Sánchez Mercado sobre Vivir del diseño es más fácil de lo que parece (50619)
Diálogo iniciado por Joaquín Eduardo Sánchez Mercado en el artículo Vivir del diseño es más fácil de lo que parece
Ciertamente hay quién puede vender la torre Eiffel una vez a un mismo cliente, pero no lo harás dos veces. Si no tienes algo bueno que ofrecer solo venderás palabras huecas que al final se revertirán en tu contra. Lo primero es lo primero, quien tiene calidad, quien tiene creatividad, quien tiene habilidad puede vender eso mismo, pero si no tienes talento, no tienes creatividad, no tienes habilidades, no tienes mucho que ofrecer. Se puede vender tacos en la esquina de tu casa o tener clientela en un restaurante exclusivo. Los dos venderán pero de diferente manera y precio. Me recuerda algo que leí en un libro sobre ventas: es el caso del vendedor de cepillos que vendía eficientemente de casa en casa, habiendo alcanzado sus metas en los barrios modestos, se preguntaba con cierto temor, si podría hacer lo mismo en barrios elitistas, se aventuró a probar y descubrió que era más fácil vender un cepillo bueno a esta clase de gente, el dinero no era problema, en una misma puerta vendía dos, tres, hasta cinco cepillos al mismo tiempo, cuando en el otro barrio había que vender uno y a veces a crédito. La moraleja es que si tu mercancía es buena y quieres dinero, hay que ir a donde el dinero está. Muchos temen ir a las grandes empresas. Es cierto que mucho ayuda ser de "buena familia" porque las relaciones familiares abren muchas puertas, ir a colegios caros, vivir en ciertos barrios, ir a cierto club, codearse con empresarios, dueños de empresa, políticos y demás; ayuda mucho si lo que ofreces es calidad. También hay que saber si eres vendedor o solo tomapedidos. El tomapedidos es el que hace exactamente lo que el cliente pide, "el sabe exactamente lo que quiere", la venta está hecha si cumples fielmente su deseo. "Al cliente lo que pida". El vendedor ofrece lo que es más adecuado o deseable para ese cliente, ofrece proyectos nuevos, efectivos, que complementan o mejoran la idea primaria del cliente, le ofreces nuevas posibilidades y proyectos que le serán más útiles.
Concuerdo con usted Joaquin, veo que es usted una persona con mucha experiencia en el tema. Pienso que odviar la creatividad como una de las herramientas importantes de un buen diseñador es quitarle el espíritu a su trabajo, obra o producto.