Garcia sobre Menos es menos, más es más (34097)
Diálogo iniciado por Victor Garcia en el artículo Menos es menos, más es más
Yo no jubilaría nada. Lema, Dogma, Regla, Ley son periféricos al acto del diseño.
El diseño es autónomo de sus justificaciones conceptuales, aunque les echenos mano a menudo para fijar posturas, tanto para respaldarlas como para refutarlas; y las tendencias se reciclan. No es autónomo de su pertinencia ética y estética y su eficacia comunicacional, pero ese es otro asunto.
Excelente comentario Victor. La autonomia del diseño respecto a dogmas o lemas radica en la necesidad de alcanzar objetivos específicos.
No veo como la autonomía de un campo se deba a «alcanzar objetivos específicos». Necesitaría una explicación más amplia a este respecto.
Tampoco estoy seguro de que el diseño sea autónomo de sus justificaciones: suena como a un acto caprichoso justificado post facto.
Se cuenta que Goebbels solía jactarse y retar a quienquiera, de que le den cualquier tema. Luego él desarrollaba una argumentación magistral en su defensa. Acto seguido, hacía lo mismo en su contra. Ambas posturas eran perfectas... justificaciones; y en tanto que tales, periféricas al propio tema tratado. A eso me refería.
El diseño no es un acto caprichoso, sino una acción planificada, con objetivos específicos, mensurables post facto, por supuesto.
No creo que a Don Mies nuetsras disquisiciones le quiten el sueño en su merecido Walhala.
Pues Fernando, desde el mismo instante en que un cliente plantea una necesidad, se establece un objetivo, una razón de ser de ese diseño, y la matriz de creación de esa pieza es autónoma de lemas o dogmas, su ADN se construye en torno al objetivo de comunicación. Puedes hacerlo con menos, o con más, pero la autonomía esta dada. Se suele «filosofar» demasiado en torno al diseño, no lo veo mal, aunque en ocasiones parecemos olvidar que existe un cliente y un objetivo de comunicación. Menos fantasía ornamental y más realidad, concretamente. Saludos.
Ok. Ya me han quedado claras ambas posturas! Pero aún cuando el proyecto tenga objetivos claros, el diseñador parte desde una postura propia, la cual no es ajena a su propia superestructura (en términos marxistas) ni al habitus del campo mismo en el que se desarrolla (en terminos de Bourdieu).
Gracias Víctor por el ejemplo y por supuesto, Mies tan tranquilo...