Ser un nuevo rockstar del diseño

¿Los futuros diseñadores pueden crear una imagen personal sustentable sobre cualquier escenario que presente el mercado?

Hector Bruguera, autor AutorHector Bruguera Seguidores: 29

Gabriel Mariaca, editor EdiciónGabriel Mariaca Seguidores: 10

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Hace un tiempo empecé una introspección de lo que hoy en día significa ser diseñador gráfico. Comencé a reflexionar sobre las experiencias vividas con múltiples clientes tanto inhouse como de freelancer, junto al conocimiento adquirido por la interacción con alumnos en más de 4 años de enseñanza en un instituto de diseño, desde el primero hasta el último semestre. Esto me brindó la oportunidad de contrastar cómo son las aspiraciones actuales de los estudiantes frente a la realidad del mercado: para muchos puede ser una realidad traumática; tanto profesionales como colegas, en algún momento de sus carreras, han experimentado ese choque. Me impactó ver cómo diseñadores recién graduados, al primer o segundo año, empezaban a cambiar de rumbo hacia otras actividades porque el mercado, literalmente, se los comía. Llegué incluso a sentirme agradecido a la vida por poder mantenerme mi forma de vida dentro de la carrera que elegí.

Tuve oportunidad de debatir con argumentos del tipo: «es cuestión de talento»,  «quétan bueno eres como creativo» o «olvida el talento, todo depende de los contactos que tengas». Ciertamente, cada uno de estos puntos son valederos según la óptica con que se mire, pero el verdadero reto a superar es ejercer una carrera tan multifacética como la del diseñador y que resulte sustentable. A diferencia de otras profesiones el trabajo del diseñador no es anónimo, es público y notorio, tiene contacto con la gente, comunica un mensaje, hay una interacción; y eso es fascinante. Pero no solo te diriges a un público consumidor sino a clientes, o posibles clientes, como también a colegas. Así encuentras trabajos gráficos, publicidades o campañas que parecen buscar más la admiración técnica de diseñadores o agencias que captar la atención del público. Esa parece ser una motivación muy recurrente: el deseo de ser reconocido por tu trabajo, de ser génesis de una nueva tendencia, de convertirte en una suerte de «diseñador rockstar».

¿Qué es ser un «diseñador rockstar»?

Cuando me planteé el término «rockstar» se me vino la imagen de bajarme de un vehículo último modelo, pasear por la alfombra roja de la agencia de diseño más cotizada, con los paparazzi tratando de capturar el momento, periodistas intentando averiguar con qué cliente estoy trabajando; toda una nota de prensa digna del canal E, pero ser un rockstar en esta industria va mucho mas allá del estrellato inducido.

Los nuevos diseñadores son emprendedores que sienten que existen oportunidades en su área y se convierten en agentes de cambio. Al iniciarse en esta aventura emergen como un guía que tiene que liderar y estar a la altura de las exigencias. No podrán cubrirlo todo y eso les llevará a delegar. Para ello tendrán que aprender a determinar en quiénes se apoyan, saber cómo motivar a otros, tener el coraje de romper las reglas y tener la mente abierta.

Un diseñador rockstar construye su carrera reinventándose todo el tiempo, no deja de estar actualizado en las tendencias últimas, trata siempre de sacarle el mayor provecho a las herramientas que tiene a su disposición, ama los retos y disfruta más del proceso de creación que del producto final. Por sobre todas las cosas es un ejemplo de lo que hace.

Si de buscar un concepto se tratase, mi definición sería: «Un diseñador rockstar es un agente de cambio creativo que no teme cometer errores esperando lo mejor, su objetivo es poder conectar». Tal vez lo resumiría como «un soñador apasionado».

En el tiempo que llevo ejerciendo me he podido relacionar con muchas personas que han sido interesantes para mí, de las cuales he aprendido mucho; entre ellas dueños de empresas que van desde Pymes hasta importadores, directores de arte, directores creativos, freelancers exitosos y dueños de agencias. El punto en común que tienen todas esas persona es su espíritu emprendedor, su espíritu de liderazgo; pero además creen en lo que hacen, son soñadores apasionados. No siempre se ve así, claro está, pero creo que la pregunta pertinente para hacerte es: ¿crees en lo que haces? ¿Eres apasionado en tu trabajo? Son preguntas para reflexionar.

Como líder en tu área es normal que empieces a acumular seguidores, como todo rockstar. Es ahí donde estas preguntas cobran valor, porque tus seguidores se preguntaran en qué crees tú y qué es lo que te apasiona. Si tus bases van a estar fundamentadas en lo que te enseñó el Instituto, lo que te enseñaron las marcas, lo que te enseño la televisión, etc., entonces debes retroceder unos pasos y replantearte la estrategia. Steve Jobs es un ejemplo perfecto de rockstar de la innovación. Sus seguidores estaban pendientes de lo que hacía o decía. Pero la verdadera conexión, el núcleo de ella, radicaba en que ellos sentían y veían una verdadera pasión por lo que Jobs hacía.

¿Por qué ser un diseñador rockstar?

La respuesta más directa sería: porque tienes una historia única que contar y vale la pena ser vista y compartida. Como diseñador eres importante y debes saber quién eres, saber qué te mueve, ser un líder en crecimiento. Las personas andan en la búsqueda permanente de información, de cómo hacer las cosas de una mejor forma y cada uno de nosotros tiene ese poder de aportar un granito de arena.

Ese sentimiento que se aloja en tu pecho, cuando tus ojos brillan y tu cerebro empieza a visualizar un montón de estrategias cuando miras tu primera valla en la autopista, tu primer anuncio a página completa en una revista o cuando ves el diseño de tu logo en corpóreo, ese sentimiento de logro al decir «eso lo hice yo», comenzó en mi mente y terminó movilizando a mas de 5000 personas. El cliente te felicitó, tus colegas también, tu pareja te apoyó, sabes que estás haciendo las cosas bien.

¿Por qué quieres ser un diseñador rockstar? Porque te lo mereces, porque te lo debes a ti mismo, te debes a ti darte la oportunidad de confiar en tu talento, de compartir con los demás tus logros y saborear tu triunfo. Pero para ello debes permitirte cometer errores y aprender de ellos, salir de la zona de confort, experimentar y disfrutar las altas y bajas de la vida.

Cuando comienzas a practicar todas tus rutinas diarias, tu forma de trabajar con esta actitud, te aseguro que tu carrera te llevará a lugares más allá de lo que puedas imaginar, porque solo así podrás decirle al mundo quién eres y por qué importas. Sé que a muchos les puede costar esto, pero somos líderes creativos, agentes de cambio creativos. Somos los que diseñamos el futuro en el que viviremos, todos tenemos ese poder y al principio sera difícil, pero los frutos de este esfuerzo no tienen precio.

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