Baruck Segovia

Uno de los mejores consejos que me dieron en la Universidad, no tenía (aparentemente) nada que ver con el Diseño Gráfico. Me lo dio mi maestro y amigo Luis Alfredo López Cañas y lo seguí al pie de la letra y no sabes lo que ha repercutido en mi vida profesional. Y fue éste: - Un Diseñador Gráfico no está completo mientras no haga dos cosas, leer constantemente (novelas, periódico, revistas, cajas de cereal, artículos) y tomar por lo menos un curso de Lectura, Redacción y Corrección de Estilo. Y efectivamente, trato de por lo menos leer mínimo 4 libros al año y sí, tomé 2 cursos de LRyCdeE.

Si existen los productos "milagro" que no curan, que no te bajan de peso, que no desaparecen las várices ni quitan las hemorroides... Seguramente habrá diseñadores o estudios "milagro" que prometen altas ventas, posicionamiento inmediato de productos, etiquetas que vendan, etc... Y no es el "reto", es la obligación de los que hemos estudiado y preparado en éste ámbito, que hagamos que nuestro trabajo HABLE y COMUNIQUE el buen diseño, el diseño profesional. Aunado a recomendar a nuestros clientes, que se fortalezcan con el MKT, las RP, el BTL y el ATL para entonces sí, vender.

Excelente artículo Vero!, visto desde el punto de vista lúdico, el juego siempre ha sido el método para evolucionar nuestra creatividad y por tanto, nuestra inteligencia. A través del juego es como el cerebro del niño madura y le permite interactuar con el entorno. De adultos algunos olvidan ésta habilidad. En una agencia de publicidad donde trabajé, me encantaba que la mesa de juntas giraba y estaba forrada con papel de estraza y en el centro había crayones. Ante un proyecto, todos hablábamos y dibujábamos lo que pensábamos y rotábamos la mesa para que los demás aportaran a la idea.

Definitivamente, si el diseñador diseña para diseñadores, y no para la gente (y clientes); es tan tonto como el chef que cocina solo para chefs y no para sus comensales, pensando que valen más los aplausos de sus colegas que los del restaurante. Si uno elige un restaurante para comer, es porque nos gusta la comida y en especial la del lugar que elegimos (o nos recomendaron), Por tanto, sabemos a dónde vamos y qué es lo que queremos... y por supuesto que el chef nos puede SUGERIR algo para comer. Así mismo pasa con el Diseño, el diseñador y sus clientes.

No se puede explicar el Diseño Gráfico en América sin Felix Beltrán. Aunque no tuve el honor de ser su alumno, sí tuve extraordinarios maestros con una marcada influencia del Maestro Beltrán. Ellos me transmitieron su concepción y el amor al Diseño; a la mínima expresión de la forma, a los resultados maravillosos del arte de saber usar la abstracción y la no saturación. Aprendí a saber «pensar» el Diseño y a que me sea imposible bocetear sin usar el lápiz y el papel.