Meave sobre La evolución gráfica de las olimpiadas y mundiales (29772)
Diálogo iniciado por Gabriel Meave en el artículo La evolución gráfica de las olimpiadas y mundiales
Hace tiempo en este foro, comenté que a mí me gustaba la imagen de Londres 2012. Me gusta su actitud, su desfachatez, su no pedirle permiso a nadie. Y está surtiendo efecto. Este diseño calla la boca a todos los paladines del racionalismo bauhausiano del último siglo y establece otro estándar. Para mí, este símbolo podría simbolizar la muerte del funcionalismo, y el paso a otra cosa... que todavía no sabemos qué es.
Creo que la mayoría de los símbolos olímpicos y similares cumplen más o menos su objetivo. Pero pocos marcan épocas. El de México 68, Barcelona 92 y Londres 2012 son de ésos pocos.
Me gusta la idea de estar en un punto de ruptura de un estilo que es muy bueno, pero tiene 20 años de edad.
A mi me parece un berrinche injustificable desde cualquier punto. No se trata de ser funcionalista (¿qué tiene de malo que las cosas funcionen?) sino de tener por lo menos una base lógica y defendible.
Admito que a veces, la genialidad no obedece a razones; tristemente, este no es el caso. Vamos, en el directorio telefónico uno podría encontrar logos «que rompen paradigmas», sólo que no tienen la difusión que este logo tuvo.
El logo quizá haga historia, como los trajes de terlenka morada, pero no en el buen sentido.
Ser un objeto de comunicación significa ser funcionalista? El logo debe transmitir «London 2012» y nadie lo lee. Eso no es romper con el funcionalismo. Eso es un error. Y como «tributo» al graffiti, que de ahí viene su origen y el punk, más bien es un insulto, porque los graffitis y el aete callejeros son 1000 veces mejores que eso. Y legibles. Yo no creo que esto merque tendencia. Es la fina línea entre lo extravagante y lo rídiculo, lo original y lo equivocado.
Cuando el diseño se aleja de criterios, entonces entramos al farragoso terreno de la interpretación personal y de lo que «nos gusta o no». El diseño deja de ser tal y se convierte en algo más cercano al arte, campo en el que aquellos que tienen el poder simbólico determinan qué es arte y qué no.
Gisela: Totalmente de acuerdo.
Yo no concuerdo tanto, un logo obtiene legibilidad en tanto se va cargando simbólicamente. La paloma de Nike, por ejemplo, transmite la marca sin necesidad de tener escrita la palabra «Nike» en ella. Lo que me llama la atención de London 2012 es precisamente, como dice Gabriel, el no pedir permiso a nadie, su valor es partir de bases totalmente distintas a lo que implica hacer un logo que represente a un país. Está pensando en nuevas generaciones y quizá sea aventurado, pero abriendo paso a una nueva forma de representación gráfica. Habrá que ver si es un rompimiento, el tiempo lo dirá.
El logo de Nike estuvo originalmente vinculado a la palabra, a medida que se creó pregnancia, se quitó la palabra, lo mismo que en el caso de Pepsi.
Yo no creo que alla comparación en el logo de Nike y el Londres 2012. Nike al principio fue una marca mixta (imagen y tipografía), el tiempo fue lo que la convirtió en el imagotipo que todos conocemos hoy en día. No veo esa posibilidad en Londres, Nike es sencillo y limpio, Londres es pesado y cargado. No es un logotipo con el que yo concuerde mucho.
Tampoco estoy de acuerdo con que con el tiempo «obtenga legibilidad». Un logo es legible o no lo es. Punto. No es algo que se adquiera sino algo ya inherito. Yo por más que lo vea me sigue costando trabajo distinguir 2012 en semejante tipografía.