La esencia de lo útil

¿Cuál es el sentido y la dinámica de la creación de objetos?

André Ricard, autor AutorAndré Ricard Seguidores: 503

Luciano Cassisi, editor EdiciónLuciano Cassisi Seguidores: 2006

Ilustración principal del artículo La esencia de lo útil

El pasado

La especie humana para sobrevivir ha dependido siempre de las herramientas que iba creando. De entrada simples herramientas que le han permitido hacer frente a la adversidad, primero simplemente para subsistir y luego, progresivamente, para mejorar su calidad de vida. Cada época ha sabido perfeccionar y ampliar ese bagaje cultural que heredaba. Muchos utensilios básicos aun hoy nos ayudan en nuestras vida activa y tareas domésticas: el cuchillo, la cuchara y el vaso o el hacha, la sierra y el martillo, todos ellos proceden de esa creatividad ancestral. Son objetos simples y discretos pero siempre útiles, sin los que sería difícil llevar a cabo, aun hoy, muchas de las tareas esenciales de nuestra vida cotidiana. Recordemos si no, ¡lo difícil que resulta calzarse cuando no tenemos un calzador a mano! Un gran número de modestos enseres que utilizamos, a los que préstamos poca atención, pero que nos son indispensables para realizar las tareas cotidianas más básicas. Todos ellos son como una suerte de “prótesis”, sin las cuales seríamos conscientes de nuestras discapacidades para vivir. Su uso habitual nos parece tan obvio, tan normal, que ya no nos maravillamos ante su ingeniosa eficacia.

Todos estos aparejos, además de su función utilitaria, son también un testimonio de las aptitudes y anhelos de la época en que fueron creados. Es mediante estas cosas materiales, que nuestra especie revela la dimensión y calidad de su cultura. El esfuerzo imaginativo que este equipamiento artificial ha precisado, ha estimulado también la evolución y desarrollo de los conocimientos de todo el colectivo que lo creó. Los objetos son la huella material que deja el Hombre de su historia. Ellos describen implícitamente cómo eran quienes los idearon y es por ellos que sabemos de las civilizaciones que nos precedieron. Son a veces el único rastro que de ellas tenemos.

Cada utensilio, herramienta o máquina que ha llegado hasta nosotros ha sido creado por quienes, utilizando los conocimientos y las tecnologías de su época, definieron cada detalle de sus formas, sus materiales y les dieron las cualidades prácticas que poseen. La configuración que hoy tiene cada pieza de este legado de útiles que seguimos utilizando, es el resultado de un largo proceso de mejoras que generaciones de artesanos han ido aportando continuamente.

El presente

En la sociedad industrial en que vivimos, la creación de lo que se va a producir ya no puede depender de esa larga maduración de dilatados tanteos del try and error (prueba y error). El sistema industrial de producción masiva, exige asegurar que el producto que se fabricará sea de entrada acertado y cumpla óptimamente la función que se le ha asignado.

Desde hace algo más de un siglo fue así perfilándose una nueva disciplina creativa que responde a esta exigencia: el diseño industrial. Su propósito es el mismo que el que guío a la creatividad ancestral: que todo lo que creamos tenga como finalidad la mejora de nuestro bienestar. De modo que, también en la era industrial, el producto que se fabrica ha de ser, en cada caso y situación, la óptima alternativa posible. Comprendiendo que el propósito esencial de todo nuevo ente material que se crea ha de cumplir eficazmente la función específica a que se le destina. Esa es la raison d’être1 de todo lo que creamos. Al acometer un diseño es fundamental considerar que su utilidad (necesidad y función) es lo primordial. Cumplir este precepto no impide que quien lo crea deje también su impronta personal en sus obras. 

Si bien los objetos útiles poseen una forma que, en general, está determinada por la utilidad que deben facilitar, ese núcleo funcional irrevocable impone su diktat,2 pero nunca las exigencias funcionales definen la totalidad de la forma del producto final. Siempre hay áreas que no están sujetas a estos dictados impuestos. Es allí donde cada creador puede expresar su sensibilidad y su ingenio. Es en esta área de libertad de expresión donde la función abandona su fría austeridad y se humaniza.

