Creatividad para olvidar el dolor

La Red de Diseñadores con Conciencia Social organizó una campaña fotográfica en la que pacientes oncológicas recibieron cuidados estéticos para mostrar su expresión de sorpresa al ser enfrentadas ante el espejo con su nueva apariencia.

El coaching ontológico es una disciplina que cada día crece más y nos deja un concepto clave para entender esta campaña: los llamados «anclajes positivos». Estos son los momentos en que un tercero (o uno mismo) ha proporcionado felicidad al espíritu, una referencia de felicidad para sobrellevar los momentos de mayor sufrimiento. Por ejemplo: un día en el parque con un ser amado, una frase dicha a tiempo, una cena especial, un desayuno el día del padre o cualquier instante de alegría que queda arraigado en nuestra mente para siempre y nos da impulso para enfrentar el dolor. En función de esta idea, adaptamos una campaña fotográfica inglesa para darle a personas en tratamiento oncológico un momento de distensión en el que olviden su enfermedad, al menos por un instante, tal como reza el lema de la campaña.

Las pacientes fueron maquilladas y peinadas (usando pelucas). También fueron vestidas de una manera especial y hasta desestresadas con música animada. Terminada la transformación fueron enfrentadas a un espejo bidireccional (traslúcido pero a la vez reflectante) donde se escondía el fotógrafo profesional. Este último, pudo captar el momento exacto de la apertura de ojos para inmortalizar la expresión de sorpresa. La campaña se denominó Felices rostros: el segundo exacto. Recibió la declaración de interés cultural en Argentina y fue cubierta por medios gráficos interesados en la creatividad aplicada al bien público. Todos los servicios profesionales, el maquillaje, la fotografía, las pelucas y hasta el uso de la sala fueron aportes voluntarios de los miembros de la RED DCS, siempre sin costo alguno y con el único interés de generar espacios poco habituales para las personas más relegadas de la sociedad.

El caso más conmovedor fue el de Rosalía, una señora internada en un hospital público y con avanzado deterioro en su aspecto por los tratamientos médicos. Tras la invitación escrita, se presentó en la sala por sus propios medios y cubierta de un hermoso sombrero para prestarse a la actividad. Su fotografía tras la transformación fue seleccionada por un periódico para una nota a página completa sobre su historia de vida y sobre la campaña fotográfica en general.

Toda la actividad fue adaptada en función de lo generado por la Fundación Mimi Ullens en Europa. Como en otras oportunidades la campaña contó con un acto de cierre en un prestigioso hotel (que también donó sus tarifas de alquiler y uso de espacios), para agasajar a las participantes y reforzar el momento que vivieron.

Los cosméticos fueron provistos y aplicados por una escuela de maquillaje que donó su tiempo y el de sus estudiantes para brindar este servicio a las pacientes, siempre sin ningún interés publicitario. Las fotografías profesionales también fueron servicios ad honorem y la locación fue una sala cultural cedida sin costo alguno. El espejo bidireccional tan especial y necesario para la campaña también fue provisto gratuitamente por una cristalería cuya dueña casualmente era activista por la difusión de la detección temprana de las enfermedades oncológicas.

Lo importante de todo esto es motivar la reflexión, conocer historias, dar alegría y –sobre todo– difundir junto con las imágenes algunos datos para la prevención de la enfermedad y su diagnóstico temprano. Una de las participantes brindó una entrevista más extensa para generar un video promocional con su historia personal, marcada por el abatimiento y el desconcierto ante el diagnóstico, pero superada con temple y valor.

Tal como en la versión europea, se generaron videos para cada participante, que se expusieron en la gala final: es decir que el «momento exacto» de apertura de ojos ante el nuevo aspecto fue documentado no solo en imágenes fotográficas sino también en movimiento gracias a películas de una segunda cámara. El equipo fotográfico estaba formado por cuatro miembros. Aprovechando esta difusión, es bueno recordar aspectos esenciales de la detección temprana, tales como controles regulares, aprendizaje del auto-palpado en las mujeres, consulta inmediata ante la menor sospecha y cumplimiento estricto de las indicaciones de los profesionales tras el diagnóstico. Cuanto antes se reacciona, siempre es mejor.

El encuentro en la actividad rompió el aislamiento de muchas de ellas, permitiendo conocerse, intercambiar correos o teléfonos y formar un grupo de contención y amigas que quizás antes no tenían. La convocatoria se realizó visitando las salas de internación de los hospitales recorriendo cama por cama, profundizando sobre la actividad y motivando a asistir.

Pero el objetivo fue también motivar a diseñadores, creativos y afines a generar espacios de recreación para quienes más lo necesitan. La creatividad es un arma poderosa y una excusa para brindar contención a grupos más relegados y llevar a la sociedad (en especial con las redes digitales) mensajes significativos que eleven el alma. El virtuosismo, en tiempos tan complicados, es un motor importante para mover las voluntades de todos los que poseen las habilidades de la comunicación visual y escrita.

Y como siempre, la palabra final para la creatividad con bien público es: ¿qué podemos hacer los diseñadores y afines por el otro? El ingenio siempre brinda respuestas y formatos inesperados.

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