¿Las universidades matan la creatividad?
¿El academicismo excesivo esta terminando con la creatividad limitándola a los parámetros impuestos por quienes crean los pensums de estudio?
AutorEdgar Navarro Seguidores: 20
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En el año 2006, el ex ministro de educación de la Gran Bretaña, Ken Robinson, hablo en el TED (Ideas Worth Spreading) sobre el hecho de que las escuelas «matan la creatividad». Con esta temática muy controversial, Robinson expone una realidad que puede pasar inadvertida si no se analizan bien los síntomas y los resultados de años de aplicación de métodos de enseñanza académica lineal y estricta, y los efectos de estas técnicas de enseñanza y del comportamiento social que en general afectan sobre manera la libertad expresiva y creativa del individuo.
En el entorno académico de formación para los diseñadores gráficos se produce desde los inicios de la existencia de la profesión una problemática similar, por no decir igual. Las bases fundadoras de la Bauhaus establecieron un canon técnico y académico que aún hoy resuena en los pasillos de las universidades modernas. Estas bases académicas heredadas de las utilizadas en la formación de arquitectos e ingenieros de la época, fueron aplicadas y modificadas acorde a las necesidades del profesional del diseño, pero igualmente se generó una lineatura conductual muy estricta que poco fomenta las explosiones creativas en muchos de los estudiantes, y quienes revelan esta expresión de forma natural muchas veces son limitados por la rectitud de los parámetros de evaluación utilizados por los docentes e instituciones.1
El diseñador gráfico se mueve en un medio ambiente creativo. De hecho, como profesional, depende de su ingenio y creatividad para definirse, progresar y crecer en el campo laboral. Pero si observamos las bases formativas que posee encontraremos esos fundamentos académicas que de forma subjetiva rigen el pensamiento del diseñador, orientándole y direccionándolo hacia las convenciones del mercado que definen la eficacia y aceptación de su trabajo.
Desde la óptica general del entorno social y el ambiente laboral, estas directrices programadas son claramente el índice de confiabilidad y de éxito, pero desde el punto de vista de una agencia publicitaria o de un diseñador experimentado, esta formación académica puede a veces ser un obstáculo para la creación de elementos que verdaderamente sean innovadores, funcionales y extraordinarios. Son estas creaciones las que realmente «venden» o llaman la atención, justamente por salirse de los patrones habituales.
La creatividad siempre ha sido un tema delicado y difícil dentro de las instituciones universitarias. Se han creado asignaturas, materias y talleres de creatividad que no cuentan con un método de evaluación tradicional por no tener una forma real de medir la capacidad creativa del estudiante, y esto produce que no sea controlable por los docentes y que entonces se genere un vacío en la enseñanza. La lucha por la creación de sistemas efectivos en los que se puedan poner en marcha los procesos creativos, es hoy en día la pauta para muchas instituciones que quieren evitar aniquilar esta preciada condición del estudiante, que bien puede definir su futuro y su éxito en el campo profesional.
Quienes nos hemos dedicado a la formación educativa de futuros diseñadores debemos tomar esta situación muy en serio y establecer en nuestros planes de estudio opciones abiertas en cuanto a las directrices de nuestra pedagogía, entendiendo de antemano que existen en particular materias que son sumamente técnicas y que difícilmente podremos modificar sus bases para hacerlas menos rígidas, pero la aplicación y el método de aprendizaje sí puede ser manipulado a favor de la libertad creativa del estudiante.
¿Pueden finalmente las universidades «matar la creatividad»?
No solo pueden sino que lo llevan a cabo, pero queda en nuestras manos como docentes y profesionales modificar esto y crear para nosotros mismos una apertura mental que disponga nuestras actitudes, aspiraciones y personalidades en función de una estrategia liberadora del proceso de formación de un creativo potencial. Vivimos para y por la creatividad, siendo este nuestro alimento más fundamental dentro de la expresión gráfica, comunicacional y visual de nuestro lenguaje universal.
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Traducir al inglés Traducir al italiano Traducir al portugués- Posiblemente existan aún instituciones de enseñanza bien dispuestas a incentivar la creatividad en el estudiante, pero la gran mayoría aún se rigen por esos estandares de educación formal y lineal. Los diseñadores necesitan explorar y explotar el potencial en un lugar seguro y bien dispuesto para ello. Así, una vez en el mercado laboral, podrán definitivamente desenvolverse con mejores opciones y con mayor preparación.
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