Crisis de la educación en el diseño

Retomando el tema propuesto por Jesús Gaytán en «Docente a tiempo completo: modelo en crisis», propongo un debate mayor. El problema involucra mucho más que solo pensar en quién está o no capacitado para ejercer la docencia en diseño dentro de las universidades. No solo está en la carrera y sus docentes sino que viene de mas atrás: los alumnos solo entran a la carrera porque es divertida, o por tener un estatus, o solo porque sus amigos entraron en ella.

La mala planeación de los módulos que conforman los planes de estudio dentro de algunas universidades responde al error de tratar de hacer «todólogos» (que saben un poco de todo y no dominan nada) en una carrera que aunque requiere de un amplia y vasta cultura general, no permite en el corto plazo aprender realmente todos los programas computacionales, técnicas artísticas, técnicas fotográficas, teorías, habilidades y conocimientos que se requiere para salir al campo laborar a competir.

El sistema educativo en general se ha quedado en el tiempo de la prehistoria. Lo que se necesita es hacer profesionales en áreas específicas, con los que el mercado se pueda segmentar y las remuneraciones por un trabajo especializado puedan ser mayores. Se necesitan licenciaturas que den una mejor opción a los jóvenes para salir a competir en este mundo globalizado. No todos tienen las mismas habilidades por lo que hay que empezar a fijarse más en cada individuo y menos en el grosor de las masas para lucrar con la educación. Una escuela, aparte de ser un negocio, es una gran responsabilidad. En ella se forman las nuevas generaciones que van a sustituir a los que estamos en este momento trabajando para una sociedad que también hay que transformar. ¿Cómo podremos lograr esta gran transformación de generaciones que por años no la han tenido?

Necesitamos que las universidades dejen de hacer que la gente se vuelva robot aprendiendo de memoria todo un mundo de teoría o práctica sin saber lo que se hace, y pasen a formar individuos que se desarrollen, que alcancen mayores aptitudes y un conocimiento real de su área de trabajo, con una perspectiva mayor de desarrollo personal.

Cuando se logren estos cambios esenciales dentro de los modelos educativos, la educación en general ganará mucho y los resultados ya no serán los mismos. ¿Cómo queremos que los resultados cambien si estamos aplicando la misma fórmula que desde hace muchos tiempo?

Es cierto que para ser un docente, se requiere de una trayectoria dentro del ramo y mucho amor al trabajo de la educación, ya que sin ello nunca se transmitirá realmente el valor del conocimiento. La gente que trabaja dentro de un área específica es la más indicada para dar la materia correspondiente a ella, pero si no logramos crear una mancuerna con las empresas para tener un apoyo mutuo en mejores prospectos para puestos dentro de las corporaciones y para lograr mejores empresarios independientes, nunca podremos realizar una buena educación para apoyar un mejor desarrollo de los estudiantes.

Las universidades no deben buscar solo docentes que cubran los huecos que tienen. Necesitan gente comprometida con las nuevas generaciones, que pueda trabajar con el apoyo de alianzas estratégicas con empresas que son las que aportarán la experiencia. Los cambios hay que hacerlos pero no por encima, sino desde la raíz, y la educación es la raíz de un mejor futuro para todos.

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