Diálogo iniciado por Alfredo Yantorno sobre:

¿Se deben mantener los escudos coloniales de las ciudades?
¿Tiene sentido identificar a una ciudad con un escudo que simboliza cuestiones ajenas a la sociedad y la cultura que la habita? ¿Cuál es el sentido y la misión que debe cumplir el escudo de una ciudad?

No es atinado poner en juicio el valor simbólico del escudo de Buenos Aires, por creerlo ajeno a la ciudad y la cultura que la habita hoy, basándose en que las ciudades y sus comunidades cambian y ese devenir construye la identidad de la ciudad. Eso implica aceptar que la vigencia de los símbolos se reduzca a la duración de una gestión de gobierno, como lo denuncian las insólitas actualizaciones que los símbolos padecieron en los últimos tiempos. Predico con el ejemplo: Criticaron la actualización de la «Gorda» de la UBA -trabajo que dirigí- porque casi no se nota. No era para que se notara.

De acuerdo Alfredo, hay suficientes productos perecederos en el mercado como para que la identidad también lo sea. Y es de buen profesional hacer rediseños «que casi ni se noten» respetando identidades consolidadas en el tiempo. También discrepo con los que piensan que hay que renovar escudos y logotipos cada dos o tres años, como si fueran alfombras que se gastaron.