado está limitado a la limitación/educación misma del cliente. Saludos!

0
Retrato de Luis Jaime Lara Perea
30
May. 2018

El problema es de raíz, Fabiola, el cliente no tiene porqué decidir ni nosotros estar presentándole opciones. Ese es el vicio de cuando estábamos en la universidad, el profesor analizaba y orientaba (o decidía). ¡Pero él sí sabía de diseño! los clientes no saben. Nos pagan por la toma de decisiones y hay que hacérselos saber desde un principio.

Si nos alquilamos como dibujantes nos van a tratar como tales y el cliente dirigirá el proyecto.

0
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Retrato de Brayan Vargas
0
Nov. 2017

Este articulo enfatiza un aspecto primordial en el Diseño Grafico, que es la gran brecha que separa a un profesional grafico preparado, con cualidades tecnicas y conceptuales con un aficionado. El resultado en nuestro trabajo debe ser evidente y mostrar lo que nos diferencia frente al ficionado, dejando ver al cliente que nuestro trabajo esta respaldado con conceptos y un porque, nosotros debemos rendirle cuentas al cliente por ejemplo de porque empleamos cierta gama de color o cierta tipografia, mientras que el aficionado puede que defienda su parecer en lo que hizo, pero no se va a ver respaldado por fundamentos y eso se ahra evidente en el resultado final del proyecto. El portafolio del diseñador debe ser su carta de presentacion, comparando los resultados de los procesos que se han llevado a cabo con respecto a otros con un menor impacto y de este mismo modo el cliente va a comprender que nuestro trabajo tiene gran diferencia con respecto a otra persona menos preparada.

1
Retrato de Luis Jaime Lara Perea
30
May. 2018

Sólo un comentario: el portafolio no debe mostrar los procesos sino los resultados. Los clientes no saben de diseño ni de metodologías, pero saben muy bien de números.

0
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Retrato de Jhon Eduard Lozano Reyes
0
Nov. 2017

Este artículo me recordó una frase que solía decir un profesor de diseño gráfico que tuve hace unos años: "Muéstrenle al cliente qué diferencia su trabajo de los demás", en este contexto vendría siendo la calidad y el interés puesto en las diferentes propuestas que uno le lleve al cliente, como dice uno de los comentarios aquí: es bueno que el cliente vea todo el empeño puesto para que elija la mejor opción.

0
Retrato de Luis Jaime Lara Perea
30
May. 2018

Te recomiendo mostrarle al cliente lo que va a ganar con tu diseño. Eso funciona mejor, por lo menos lo hace para nosotros.

0
Responder
Retrato de Javier Marro
0
Sept. 2015

Interesante, pero aplicable de manera limitada. La verdad en esto es que los clientes no comprar diseño porque sea mas bonito que el otro o estéticamente mas atractivo, lo hacen a manera de inversion. Lo que significa que el personaje en cuestión está pagando por piezas de diseño que le significaran un retorno mas adelante. Si te centras en vender por motivos de apreciación subjetiva, nunca se llevará a tierra la verdadera razón por la cual se compra un producto o servicio.

El valor del diseño puede medirse con resultados de impacto público en la sociedad. La imagen siempre es relativa, y debe ser aferrada a un contexto. Creer ser dueños de lo hermoso y estético es el error que todos cometen, por eso no concretan ventas y siempre se quejarán de que el cliente no aprecia su "arte".

1
Retrato de Luis Jaime Lara Perea
30
May. 2018

¡Vaya, la primer respuesta (en orden cronológico) que ve al diseño como inversión de negocio y no como producto de la subjetividad!

Coincido contigo.

0
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Retrato de Anali Garza
0
Ago. 2015

Desde mi punto vista pienso que siempre es fácil criticar el trabajo de otras personas pero cuando nos piden a nosotros hacerlo agachamos la cabeza. Mucha gente (me incluyó) nos da pena el mostrar nuestros trabajos por lo mismo que como nosotros criticamos a los demás, nos da miedo que nos agarren con el mismo látigo, y dejamos que delante de nosotros contraten gente que como bien dices ofrecerá un precio menor, pero no saben que la calidad también sera menor. Para concluir; debemos dejar de pensar tanto en el que dirán por que para mucha gente nuestros trabajos serán los mejores y obviamente para otras no, para gustos se hicieron los colores, como bien dicen, así que sin pena y éxito en todos los proyectos.

0
Retrato de Fernando Del Vecchio
825
Ago. 2015

Hay que trabajar orientado a la aprobación del cliente, y no a la aprobación de los colegas. En definitiva, los colegas no tienen ni idea del pedido, ni del problema, ni del cliente de tu cliente... ni del brief (si lo hubiera). En definitiva, los colegas opinan a partir de lo que les gusta o no. Los colegas no pagan tus cuentas, los clientes sí. Es una opinión que importa muy poco. Saludos!

4
Responder
Retrato de Fernando Del Vecchio
825
Abr. 2015

Muchas gracias por todas las opiniones. Espero que el artículo sea un disparador de ideas para que cada uno - más allá de las situaciones particulares que viva o padezca - pueda implementar mejoras en su actividad y proyecto profesional. Saludos!

2
Retrato de Rodolfo Álvarez
85
Abr. 2015

Aunque pareciera "poco ético" hacer comparaciones, porque muchas veces no son sólo intrusos quienes intentan y hacen trabajos dudosos otros dirigidos a control remoto por sus propios clientes rebotando producen con gran decepción trabajos de baja calidad que hasta temen mostrar ¿quien no tiene algún muerto en el ropero?. Como dices Fernando viene absolutamente al caso y es un gran disparador de ideas este excelente artículo y tu punto de vista, que sin dudas es fruto más que evidente de una reflexión de un profesional de experiencia con situaciones vividas. Hay que ponerlo en práctica cuanto antes y hasta como desafío hacer una encuesta de resultados, una evaluación pondrá en blanco y negro la actual situación dónde los conocimientos y destrezas se han camuflado por "facilidades", cualquiera puede manejar un software de diseño, tomar una foto o copiar un concepto pero un profesional entrega y garantiza lo mejor de su capacidad y experiencia para un mejor resultado, Saludos.

0
Responder
Retrato de Daniel Silverman
53
Abr. 2015

De acuerdo, al cliente hay que darle elementos para que pueda juzgar más allá de gustos personales o precios. Yo brindo conceptos muuuy básicos de diseño a no diseñadores a través de mi blog, a fin de que puedan resolver mejor una presentación multimedia cotidiana. Al tomar conciencia de que diseñar unas diapositivas no era copiar y pegar, los lectores valoraron más nuestra disciplina. Todos usan algún tipo de slideware y no me van a contratar para lo simple (como yo no llamo al plomero para que me cambie un grifo). Esto es así y no hay vuelta atrás; pero como ya saben distinguir un diseño amateur de un profesional, cuando se la juegan con una presentación me contratan.

2
Retrato de Luis Jaime Lara Perea
30
May. 2018

Pienso que al cliente no hay que dejarlo juzgar, hay que demostrarle. Estoy convencido de que ahí radica todo el problema. Buscamos como ayudarlo a decidir algo para lo que nos está pagando por hacer.

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