El diseño por sí solo no vende

En ocasiones algunas empresas contratan servicios de diseño para crear alguna marca, imagen o anuncio publicitario con la idea de que, tan solo con eso sus ventas se van a incrementar de la noche a la mañana. Pero no es así cómo funciona. El diseño por sí solo no vende.

Cualquier empresa que decida crecer contratando servicios de diseño para mejorar su imagen o crear una campaña, por ejemplo, tendrá que hacerse cargo de otros aspectos implícitos en la generación de ventas de los productos o servicios que ofrezca. En el tiempo que llevo ejerciendo esta profesión me ha tocado platicar con algunos dueños de empresas que hacen comentarios del tipo: «Quiero un diseño que venda». Estos clientes dan por hecho que tan solo con eso generarán un incremento en las ventas de sus productos y/o servicios, dejándole al diseñador toda la responsabilidad del éxito o fracaso de su compañía.

Si bien, el diseño juega un papel muy importante en el desarrollo de las empresas, es allí donde se encuentra con el marketing y van de la mano para generar conceptos y estrategias, y así llegar finalmente al consumidor. Pero la clave del crecimiento no radica únicamente en la comunicación; el empresario tiene que vigilar y cuidar otros aspectos también importantes, como la calidad de sus productos o servicios, la atención a sus clientes, la competencia, precios, etc.

La prioridad del diseño en el ámbito publicitario es causar una reacción en el público por medio de una imagen, que a la vez la recuerde o le genere un tipo de confianza hacia el producto o servicio publicitado, para así, con el tiempo volverse un cliente asiduo de la marca. Es hasta entonces que la empresa se verá beneficiada del diseño en la publicidad, para lo cual, además deberá vigilar los otros aspectos antes mencionados así como sus ventajas competitivas.

Debemos considerar que soluciones de diseño posibles hay muchas, a veces mucho depende de los gustos, ideología, filosofía y otros aspectos personales del cliente, ya que (sin pretender justificar su buena o mala calidad) el diseño no es una ciencia comprobable (como las matemáticas), los productos del diseño no pueden calificarse como verdaderos o falsos.

En la medida que el cliente esté abierto a opciones, propuestas y sugerencias de diseño, siempre tomando en cuenta sus necesidades y las características de su negocio, tendrá un resultado mas profesional, de calidad y coherente.

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