La funcionalidad solo delimita las características de naturaleza operativa. Un objeto útil no puede ser únicamente “utilitario”. Siempre posee además un significado adicional identitario, un “significado” que también tiene un propósito útil, de otra categoría, pero con un finalidad claramente definida. Son muchos los objetos que sirven como nuestros auxiliares en tareas manuales o intelectuales; pero también hay otros que sirven para satisfacer sutilmente nuestra sensibilidad, para denotar nuestra pertenencia a un grupo en particular. Si los unos satisfacen necesidades prácticas; los otros, las necesidades rituales no menos importantes de afirmación personal, comunicación con otros o integración social. Por lo tanto, de la misma manera que las herramientas prácticas de nuestra vida cotidiana evolucionan constantemente, con mejoras adicionales facilitadas por la tecnología, este otro tipo de objetos con esa “función” simbólica con la que están imbuidos, también evolucionan en paralelo. Para este idioma significativo, como cualquier otro idioma, existe un proceso de constante mutación. Muchos símbolos pierden su significado anterior y “dicen” algo diferente. Para decir lo que solían decir hay nuevos símbolos para reemplazarlos. El lenguaje cambia pero el significado... el significado permanece. Este tipo de lenguaje no se limita a artículos de lujo, sino que ha impregnado los objetos más prácticos. Por lo tanto, a través de objetos esencialmente prácticos también estamos “hablando” sobre nosotros mismos.

¿Y el futuro? 

El puro y duro enfoque funcionalista ya no se aplica en las cosas que utilizamos. En los objetos muy tecnológicos la función no determina ya la forma que tiene un objeto. A principios del siglo XX, para olvidar esa moda que consistía en adornar los objetos con toques del Art Nouveau, el Movimiento Moderno partió de un enfoque racionalista, partiendo de lo que posibilitaban las nuevas tecnologías y materiales. Ese racionalismo abrió un nuevo horizonte y todo un repertorio de nuevos enfoques y genero una nueva estética sin relación alguna con el pasado, una estética que ha marcado con su impronta todo el siglo XX, y aun colea.

El posmodernismo surgió pretendiendo reemplazar aquel racionalismo pero acabo siendo un curioso movimiento pendular que, tan pronto, recuperó rasgos del más lejano pasado, como también signos, formas y colores del mas puro kitsch. Nos hallábamos entre un movimiento en favor de la función pura y otro variopinto que se deleitaba en el efectismo ornamental. 

Observando el curso de la historia vemos que esta se mueve según un pulso binario de evolución-involución. Cada ciclo histórico surge radical. Intenta separarse del ciclo anterior de manera absoluta. Sus propuestas pretenden llenar lagunas existentes, pero lo hacen de manera excesiva. Falta moderación y reflexión. Excesos que el propio movimiento no puede frenar. Su energía parte de ese absolutismo. Será el ciclo siguiente el que, aun proclamando su ruptura con el ciclo anterior, sea capaz de respetar la esencia de los logros conseguidos por este, iniciando una nueva dinámica en la que las aportaciones sustanciales hechas por cada ciclo se descubran y afiancen, no en su propio tiempo, sino en el siguiente. Luego este nuevo ciclo, cometerá sus propios excesos y será el próximo ciclo el que determine y retenga los logros que lo merezcan. De modo que, ni el radicalismo del Movimiento Moderno ni su rechazo por los nuevos modernismos ha de sorprender. Es ley de vida. 

 

Nos queda un hecho obvio: que lo que el diseño aporta va siendo reconocido. Ahora existe una plena conciencia del factor “uso” en el diseño de las cosas, un factor que siempre ha existido en la artesanía pero que no se tuvo en cuenta al comienzo de la era industrial. Como siempre, para despertar de su letargo, una sociedad se desploma en una especie de inercia perniciosa. Era necesario pedirlo todo para obtener algo; y esto fue exactamente lo que sucedió. Es cierto que debemos poner fin a esta idolatría de la ciencia y de la razón. La esencia misma del Hombre reside en esa sutil síntesis de magia y lógica. Solo el equilibrio correcto entre estos dos vectores puede producir un entorno creado por el Hombre con una dimensión verdaderamente humana. La misión del diseñador de hoy es crear en los artículos de la sociedad industrial esa difícil síntesis que el artesano ordinario del pasado pudo lograr en su trabajo.

¿Qué te pareció? ¡Comparte tu opinión ahora!


Opiniones:
5
Votos:
23

Este video podría interesarte👇👇👇

Colabora con la difusión de este artículo traduciéndolo

Traducir al inglés Traducir al italiano Traducir al portugués
  1. N. del E. “razón de ser” en francés.
  2. N. del E. “dictado” en alemán.
Código QR de acceso al artículo La esencia de lo útil

Este artículo no expresa la opinión de los editores y responsables de FOROALFA, quienes no asumen responsabilidad alguna por su autoría y naturaleza. Para reproducirlo, salvo que estuviera expresamente indicado, por favor solicitar autorización al autor. Dada la gratuidad de este sitio y la condición hiper-textual del medio, agradeceremos evitar la reproducción total en otros sitios Web. Publicado el 30/03/2021

Descargar PDF

Ilustración principal del artículo Del objeto-útil al útil-objeto
Del objeto-útil al útil-objeto Descargados de su responsabilidad funcional, los objetos-útiles aparecen como simples fenómenos formales cuya morfología se aprovecha para expresar un determinado mensaje.
Ilustración principal del artículo Diseño y vida cotidiana
Diseño y vida cotidiana Los diseñadores pueden hacer un real aporte a la calidad de vida diaria proyectando objetos de baja tecnología donde sea la propia forma la que permita la función.

