El freelance y los clientes

El diseñador gráfico debe aprender a adelantarse a las necesidades de sus clientes, guiándolos por el buen camino.

Juan Sebastián Cardona Sánchez, autor AutorJuan Sebastián Cardona Sánchez Seguidores: 46

Edgardo López, editor EdiciónEdgardo López Seguidores: 58

Los clientes a veces no saben lo que quieren. Cerciorarse de si el cliente tiene alguna idea vaga sobre lo que realmente desea, es un factor importante cuando se va a desarrollar cualquier proyecto de diseño gráfico; esta apreciación puede salvar tiempo y dinero a la hora de diseñar. Estos clientes piensan en procesos de diseño que no comprenden e intentan explicarlos desde puntos de vista sensatos; los diseñadores gráficos nos convertimos en psicólogos del diseño, interpretando lo que el cliente expulsa desde sus labios inconscientes.

Usar la metodología a la hora de diseñar es fundamental, llevar a cabo procesos mentales específicos para desarrollar la creatividad es esencial. El diseñador que nunca encuentra tiempo suficiente para explotar todos sus sentidos y mejorar, está condenado a la derrota. Explicarse el mundo desde diversos puntos de vista hace que nuestro cerebro trabaje en pro de la espontaneidad lógica. Los clientes quieren a una persona que dé en el clavo al instante, como si les leyéramos sus mentes; la pasión en sus ojos y las sonrisas quieren decir que vamos por el buen camino.

Es interesante conocer clientes de todo tipo. Hay que tener tacto al momento de atenderlos y no herir susceptibilidades. Sobre todo, hay que saber escuchar —no importa quien tome la decisión—. Parte de nuestra tarea es guiar, explicar sin pelos en la lengua lo que se ha desarrollado en el proyecto de diseño; dar a conocer detalles que pueden salvar sus proyectos y generar suficiente confianza en un ambiente de tranquilidad y certeza.

El cliente toma sus decisiones: si desea colores que no combinan en su diseño, hay que explicarle por qué no debe tomar esa decisión. Asesorar es parte de nuestra tarea como diseñadores gráficos, debemos ofrecer todas las soluciones posibles. Para ello pagan nuestros servicios, no solo para generar un trazo, sino para recibir un paquete más amplio. De este servicio depende nuestro éxito y buen nombre.

Antes de diseñar es indispensable poner las reglas sobre la mesa: el paquete consta de ciertas asesorías, establecemos una pre-entrega, solo incluimos cierto número de cambios y una vez finalizado el diseño se entregan los archivos correspondientes. A la hora de trabajar es mejor tomar precauciones, por eso el diseñador gráfico siempre debe pedir un anticipo proporcional al valor total del proyecto y así podremos dar inicio a nuestro trabajo con un poco de tranquilidad.

Hay quienes no saben cuál es el valor o el precio de algún proyecto. Antes de comenzar es necesario mostrar una lista de precios que tenga nuestro logotipo y una descripción de cada ítem. Con esto, desde el primer instante, el cliente tendrá una pizca de confianza y nosotros tendremos más seguridad a la hora de pararnos y decir: ¡sabemos cuánto cuesta nuestro trabajo!

Todo diseñador gráfico debe procurar llamar a sus clientes para verificar qué ha sucedido con el diseño desarrollado y tomar ventaja del momento para ofrecer nuestros servicios en caso que el cliente necesite nuevas piezas. Es preferible comunicarse de frente. Al cliente hay que ponerle el pecho y la cara. Deben programarse reuniones para mirarlos a los ojos y presentar propuestas que no podrán rechazar.

Al cliente hay que mimarlo, recordemos que un cliente es como un niño, hay que guiarlo y llevarlo de la mano, soltarlo, pero volver a llamarlo. Al cliente hay que tratarlo con respeto y nunca sobreestimarlo. Tampoco hay que ser como su madre. Hay que saber cuándo mirar de frente y cuándo retirarse como ganadores, aunque estemos derrotados.

Existen ocasiones en que los clientes nos tratan de lo peor, ofreciendo pequeñeces por nuestro trabajo. En ese instante es mejor salir como triunfador y no dañar nuestro nombre trabajando con clientes que presumen ser grandes empresarios, pero en realidad resultan ser —como se les conoce en el medio— «unos patos».

