Diálogo Nº 51744
Diálogo iniciado en el artículo Diseño joven y la creación del hombre nuevo
Después del "hombre nuevo de América" del Che Guevara, la idea de "hombre nuevo" es algo bastante trillado, más si tenemos en cuenta que el hombre viejo está arrasando con el planeta en todas sus formas y que en esto el hombre nuevo poco se ve. Debería hablarse más bien de mujer nueva, ya que ellas son las que están marcando la pauta en la resistencia al cataclismo universal que nos está cayendo encima.
La intención del artículo es loable, toda generación ha de hacerse un hueco en la historia del mundo y muy especialmente en su propia historia, eso se llama identidad generacional, algo que nos diferencia de las demás especies, a las cuales estas cosas les importan un solemne bledo, probablemente con razón. Sin embargo me parece que el objetivo se desvía por senderos equívocos y pomposos, como si afirmar algo fuera de vital importancia.
Leonardo, hombre inmenso por antonomasia, murió hace 500 años y nos ha dejado una infinidad de aportes a nuestros mundo, y digo nuestros porque no todos vivimos en el mismo mundo. Su efeméride es importante pero no es extraordinaria. Leonardo está bien asimilado y su trono de acero indestructible e incombustible, hasta por las llamas de los dragones.
La Bauhaus es otro asunto. Lo es porque aún falta mucho para que su legado penetre en nuestras mentes colectivas, es decir que todos logremos sentir una extraña emoción cuando vemos el pabellón de Mies en Barcelona, leemos un texto de Kandinsky o nos pongamos a soñar en la conquista de Marte. Todo eso es válido y debe ser reforzado durante los próximos 4 siglos, después ya podremos quitarle su pedestal de extraordinario y preocuparnos por efemérides de acontecimientos aún por aparecer, nacer o resurgir y que serán de vital importancia para las futuras generaciones, si es que sobreviven en este planeta, y/o a la revolución de las máquinas robóticas impensantes.
Puede ser que la próxima efeméride de extraordinaria importancia sea el redescubrimiento del grafito, en barra o en lapíz...
¡No se si será por la edad, pero parece que podríamos entendernos a señas!