El «Método Lina Morgan»

Hace ya algunos años, compartí con los lectores de FOROALFA El método Miguel Ríos,¹ un sutil sistema para presentar un discurso oral frente a cualquier tipo de público. Hoy quiero compartir con los lectores un nuevo método innovador para escribir unas líneas de agradecimiento en un correo electrónico. Se trata del «Método Lina Morgan», en homenaje a la gran Lina Morgan (1937-2015), heredera de la tradición de los grandes cómicos españoles.

Este sistema se me ocurrió mientras recapitulaba sobre mi trayectoria académica en el aprendizaje de idiomas extranjeros. En ese momento recordé que los franceses, que son muy finos, ejercitan lo que se conoce como «les petits mots»; esto es, breves notas de agradecimiento que se envían inmediatamente después de cualquier acontecimiento, malo o bueno, triste o feliz.

Se trata de una actividad que observo practicar a las personas francófonas, pero que no he visto utilizar en otros idiomas con tanta frecuencia. En todo caso, desde que lo descubrí, lo práctico con una cierta asiduidad y lo recomiendo efusivamente a todo mí entorno.

Lo cierto es que, un día, después de un acto institucional, justo cuando estaba escribiendo una correo electrónico a una serie de invitados, casi como por arte de magia, vino a mi mente el exitoso y conocido estribillo «Agradecida y emocionada, solamente puedo decir, gracias por venir», de la canción Gracias por venir que el compositor español Gregorio García Segura (1929-2003) concibió especialmente para Lina Morgan y su musical Pura metalúrgica (1975-1976).

Tal fue el éxito de esta canción que, a partir de este momento, nuestra vedette más castiza la utilizó para acabar todos sus espectáculos: Vaya par de gemelas (1980-1983), Hay que decir que sí al amor (1983-1984), Sí al amor (1985-1987), El último tranvía (1987-1991) y Celeste no es un color (1991-1993).

Creo que es importante agradecer y corresponder a todas las personas que día a día te ayudan, y a quienes muchas veces, por la vorágine del mundo moderno y por nuestra frenética dinámica de trabajo, ignoramos u olvidamos. Es importante agradecer a todo el mundo su trabajo, desde la limpiadora hasta la directora de la organización, con independencia de su género, edad o actividad que desarrolla, porque, ya lo dice el refranero popular español: «Es de bien nacidos ser agradecidos».

Si este argumento no les convence, tengo más. En un mundo egocéntrico, el agradecimiento debería formar parte de nuestra estrategia de diferenciación, como seres humanos y como profesionales del diseño. Ser agradecidos puede marcar diferencia con los clientes, con los proveedores y con otros profesionales del sector, porque se puede ser agradecido y mirar por el negocio de uno; ambos puntos de vista no son incompatibles.

Ya para acabar les invito a utilizar (y compartir, si les ha resultado útil), el «Método Lina Morgan», que comienza con algo tan sencillo como escribir en el asunto de un correo electrónico «Gracias por venir».

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