Torres sobre Mi manifiesto de diseño (50468)
Diálogo iniciado por Hector Torres en el artículo Mi manifiesto de diseño
Aunque estoy de acuerdo con tu intención de formular una definición de diseño industrial [asumo que hablas de diseño industrial por lo que citas], tengo que señalar que la formulación que planteas se aleja de los métodos epistemológicos y teorías lexicográficas que le darían respaldo teórico.
Varias preguntas deben ser contestadas antes, tales como: ¿cuáles son las deficiencias de la definición actual y porque se justifica un cambio?; ¿que proceso necesita seguirse para sintetizar una definición válida en el ámbito científico?.
Aunque bien intencionada, tu idea sigue los patrones poco académicos que se suelen relacionar con la tradición escrita de esta disciplina. Sugiero que amplíes este tema en un ensayo relacionado y en todo caso explique ampliamente el significado de cada párrafo para evitar la interpretación poco veraz de los mismos.
hector_torres.di@outlook.es
Don Hector, agradezco su comentario, sus preguntas son muy adecuadas y nutritivas para la disciplina, no obstante mal entiende el núcleo de mi artículo-manifiesto, el cual en el primer y último párrafo declara que no es mi intención ser una excepción a los discursos disciplinares, afirmando que estos presentan más contextos históricos y culturales, que rigor científico, filosófico y epistemológico; como lo solicita con rigidez y censura, el corpus teórico dominante de las Academias y al parecer, también usted.
No es que desconozca la importancia de las ciencias o academias, o los esfuerzos por ordenar (y controlar) los 'saberes', sino que pasado el tiempo, los proyectistas y estudiosos del diseño como nosotros, nos vamos dando cuenta que el Diseño y lo general del mismo, tiene más que ver con ideología, política, creatividad y comercio, que con verdades o modelos que no tienen ni consenso ni vigencia, como si la persiguen (y la obtienen) las ciencias normales.
Tampoco quiero desconocer la importancia de la teoría del diseño, pero creo que fuera de las aulas y los constructos de cada teoría, esas definiciones carecen de relevancia. Son útiles, válidas y funcionales, únicamente para quienes las elaboran. Y quizás un poco para quienes las estudian. Hoy en día, han resultado más influyentes estandarizaciones y acreditaciones de métodos simplificados, que han ayudado a otros campos y profesiones a entender la relevancia del diseño. Pero aún falta mucho para darle al Diseño el espacio e importancia que debe y necesita la humanidad y sus sociedades.
Lo realmente importante, además de todas las técnicas, o sea la creatividad y las capacidades individuales (y singulares) está completamente ausente de los 'avances' académicos, ya sea por censura, incompatibilidad o complejidad epistémica. Por eso me inclino a estudiar a los creadores, quienes no solicitan más autorización que la de ellos mismos, para opinar de forma honesta y válidamente subjetiva de lo que la historia ha atestiguado que hicieron, a diferencia de quienes intentan explicar, algo que no hacen.
Es posible que algunas licencias poéticas que me he tomado, lo hayan confundido, tampoco niego mi curiosidad por las preguntas que elabora, pero a menos que tenga una invitación a alguna aula deuniversidad en méxico, lo invito a abrazar las interpretaciones aberrantes, a darle una oportunidad a la independencia del campo del diseño y a aprender de cada diseñador por más novato o autodidacta que sea.
Al día de hoy, me aventuro a declarar al Diseño más complejo que la ciencia. Al menos por la diversidad de caminos, maneras, libertades y resultados con las que pretendemos practicarlo los que nos atrevemos a llamarnos Diseñadores.