Convergencia de tendencias en el sector de indumentaria en la Argentina
La velocidad del ciclo de la moda como consecuencia de las limitaciones en los factores de producción en el país.
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Artículo escrito en co-autoría con Débora Rodrigues e Priscila Lima Pereira.
El sector de la industria de la indumentaria en la Argentina está marcado por la valoración de la moda de autor, algo característico a este mercado. Un sector segmentado en que el valor agregado está en el diseño diferenciado, respondiendo a la demanda de un consumidor que posee información de moda y quiere ser único. Por esa razón, innumerables marcas pequeñas compiten para dar al consumidor la diferenciación deseada.
Aunque esa sea la auto-definición preferida de la industria de la moda argentina, a los ojos de los extranjeros lo que se ve es una convergencia de productos terminados, algo que queda cerca de la cópia, aún de un sector con presencia preponderante de microempresas (menos de 5 empleados)1. La adopción de las tendencias es rápida,2 lo que hace que el ciclo de la moda gire en periodos de tiempo menores.3
Investigamos las razones que están por detrás de este fenómeno. Al armar un modelo para describir ese comportamiento, una de las variables de mayor significado fue la limitación de los factores de producción, como las restricciones de acceso a los insumos, sea porque la producción interna es reducida, sea por trabas a la importación. De ahí que, no es que los diseñadores no sean creativos o que los consumidores no tengan estilo, prefiriendo la estandarización.
Muchas marcas trabajan con escalas de producción tan pequeñas que están sujetas a las limitaciones de los proveedores, lo que, más allá de significar un aumento de los costos de producción por el pago de un precio mayor que los de compra de fábrica, limita la elección a los insumos de producción ofertado por ellos, haciendo surgir la convergencia en estampados (en lo textil,4 el costo de ingreso es tan alto que pocas industrias participan del mercado en el país,5 y dado el tamaño reducido de la demanda de insumos por cada pedido, el precio de transferencia para producción de un modelo único es elevado) y diseños (aunque el sector se caracterice porque más del 80% de los talleres están integrados por menos de 10 personas, cuando se necesita maquinaria elaborada o escala, los costos fijos se reducen mediante la «copia» de modelos originales).
Así, desde un sector muy segmentado —en el que la ventaja de tener innumerables empresas competiendo en un mismo mercado es neutralizada por la poca escala de la demanda—, hay poco poder de negociación para la imposición de modelos de diseño y calidad, dentro de una estructura en que la renta del consumidor actúa como variable exógena, evitándose la transferencia de costos de producción a la cadena. Es un modelo en el que los factores de producción —ineficientes por la poca competitividad, son limitados por variables endógenas (poca tecnología) y exógenas (medidas restrictivas al comercio)—, juegan un rol esencial en la decisión de producción y en el resultado final de la industria, como producto terminado.
En la práctica eso se traduce en un mercado en que en una temporada,6 86% de los negocios analizados dentro de una zona geográfica caracterizada por el diseño de autor en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, hubo convergencia en modelos (64%), colores (82%) y estampados (68%), lo que va en el sentido contrario a una búsqueda por la diferenciación del mercado consumidor de nicho. Como consecuencia, una de las principales ventajas competitivas de la industria de la indumentaria de la Argentina, que está asociada a la marca-país, el diseño, agregador de valor de por sí, termina siendo poco aprovechado por limitaciones en la cadena productiva. Esto se traduce en una asignación ineficiente de recursos en el sector. Una pérdida macro para el país.7
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- La segmentación del sector se traduce por su composición: 74% de microempresas (menos de 5 empleados) y 22% de pequeñas empresas (entre 6 y 40 empleados). En 2009 había 12.200 establecimientos industriales en el sector de indumentaria, moviendo 6.000 millones de dólares. Fuente: Argentina Trade Net, Sector de la Industria de la Indumentaria, Informe Sectorial, 2010.
- Cuestionario estandarizado. Metodología cuantitativa y cualitativa en locales de venta.
- La limitación de los factores de producción es a penas una de las variables del modelo. Otras variables para la velocidad de adopción de tendencias y su convergencia es el ambiente de incertidumbre, generado por el riesgo país y la asimetría de la información cuando se está desarrollando un nuevo producto. La tendencia así actúa como reductor de riesgo. Analizaremos esas dos variables —que no agotan la cuestión— en artículos separados.
- El 40% del mercado utiliza tejido plano y/o tejedo con hilandería, industrias que dependen del uso intensivo de capital. Cinco empresas grandes lideran el sector, pues integran la cadena con hilandería y tejido: Sedamil, Ritex, Cladd, Texcom y Coteco. Fuente: INET- Sector de Indumentaria, Informe Final.
- Cinco empresas tienen el 60% de la producción de mezclilla. Fuente: INDEC.
- Verano 2012-2013, cuestionario estandarizado. Cincuenta marcas analizadas dentro de una zona geográfica. Aunque el número sea pequeño se puede inferir la relevancia de la limitación de los factores de producción en la convergencia de tendencias.
- La pérdida de valor en el sector no se limita al diseño, sino también a la calidad de producción. El desarrollo de una industria más eficiente y dotada de factores de producción más competitivos no es tarea fácil. Por cuestiones estructurales de su economía, a la Argentina le resulta difícil acompañar la eficiencia y economía de escala de China y de su socio regional, Brasil. La liberación de importaciones de insumos podría dar margen de maniobra a los talleres de confección de prendas o de tejidos sin hilado para poder eligir calidad, modelos y precio. Sin embargo, la industria nacional estarían en riesgo por falta de competitividad.
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