Gutiérrez Borrero sobre ¡Puta! ¡¿Qué c… dices, cabrón de m…?! (36550)
Diálogo iniciado por Alfredo Gutiérrez Borrero en el artículo ¡Puta! ¡¿Qué c… dices, cabrón de m…?!
Malas palabras: problema sólo como ofensas, hace 8 años planteé mi teoría de las groserías: Enlace, y Enlace luego hallé el libro del psicoanalista argentino Ariel Arango «Las Malas Palabras, virtudes de la obscenidad» ver: Enlace para él los humanos civilizados somos deshonesta cofradía que presume y finge que hombres y mujeres no tenemos c/o, ni nos tiramos p/s, ignoramos que es mierda, o sorete, y ¡jamás! cagamos.
Gracias, Alfredo. Celebro y agradezco la erudita vitalidad de tu teoría, y que la consideres aplicable a este tan vilipendiado texto.
Pienso, estimado Victor que las groserías son inconvenientes sólo como insultos, y creo que muchos «diferentendidos» (que no mal entendidos) emergen cuando equiparamos grosería con insulto (no siempre lo son). Por otra parte concuerdo con Luciano, en que Foroalfa, es un espacio de encuentro muchísimo más respetuoso que la mayoría de las redes sociales en Internet. Incluir groserías en un texto acaso sea vulgar y ordinario pero lo ordinario es lo común, sucede, regula la costumbre, de repente es terapéutico ¿cuántos de nosotros al golpearnos el dedo chico del pie exclamamos «corcholis»?
Yo no digo esa palabrota que mencionas, siempore digo «cáspita», acaso «zambomba», e incluso (pero tengo que estar MUY enfadado): «¡caramba!».
No tengo intenciones de contradecir lo que expresas respecto a otros sitios, pero eso no invalida que de tanto en tanto ocurran ciertas situaciones como las descriptas aquí.
Se puede atacar al mensajero con chicanas, como prefieren algunos, o se puede reflexionar para encotrar coincidencias.
Vulgar y ordinario para un creativo es el pensaminto lineal, hijo de la castración mental. Reivindico para este espacio un uso creativo del lenguaje.
Las conversaciones, aún mediadas por la red, subsisten cuando somos libres al hablar, no obligados a hacerlo de algún modo por temor a ser reprimidos o excluidos; si alguien se erigiera en juez absoluto de las opiniones ajenas el debate resultaría pre arreglado y estéril, pues de repente un policía externo decidiría si somos o no narradores competentes de nuestra propia opinión. El clima es algo en cuya construcción participamos, no encuentro pertinente estar a cargo de las contribuciones de los demás, sólo de las nuestras de la mejor manera posible. En el punto estoy con Luciano.
Subsiste ominosamente en este mismo momnento y desde hace más de cuatro meses, una incalifucable ofensa nacional y blasfemia colectiva gratuita proferida/publicada por un «colega».
Luego, esa ofensa permanece vigente.
Sin embargo, no ha merecido ni el 5% de la energía empleada por los comentaristas de este artículo, cuya principal preocupación parece ser el cuestionamiento formal y la enfática censcura intelectual de su redactor.
O sea: la censura velada o explícita existe aquí y ahora.
Esas consideraciones me habilitan a discrepar con tu postura en ese punto.
Y tu derecho te asiste, ¡faltaba más que tuvieras que compartir mi postura! Los comentarios que propician tu comprensible reparo constituyen una genealogía que inició en burla, y siguió con insulto (como sea, derivó en aprendizajes). Es paradójico que generases molestias con tu artículo-protesta (para mí útil y a lugar). Sugiero, volvamos al diseño que nos ocupa (aunque suceda entre personas que pueden asumir comportamientos burlones u ofensivos) y creo que si fuese retirado el dichoso comentario, perderían valor y sentido sus secuelas, incluido este artículo. Quedo atento a tu opinión.
Como te he expresado –y queda demostradoo– la censura ha sido ejercida de nanere múltiple por numerosos contertulios, devenidos atentos esbirros (RAE, 1era acepción: Oficial inferior de justicia.) vocacionales. Lo único que propongo, es darle status formal.
Si el precio para evitar la incoherencia intelectual debiera ser dar de baja este artículo, no me opondré. Solo solicitaría la cancelación de todos mis artículos publicados y me quedaría tranquilo opinando sobre otros, como hacen unos cuantos.
Respecto al diseño, hubo testimonios manifiestos de FA que no es prioridad en esta etapa.