Tendencias futuras de las artes visuales

A finales del siglo XVIII y principios del XIX se gesta un importante movimiento económico y social que conocemos como «Revolución Industrial». El arte, al igual que otras manifestaciones de la cultura humana, es impactado tanto en su creación (en la mente de los artistas) como en su circulación por todo el mundo. El traslado de las obras de arte, en tanto mercancías, es fundamental a partir de este período.

Los creadores del siglo XVIII dependieron del traslado de sus obras para la difusión de las mismas. Las artesanías, los productos cotidianos y el arte, circulaban de mano en mano y sus firmas, escudos o emblemas de origen, daban fe de su origen y prestigio.

A mediados del siglo XIX, casi a la par del inicio de la Revolución Industrial, las empresas dedicadas a la producción de periódicos tuvieron un gran desarrollo. Con esto fue más fácil y más rápido enterarse de lo que acontecía en el arte, la política, la sociedad y el consumo de productos y servicios, más allá de las fronteras.

Teniendo en cuenta los aspectos que hacen concebir al arte como algo de impacto local en la sociedad y, considerando lo que hoy tenemos en materia de comunicaciones, es fácil suponer que las tendencias actuales del arte se vean influidas por el panorama internacional. Algo que ocurre en Caracas o en Berlín ya no nos es ajeno, ni social ni económicamente hablando, como tampoco lo son en el arte y la cultura.

Suposiciones que ya son lugares comunes dicen que el arte del futuro será creado con software computacional de avanzada y que el Internet será la galería del futuro. Aunque esto pueda ocurrir no necesariamente es del todo cierto. Las tendencias de los últimos veinte años señalan cambios importantes en las ventas de boletos de avión y de transporte terrestre. La industria se ha abaratado. El alojamiento también se ha hecho más asequible, y en general la industria turística se inclina por la venta masiva de paquetes «todo incluido». Esto supone el acceso de más gente de clase media y clase media-alta a la oferta cultural mundial con todo lo que esto conlleva, algo inimaginable hasta hace poco debido a los costos. Internet en realidad se ha convertido en un escaparate del mundo en todo su esplendor y esto ha hecho aún más apetecible la oportunidad de viajar por el mundo. Quienes pasan más tiempo sentados frente a los monitores de las computadoras en línea, son también quienes, por desarrollar algún tipo de actividad económica, tienen más posibilidades de financiar viajes (si estimamos que apenas el 15% de los internautas tuviera acceso a las ventajas turísticas descritas, eso ya sería bastante).

Sobre el desarrollo de las técnicas artísticas del futuro es también evidente que habrá diversos cambios y aportaciones debido al intercambio tecnológico y cultural. No obstante, las técnicas análogas ven lejos su fin debido a la confirmación de su durabilidad a pesar del paso del tiempo: existen pinturas, dibujos, grabados y esculturas que datan de cientos y hasta miles de años, que se conservan en buenas condiciones.

Las técnicas futuras muy probablemente combinen elementos de las técnicas milenarias con tintes de modernidad. Esto no es nada nuevo, ya que a mediados del siglo XIX, con el surgimiento del daguerrotipo se crearon fusiones entre el arte pictórico clásico y la recién nacida fotografía. Y volvió a ser evidente entre las distintas vanguardias de principios del siglo XX: Dadá, Cubismo, Fauvismo, Expresionismo, Surrealismo, Futurismo, Muralismo, Neorrealismo, Hiperrealismo, etc.

Teórica y conceptualmente hablando, las influencias también serán determinantes: lo han sido siempre. El influjo de los tiempos que corren en política, economía, sociedad, moda, creencias, dogmas, filosofía y cultura; nada ha podido escapar al ojo analítico de las mentes creadoras, ya sean de artistas o de científicos. Los hechos históricos han determinado en buena medida el curso de las tendencias en el arte, la cultura y la ciencia.

Creemos que el actual segundo periodo «post-industrial» corregirá en buena medida lo que provocó el primero. Cabe señalar que el precio pagado por este primer ensayo de modernidad ha sido muy alto en términos ecológicos y de justicia social. Aunque en algunos casos podemos ver que benefició el intercambio de mercancías y la comunicación entre clases sociales tradicionalmente aisladas, en otros es evidente que despojó de sus derechos a segmentos poblacionales enteros.

Sería benéfico tratar, en una siguiente etapa de modernidad, de trasladar los indudables beneficios de la industrialización hacia el respeto ecológico y social que nuestro planeta demanda. En esto el arte, como de costumbre, desempeña un papel inestimable debido a su participación en la expresión de los deseos más profundos de nuestra sociedad. Y ahora podemos ver que existen sociedades con una conciencia más clara del respeto de otros ambientes naturales.

A continuación cito un sitio web de interés respecto al tema y traduzco el texto inicial que aparece al principio de la página de inicio:

«Como creadora original, la naturaleza podría considerarse la artista más poderosa e influyente del mundo. Y en el punto de articulación entre arte y naturaleza se encuentran los artistas del medio ambiente, que a menudo están en equilibrio sobre un límite intermedio, buscando y sintetizando formas creativas, nuevas e inimaginables de redefinir nuestra relación con la naturaleza. Al trabajar con una amplia gama de materiales —que van desde la materia prima y lo encontrado hasta lo desechado—, el arte ambiental puede ser sugestivo, provocativo o sublime, y frecuentemente comunica un mensaje urgente».¹

El vínculo que los artistas han tenido con la naturaleza y sus elementos es muy antiguo. Los griegos clásicos ya profesaban ese respeto y asombro por lo natural tanto en sus documentos escritos, como en su arquitectura y en sus piezas de arte: literatura, poesía, columnas, edificios, esculturas, vasijas. Esto además ha trascendido al terreno de las investigaciones en botánica, la medicina, la astrología, etc.

En tiempos más recientes, los artistas del periodo impresionista, homenajeaban a los bosques, los lagos, las estrellas, los animales, las personas con y sin ropa, el sol y su infinita paleta cromática reflejada en un sinfín de motivos. La admiración de los artistas por la naturaleza está presente en todas las civilizaciones, desde las rupestres que han dado cuenta de esta admiración hasta las más recientes manifestaciones en multimedia, instalaciones o performances al aire libre en los diferentes escenarios naturales.²

En muchos casos se ha dado la colaboración entre artistas y científicos para crear instalaciones con materiales vivos como plantas y árboles; o con materiales biodegradables y reutilizables (cartón, papel, PET, madera, pigmentos naturales, etc.). Dan cuenta de estas manifestaciones en el ambiente artístico los siguientes nombres:

• Andy Goldsworthy
• Nils-Udo
• Agnes Denes
• Chris Jordan
• Red Earth Art Ambiental Group (Colectivo)

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