¿Cómo motivar el hábito de lectura en los diseñadores?
Diálogo iniciado por Jorge Luis García Fabela en el artículo Por qué es importante que el diseñador lea
Lo que yo he visto es que los estudiantes (gran mayoría) son incapaces de expresar o explicar un diseño. No van más allá de un «quedó bien, tiene buenos colores y es interesante. Se ve elegante a pesar de tener letras modernas. Está equilibrado, etc».
Parece que no saben utilizar los términos propios y posibles del diseño y elaborar sus propias explicaciones.
Parece que el único que tiene que leer es el maestro y compartir sus conocimientos al alumno. Hacerle la tarea.
¿Qué sucede cuando el maestro no lee? Existen profesores que repiten lo que sus profesores les han enseñado: los mismos conocimientos, las mismas reglas, sin tomarse ninguna molestia.
El alumno debería cuestionar si lo que le dice el profesor es correcto, si es verdad. Debería desmenuzar lo que le comparten y leer.
Leer permite interpretar, juzgar, dar valor, verificar, razonar, emitir un juicio propio y expresarse.
También habría que considerarse lo que se lee; si es para recrear, formarse, adquirir conocimientos.
Sumado a lo anterior, nos encontramos con que los estudiantes, al menos en la realidad de mi país, vienen de una educación primaria que castra su opinión y creatividad, llevándolos incluso a tener miedo de opinar y por otro lado, tenemos a algunos exponentes (no todos) de esta generación millenian que opinan, discuten, exigen y debate, pero sin argumento. Tenemos los dos polos, creo que la pregunta más allá de echarles la culpa a ellos, es de nosotros como docentes más allá de la institucionalidad, ¿cómo nos hacemos cargo de esta realidad? ¿cómo , como comunicadores, especialistas en persuasión, somos capaces de gatillar en ellos el hábito de documentarse mediante textos y el uso de vocabulario técnico?
No creo que sea toda nuestra culpa como docentes. En mi país también existe el temor a participar o incluso cuestionar al profesor y con justa razón ya qué hay docentes que se incomodan en extremo. En lo personal, en estudios de licenciatura les he compartido mis notas de curso que son el resumen de muchas lecturas de libros, de clases, experiencias y reflexiones y no leen. He compartido links de FOROALFA y no leen los artículos que son casi dos cuartillas para fomentar la reflexión y no leen. He probado todo y he notado que si haces examen de conocimientos, tienden a estudiar para probar su buena memoria que sabemos es temporal y hueca. En posgrado, en maestría e incluso doctorado (algunos) tampoco leen. en maestría, algunos (no todos) con una actitud soberbia de «lo sé todo, estoy en maestría» y no leen. Discuten (como dices de los millennials) pero sin saber que decir por falta de conocimientos. Leer está en uno. He visto profesores que hablan de temas de autores «de oído» sin leer.
No no, en ningún caso nos hecho la culpa como docentes =) sino más bien como diseñadores, como profesionales expertos en comunicación y persuasión... a modo de ejercicio, estaremos comunicándonos en los códigos adecuados? o será que mi propuesta de valor no resulta significativa para mi cliente (estudiante)? Entonces, de ser así, cambio de cliente o cambio mi propuesta de valor?...
Que difícil. Yo no cambiaría de cliente (de alumnos). Los hay muy talentosos que no necesitan leer.
Yo siempre he tenido interés por la lectura. En la UAM, Diseño, en el primer cuatrimestre, tronco común, estábamos dedicados a leer textos complejos (era un módulo: conocimiento y sociedad) y lo que hacíamos era comentarlos en clases y la participación era fundamental. El profesor era el moderador. Todo el cuatrimestre eran lecturas. No había amenazas ni recompensas. Todos leíamos con gusto y participábamos. No sé si funcionen igual. Era genial!
Lo que veo ahora es que obligar la lectura con castigo o recompensa no es amable ni funciona bien. Pienso que habemos personas que nos gusta leer y a otras no. Es un hábito. Quien lee tiene mejor formación crecimiento y desarrollo.
Lo que he hecho es recomendar las lecturas y el que lee pasa, el que no, no pasa. Según el contenido.
Si fuera otra profesión como ciencias, medicina, biología, historia, letras filosofía y demás, sería otro asunto.