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Debate

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Logotipo de 6Us
3
Jun. 2013

Discrepo de tu artículo porque los clientes saben perfectamente bien lo que quieren: vender más o mejor, ya sea un producto, una idea, un proyecto, etc. Parte del problema es que mientras nosotros hablamos de procesos, colores y tipo de letra, ellos quieren oir de retorno de la inversión, ganancias, ventas y resultados; posiblemente no sepan de diseño pero si de su negocio, y seguramente nosotros no sabemos de negocios, entonces cómo pretendemos entenderlo y ayudarle? En esta dinámica, los que tienen que aprender mucho somos nosotros, para traducir nuestro talento en propuestas efectivas.

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Retrato de Clemente Jacks
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Clemente Jacks
Jun. 2013

Claro que todos los clientes quieren vender más y quieren un trabajo lo más productivo posible, el problema es que la mayoría quiere todo eso pero no quieren gastar o invertir mucho dinero en ello. Y creo que quizás tengas razón con lo de aprender a traducir nuestro trabajo al lenguaje empresarial pero también hay que educarlos para que aprendan a ver el diseño como una inversión y no como un gasto.

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Logotipo de Agencia Bubba
1
Jun. 2013

De acuerdisimo con los dos y Clemente logro mostrar su punto

0
Logotipo de 6Us
3
Jun. 2013

No estoy de acuerdo con el término «educarlos» pero entiendo tu punto. Habría que agregar a nuestra capacitación un buen curso de ventas para lograr comunicar (y vender) mejor nuestros servicios, en gran parte porque para poder sustentar nuestras propuestas tenemos que conocer a nuestro cliente y su mercado. Pero cuidado también porque el diseño no es la panacea, el diseño funciona cuando es parte de la planeación estratégica del cliente. Con mucha frecuencia los diseñadores respondemos a un problema empresarial con diseño (¡obvio!) porque nuestra visión empresarial es muy corta o nula.

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Logotipo de Agencia Bubba
1
Jun. 2013

Un curso de ventas nos vendria excelentemente a todos los diseñadores.

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Desireet Velázquez
Jun. 2013

Completamente de acuerdo contigo, Gustavo, los diseñadores cometemos el error de pensar que nuestro trabajo es único y fundamental y realmente, si queremos que el resultado sea el correcto, ambas partes deben poner sus conocimientos, el diseño no va a salvar a una empresa y se deben planear estrategias para poder entendernos hablando el mismo lenguaje.

1
Logotipo de 6Us
3
Jun. 2013

Es un problema que empieza en las universidades, cada carrera trabaja por su cuenta, no hay proyectos integradores. En diseño medio hacemos mercadotecnia, administración e ingeniería, los mercadólogos y administradores medio hacen diseño y publicidad, los ingenieros medio diseñan, y las demás carreras lo mismo; se pierde mucho tiempo «medio haciendo». Salimos pensando un poco como «todólogos mesiánicos», y lo mejor sería reconocer el valor de cada disciplina y saber trabajar en equipo. El reto sería la especialización y los proyectos interdisciplinarios, durante y después de la escuela.

1
Responder
Retrato de Maximiliano Palacio
0
Jun. 2013

En mi caso siempre asesoro o guió al cliente pero muchas veces tienen sus caprichos que te rompen todo el trabajo y tenes que aceptarlos para que no corra riesgo cobrar el trabajo.

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Retrato de Casandra Aldana
2
Jun. 2013

Es cierto, a mí también me ha sucedido, aún intentando explicarle al cliente, como dice el autor del artículo, por qué no debe tomar esa decisión... Las siguientes veces que realicé proyectos con clientes así, «caprichosos» fue procurar desde el principio explicar cada cosa/decisión, hacerme la imagen de que sé lo que estoy haciendo... A veces funciona, a veces no. Si no funciona, adecuo lo más posible el «caprichito» para que encaje con el resto del diseño, creo que es preferible echarse un poquito la carga de ajustar y argumentar en vez de dar un resultado que no funcione.

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Retrato de Maximiliano Palacio
0
Jun. 2013

Si, también siempre trato de adecuar la mejor manera posible del trabajo teniendo en cuenta y respetando sus caprichos. Siempre dando lo mejor, dando la imagen de que uno es el profesional sobre el tema.

