Diálogo iniciado por Jesus Gaytan sobre:

Aldo Martínez
¿Quiénes venden espejitos?
¿Qué hacemos los profesionales de la comunicación en épocas electorales? ¿Comunicamos verdades o simplemente somos un elemento más en la cadena de producción de espejitos?
Jesus Gaytan
Me pregunto si realmente estamos en un foro de diseño... o lo queremos hacer ver de otra cosa.
Como diseñadores gráficos nuestro trabajo es «codificar» o «traducir» un mensaje dado para que cierta audiencia lo reciba con la menor distorsión posible, no somos los generadores del mensaje.
En este caso, como en todos, es más una cuestión de ética personal que de aspectos de la profesión. Si no estoy de acuerdo con el mensaje que se me pide enviar, siempre puedo rechazar el trabajo. Si el mensaje me causa inquietud, puedo generar yo el mensaje bajo mís términos.
Así de simple.
Aldo Martínez
Mar 2013En ningún momento considero que somos los emisores pero para realizar un trabajo uno debe sentirse partícipe y quierase o no al final forma parte de él. No somos máquinas.
Marcelo Cardozo
Mar 2013Aldo, creo que en carácter de proveedor de servicio «diseñador» nunca formas parte del trabajo, simplemente lo diste forma.
Como diseñadores, un trabajo es tuyo y sos parte de el cuando lo miras del lado «artístico», y enviás un mensaje que vos o un grupo del cual SI formas parte lo genero.
Y si, es netamente una cuestión de ética personal y no profesional. Si no te agrada el mensaje o el «producto», rechazas el trabajo y listo.

Carlos Sebastián Ibarrola
Abr 2013Si mi cliente vende cocaína y yo -conciente de ello- elaboro una comunicación eficiente para la causa, no soy un proveedor de servicio sino un cómplice. Para la ley y para la sociedad soy un delincuente. Esto se aplica aún cuando se trate de ladrones de guantes blancos, cuando menos moralmente, como los encuestadores, no son proveedores de servicios, son tan amorales y culpables como los delincuentes de turno, sólo que la ley no los castiga, lo que parece nublar la vista y la conciencia de muchos profesionales.
