Mazza sobre Carta del diseñador al cliente (25996)
Diálogo iniciado por Rodrigo Mazza en el artículo Carta del diseñador al cliente
Gracias por el artículo. De todos modos es más interesante el debate posterior. Es fácil caer en la catarsis de grupo. Construir un personaje, el cliente, con características tan grotescas, no ayuda a nuestra profesión. Tal vez lo que haya que entender, para decirlo siguiendo la metáfora del paciente: lo que llega al consultorio no es una pierna rota, es una persona.
Tu frase final es una joya Rodrigo: «al consultorio no llega una pierna rota sino una persona». Opciones y posibilidades son conceptos huamnos, no físicos. Lo material y gráfico importa pero no determina lo que las personas hacemos con ello. Ni los artefactos tecnológicos, ni las gráficas, ni los textos, ni los proyectos, pueden dar cuenta de cómo los utilizamos, o de lo que terminan causando. Hablar de ellos como si ello fuera posible, permite que quienes diseñamos impongamos nuestro parecer a otros. Decir que objetos y proyectos hacen esto o aquello, limita la autonomía humana.
El contenido del articulo principal evidencia una situación muy común pero no ayuda a superar los obstaculos. A la gran mayoria de adultos no les gusta que «les enseñen», el ego hace sentir al individuo tener la llave de la «verdad». Por cuanto el verdadero aporte es volcar experiencias que se conviertan en fuente de retroalimentación para superar estos retos y más bien ayuden a construir puentes de comunicación con los clientes.
Cierto Isabel, diseñar implica numerosos actores humanos con distintos intereses, narrativas, valores, y niveles de privilegio; y todos con algún grado de ingenerencia en el proceso. Al diseñar hay que articular la creación de un marco de entendimiento compartido entre participantes procedentes de diferentes trayectorias disciplineras, ocupacionales y de vida (con creencias valores divergentes, e intenciones e inversiones particulares en el proceso de innovación) El diálogo entre participantes, es un gran eje de las actividades de diseño, tus puentes son una bella metáfora.
Esta realidad no solo involucra a la actividad del diseño, se aplica a todas las interrelaciones humanas
Quizás porque habría que diferencia entre las actividades profesionales de diseño (las apellidadas tras institucionalizarse: gráfico, industrial, textil, interacción) y el diseño cotidiano como acto distintivo de la interacción humana. Todo ser humano es diseñador cotidiano, pero no todo diseñador cotidiano es diseñador profesional... Por supuesto estoy casi totalmente de acuerdo contigo, el «casi» por supuesto está vinculado con que tú tienes unas formas de expresarte y yo otras. Gracias por la conversación y por aportar a este foro tu entendimiento comprensivo.