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Retrato de Juan Carlos Urrea
1
Jun. 2013

Un ben diseñador es flexible y persuasivo basado en una buena argumentación, negocia con sus clientes puntos claves del trabajo que se este desarrollando siendo claro y siempre manteniendo un beneficio estratégico para su cliente. Diseñar no es hacer y cobrar es crear beneficios a través de una buena comunicación. (pocos piensan en esto, la retribución económica llegara si o si después del trabajo bien echo)

0
Retrato de Maximiliano Palacio
0
Jun. 2013

desde ya juan!. argumento, negocio y llego a un acuerdo con el cliente, eso es mas que obvio.. uno aplica sus conocimientos hasta donde mas puede, de todas formas, hay clientes que tienen sus argumentos que rompen con el diseño pero al escucharlos y entender su necesidad se llega a un buen arreglo

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Responder
Retrato de Yamil Manzur
4
Jun. 2013

Buen articulo, muchas veces aparte de ser solo un diseñador como decís, es importante ser una especie de consultor,

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Retrato de Juan Carlos Urrea
1
Jun. 2013

Creo que ser diseñador es mas que ser un operador, es fundamental siempre crear una estrategia de comunicación para alcanzar metas para cubrir la necesidad del cliente al momento de abordar un trabajo, por lo tanto la tarea de consultoría debe ser parte integral de nuestro «que-hacer profesional», de lo contrario solo somos obreros operadores de maquinas y software.

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Responder
Retrato de Ashley Nivelo
0
Jun. 2020

Muy buen artículo, en especial por la parte en donde se hace énfasis en realizar el trabajo que el cliente necesita y no el que quiere. En mi opinión este regla en particular tiene sus problemas, ya que muchas veces, uno mismo como diseñador, se olvida de emplearla. Con esto no me refiero a que el dar este tipo de «adicional» al cliente no es algo que nos enseñan en el ámbito educativo, porque si lo hacen, sino que en el camino se va perdiendo, ya sea por malas experiencias laborales o porque recibieron el mal consejo de -haz lo que te pidan y ya-, justificandolo con «el cliente siempre tiene la razón». En efecto, el cliente tiene la última palabra, pero no la razón. Y claro, esa última palabra depende netamente de nosotros y la calidad de trabajo que estamos ofreciendo.

Los demás sabrán cómo manejan su nombre y sus servicios de diseño, pero uno mismo es quien decide hacer la diferencia en este ámbito, al interesarnos en la marca de nuestro cliente, una pregunta a la vez

0
Retrato de Maylady Orellana
0
Nov. 2018

Muy buen artículo, ciertamente tener tacto con el cliente es una cualidad que todos los creativos aprendemos a desarrollar sí o sí. Todo cliente es distinto, por lo que es necesario darle un trato personalizado: al trabajar freelance nuestro deber es hacerle saber al cliente que se lleva una experiencia al trabajar con nosotros.

No obstante, siempre es mejor precavir que lamentarse, así que ante cambios inesperados y malentendidos debemos ser estratégicos con nuestro tiempo: realizar un cronograma de actividades, planificar reuniones, y pedir confirmación o firma del cliente antes de cualquier cambio. Todo esto en función de lograr una relación diseñador-cliente favorable.

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Logotipo de Juan Carlos Urrea Botero
0
Dic. 2013

Unos patos no, chichipatos mas bien... jajajja

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Retrato de Karen Vargas Ramírez
3
Dic. 2013

Creo que efectivamente es vital que como diseñadores tengamos ciertas reglas de trabajo bajo las cual regirnos para que así aunque seamos freelance no pasemos malos ratos. Algunas cosas que tengo en cuenta al realizar trabajos son: realizar informes de reuniones, un cronograma, hacer firmar al cliente todo para así tener pruebas en caso de cualquier malentendido.

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Retrato de Angel Acosta
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Angel Acosta
Oct. 2013

Como dice un gran dicho popular entre diseñadores:

El cliente siempre pierde la razón

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Retrato de Lorena Schreiner
0
Oct. 2013

muy buen artículo! !!! juan me gustaría publicarlo en mi blog, por supuesto con tu nombre y el link del artículo! !! gracias. Ssludos

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Retrato de Diandra Farfan
0
Ago. 2013

Muy importante recordar que nuestro trabajo no es solo como dice «crear trazos», esta es una profesión en la que la atención y servicio a nuestros clientes es clave importante para ser buenos diseñadores. Quizás esa es la parte que en la educación de diseñadores nos hace falta reforzar, como estudiante a veces estamos mas preocupados por como quedara el proyecto que quizá olvidamos a nuestros clientes y lo que ellos quieren o creen querer. El diseñador presta un servicio, por lo tanto el buen trato, honestidad y un par de reglas, son necesarias para ser profesionales.

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