Debate

Logotipo de
Tu opinión

Ingresa con tu cuenta para opinar en este artículo. Si no la tienes, crea tu cuenta gratis ahora.

Retrato de Maria Daniela Guillen Tapia
0
Hace 5 meses

Este articulo me llamo la atención al ponerme en perspectiva de que los objetos que se usaron hace siglos y se usan aun hoy en día van a seguir siendo utiles de aquí a unos años, simplemente por el hecho de que el ser humano se a acostumbrado a estos. Como lo son los objetos que usamos en nuestra vida cotidiana, por ejemplo un cuchillo a sido util desde hace muchos siglos y lo sigue siendo ahora, a pesar de que pudo haber tenido cambios en apariencia, el cuchillo seguirá funcionando para lo que fue hecho, cortar. Aunque hay objetos que van a ir evolucionando, los cuales se les pone un funcionamiento especifico pero a medida de que va pasando el tiempo, este puede llegar a cambiar con la llegada de la tecnología.

0
Retrato de Pau Avilés
0
Dic. 2021

El tiempo no perdona y sigue corriendo en este presente tenemos todo a nuestro favor, lo que antes era imposible ahora es posible esto es algo bueno pero también tiene sus desventajas. En el pasado se construían herramientas sencillas pero útiles y ahora en el presente con toda con la tecnología de nuestro lado se construyen objetos "bonitos" pero inútiles y si fuera poco esto va de la mano con la contaminación de nuestro planeta...Pero ¿por que? no nos detenemos al comprar objetos que no funcionan si lo admito se ven bonitos pero ¡no funcionan! Necesitamos un cambio urgente de mentalidad y regresar al pasado.

0
Retrato de Ali Romero
0
Dic. 2021

Es impresionante como con el paso del tiempo así como la tecnología va evolucionando, nos vamos adaptando y vamos encontrando herramientas para resolver problemas que se generan en ese momento, siendo adaptables y cambiantes en cada instante. El desarrollo de nuevas tecnologías nos ha abierto las puertas a nuevas herramientas y mas posibilidades, sin embargo, así como existen martillos eléctricos, también seguimos utilizando el martillo convencional, por lo que deja claro que aunque el mundo siga cambiante, algunas cosas perduran por su utilidad.

0
Retrato de Maya Caraveo
0
Nov. 2021

Se me hizo muy interesante este artículo, ya que muchas de las cosas que usemos van a estar cambiando por el paso del tiempo y por la tecnología. Algo que me gusto mucho de este articulo fue «Cada utensilio, herramienta o máquina que ha llegado hasta nosotros ha sido creado por quienes, utilizando los conocimientos y las tecnologías de su época, definieron cada detalle de sus formas, sus materiales y les dieron las cualidades prácticas que poseen».

0
Retrato de Elena Bayiya Fernandez Santos
0
Ago. 2021

La funcionalidad de las cosas en muchas ocasiones, (no siempre) va a estar limitada por el paso del tiempo, y la tecnología de ese tiempo. Un teléfono de inicios del año 2000 va a cumplir todas las funciones que un teléfono móvil de esa época debía cumplir, pero no va a realizar todas las funciones que un usuario del año 2020 necesita cumplir. En este caso cambió tanto la tecnología como el consumidor de la misma. Queda la parte esencial del objeto, que es comunicarse con personas a largas distancias pero con el pasar del tiempo se han ido agregando estos ornamentos como una cámara, una calculadora, librería, aplicaciones de movilidad y redes sociales; la función del teléfono seguirá siendo la de lograr la comunicación entre dos personas, pero si es ese el caso ¿por qué un Nokia 1100 ya no resulta tan útil en la era actual? Porque la tecnología ha avanzado, la sociedad lo ha hecho con ella, y las formas de comunicación ya no se limitan únicamente a la llamada telefónica o mensaje de texto, sino que se ramifican a un gran número de variantes como lo son las llamadas online, videollamadas, chat groups, comentarios, DMs, etc.

0

Te podrían interesar

Próximos seminarios online

Seminarios de actualización para especializarte junto a los que más saben

Auditoría de Marca

Auditoría de Marca

Taller de práctica profesional: análisis, diagnóstico y programa de marca sobre casos reales

30 horas (aprox.)
1 abril

Relecturas del Diseño

Relecturas del Diseño

Una inmersión en el discurso sobre el diseño para despejar sus nociones más controvertidas: creatividad, innovación, arte, tecnología...

20 horas (aprox.)
1 abril

Branding: Diseñador y Cliente

Branding: Diseñador y Cliente

Tratar con el cliente, hacer presupuestos y planificar las etapas de la creación de una marca

15 horas (aprox.)
1 abril