Diseño gráfico, como si tuviera vacaciones

Inicias semestre, es tiempo de volver a ver a tus amigos, saludar a esos maestros que te agradan y volverle a ver la cara a los que no te caen tan bien. Serán seis meses de esclavitud total, tensión, presión, entregas al máximo y entre todo eso ¿que es lo que quieres?, nada más que unas buenas y merecidas vacaciones, que con gran esfuerzo y dedicación te has ganado.

Pasan los días de clases y en lo único que estás pensando al oír la voz martirizante de tu maestro diciendo: «hay dos modelos de impresión visual por medio de una síntesis aditiva y sustractiva, bla bla bla... una tricromía esta compuesta por bla y más bla», es en tus tan anheladas vacaciones. Sol, playa y arena para ti y tus amigos; noches de antro, tardes de películas y diversión al máximo. Por fin horas de descanso adecuadas, comidas bien servidas, lujos y comodidad. Ya no más MacBooks, calentarte la cabeza con el dibujito de señalización para que otras personas entiendan que ahí, ¡sí!, ¡ahí!, está el baño; basta de cutters, reglas, colores, impresiones y más.

Mientras trabajas en tu computadora como esclavo volteas a ver el calendario que tienes colgado en la pared, donde vas contando los días para salir de vacaciones.

Ya has llorado, pataleado y gritado por la entrega de un trabajo, te has arrancado cabello de la desesperación. Tienes unas ojeras estilo mapache, ni tú mismo te crees la cara de muerto que tienes después de tantas horas de no dormir por estar diseñando. Dan las 3:00 a.m. y tú terminando tu proyecto final, no te importa la hora, sólo estás pensando en que mañana será el último día de clases y saldrás de vacaciones. Llega la hora de dormir y sólo por esa razón te acuestas en tu cama sin importar que estas sobre tus colores, que tienes una escuadra debajo de la pierna y que tu MacBook esta a orilla de la cama.

Llegas a la universidad, te vas librando de cada materia y finalmente es tu última hora de clases. Te sientas y solo observas el reloj para que marque la hora de salida y salgas corriendo, ves cómo las manecillas avanzan muy lentamente y en esos minutos de espera imaginas tus vacaciones tan deseadas. Te ves en la playa divirtiéndote, bronceándote esa piel que de tanto estar encerrada ya hasta cambió de color. Te ves con ese traje de baño nuevo que te compraste hace un año y no habías tenido la oportunidad de estrenar hasta ahora, cuando de repente empiezas a oír una vocecita en tu cabeza que dice: «pues la tarea para estas vacaciones será…». ¡Oh no!, tu sueño se empieza a desmoronar, fría y despiadadamente. Al gracioso de tu maestro se le ha ocurrido dejar tarea para las vacaciones y mientras va dictando esa odiosa tarea tu imaginas mil y una manera para hacerle daño, poncharle las llantas de su carro, tirar café sobre su Macbook, manchar su camisa favorita o bueno, sólo arruinarle sus vacaciones.

Tristemente llegas a tu casa y al hacer tu maleta, en medio del traje de baño y la ropa para el antro, metes tu MacBook, cambias  bronceador por chartpacks, toalla por una tabla de corte y si, es así como gracias a ser un diseñador gráfico puedes preguntarte ¿que son vacaciones?

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