007 con licencia para innovar

Quizá pienses que México no es un país lo suficientemente innovador como para crear una dependencia con tan importante función. Sin embargo, aunque no lo creas, sí la hay. Se trata de una ventanilla única ubicada más cerca de lo que imaginas: en tu interior. Aunque te digan que otros países van sumamente adelantados en cuestiones de innovación y que debes contar con demasiada tecnología y capital para poder innovar, para que todos esos engranes puedan girar, primero necesitan el lubricante que segrega tu cerebro cada vez que comienzas a imaginar cosas ridículas. Sí, ri-dí-cu-las, y más vale que te vayas acostumbrando a esa palabra.

En cuanto te otorgues licencia para innovar, serás un superhéroe cuyo principal poder será la imaginación. Pero cuidado, porque tus enemigos te atacarán haciéndote creer que tus ideas son ridículas e imposibles. Quizá esos que eran tus viejos amigos se alejen de ti o te digan que hay alguien mejor que tú. Quizá te sientas solo e impopular, quizá la chica o el chico de tus sueños nunca se fijará en ti por considerarte una persona rara, y muy probablemente todo eso te hará sentir solo y con un ligero temblor interno. Pero no te preocupes, esas son las señales de que caminas por un sendero distinto.

Tarde o temprano todos ellos regresarán a ti y entonces serás tú quien los podrá conducir por los misteriosos caminos de la innovación. Pero antes de que suceda todo eso, es importante compartir contigo los siete requisitos para que puedas otorgarte tu licencia para innovar.

001. Acéptate como eres

Por cada cosa que te falta, hay otra cosa que te sobra. Si eres malo para las matemáticas, no importa, quizá eres muy bueno para las ciencias sociales. Si eres muy feo, no importa, quizá tienes mucha imaginación. Si eres muy alto, no importa, quizá eres muy fuerte. Si eres muy gordo, no importa, quizá eres muy determinado.

Tú eres un mensaje. Importa lo que dices, tanto como lo que no dices. Importa lo que tienes tanto como lo que no tienes. Por ejemplo: las aves podrían sentirse inferiores por no tener la musculatura de un rinoceronte, pero gracias a su diseño liviano pueden volar. Así que, como verás, tus desventajas quizá sean tus fortalezas. Para darte cuenta de ello, antes tienes que descubrir quién eres, y aceptarte.

002. Date permiso

No necesitas un título profesional para inventar algo, no necesitas el permiso ni la aprobación de nadie. Lo único que necesitas es comenzar. Comenzar y no parar. Aunque no lo creas, comenzar es más que una palabra, comenzar es la esencia misma del acto creativo que conduce a la innovación. No esperes a sentirte listo o preparado para hacer algo. No necesitas saber hablar inglés, chino, alemán y leer mil libros. Lo que necesitas es que en el patio de tu casa te explote tu primer experimento. Esa explosión encierra todo el conocimiento existente; no olvides que el universo mismo, comenzó como una gran explosión.

003. Ama el error

El error es la esencia misma del conocimiento. Siempre son imperfectos los jugadores que no meten el gol y siempre se sienten muy perfectos los que gritan inconformes desde la comodidad de las butacas.

Te voy a dar la fórmula para que seas perfecto en esta vida: quédate quieto y no hagas nada. Pero si quieres ser innovador, vete acostumbrando a romper cosas y a hacerte dos que tres cortadas en las manos. Y cuando estés ante el error, báñate en él, sumérgete y cúbrete como si se tratase de una pomada, y cuando todo mundo te diga que estas loco, ríete de ellos, pues mientras sólo te critican, tu estarás sumergiendo tu rostro en las mismísimas profundidades del conocimiento. Entre más sucio te encuentres por el error, más limpio será tu criterio en el futuro.

004. Olvídate del estatus

Olvídate de caminar sobre una nube; tú y todos los innovadores de este mundo caminan descalzos, porque las investiduras son barreras que evitan que el sol queme tu piel, que el viento roce tus vellos, que el agua moje tu rostro, que la tierra cosquillee tus pies.

El innovador va desnudo por el mundo, pues el estatus es una armadura que protege de todos esos padecimientos que en realidad, son la información necesaria para que sepas dónde es necesario aplicar la imaginación para crear una solución.

005. Nútrete de la burla ajena

Si ellos se ríen de ti, alégrate, significa que vas por el camino correcto. Si te dicen que tu idea es ridícula, alégrate, porque significa que tienes en tus manos algo nuevo. Si eres observador, notarás que la gente que se ríe de tí. En realidad llora por no poder ser como tú. Ah... pero eso sí, cuando comiencen a decir que siempre estuviste en lo correcto, olvídalo; eso significa que, o has dejado de innovar, o has dejado de respirar.

006. Enfócate en tu principal talento

No trates de ser el mejor en todo. Hay cosas que simplemente nunca podrás hacer. Einstein nunca pudo recordar su número telefónico, Newton nunca pudo explicar por qué las estrellas no se atraen entre sí, DaVinci nunca pudo conquistar a la mujer que amaba.

Hay cosas para las que la gente simplemente no nació, así que no te frustres ni pierdas tu tiempo tratando de dominar aquellas cosas que los demás sí saben hacer muy bien. Mejor enfoca tu empeño en desarrollar al máximo tus principales talentos y has equipo con aquellos que sí tienen esos talentos que tu no has desarrollado por ahora.

007. Manda al demonio todos estos requisitos

Es verdad, ¡soy un imbécil! Cada caso es diferente. Estas reglitas no necesariamente aplican en tu caso. Pero no importa, riámonos de mi ridiculez, pues de todos modos, yo seguiré utilizando mi licencia para innovar.

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