Sánchez Mercado sobre No cualquier cosa es una marca (51391)
Diálogo iniciado por Joaquín Eduardo Sánchez Mercado en el artículo No cualquier cosa es una marca
Van varios artículos en que queriendo decir mucho en realidad dice muy poco. En el caso de los símbolos, no podemos olvidar que todo símbolo es arbitrario, que toda marca gráfica en realidad no es más que eso, un símbolo que no era y hoy se vuelve representativo de algo, ya sea de una empresa, productos, país, etc. El papel del diseñador no es encontrar aquello que ya signifique alguna cosa, sino de encontrar aquello que se vuelva representativo de aquello que todavía no tiene marca gráfica o que necesite un cambio. Eso está en la historia del mundo, desde una letra "A" por ejemplo, alguien decidió que esa era la letra "a", alguien decidió su forma básica, y su puesta en uso adquirió desde ese momento y gracias a su gran difusión y aceptación general, pero en realidad no deja de ser un signo arbitrario que hoy representa algo para el que lo conoce y lo reconoce, pero un supuesto extraterrestre no sabría que significado tiene. Algunas cosas se dan por asociación de ideas, de formas, de contenidos, etc. Sería difícil por lo tanto hablar que diseñar un logo, un símbolo, una marca, se trate de encontrar aquello que sea lo más representativo, lo más intrínsecamente relacionado con la actividad, la función, la razón de ser de una empresa y grupos o países. En mi opinión se trata principalmente de encontrar aquello que pueda llegar a identificar en lo sucesivo a una empresa, marca, país, sin que sea algo que ya tenía por anticipado un significado o asociación de ideas, etc. Sería difícil entonces hablar de lo que es lo correcto o lo incorrecto. Hemos visto ejemplos históricos de marcas que basados en ciertas enseñanzas, no eran gráficamente las más idóneas desde el punto de vista de lo correcto o lo adecuado. Uno diría que se equivocaron en el diseño pero funcionaron y otros supuestamente correctos no funcionaron. Querer verlo todo desde un punto de vista rígido me parece excesivo.
Joaquin, no entiendo por qué la primera oración de tu opinión si en realidad coincides con lo que Norberto dice en sus textos subidos aquí y en sus libros como el de marca corporativa y los significados semánticos de la marca.
Hay una diferencia muy profunda. Querer dar conceptos rígidos, decir esta es la verdad, esto es lo adecuado, el que no esté de acuerdo conmigo está equivocado, decir que las soluciones de diseño son o deben ser siempre objetivas, racionales, no creativas, ni emotivas. Creerse dueño de la verdad, son los errores de muchos de los consagrados en temas de diseño. Y una de sus frases ya documentadas aquí en otra publicación, es aquella de "no tienen ni la más puta idea de lo que es el diseño y lo que es el arte", nos dice con que clase de rigidez presenta sus exposiciones. Tal vez es la forma, no el fondo.
«Mucho ruido y pocas nueces»... si es qué hay nueces. Lo que me inquieta es lo siguiente: anoche que leía otros artículos sobre la calidad, mencionaron a Norberto Chaves. Busqué quien es él y con un poco de trabajo encontré en una biografía que tiene estudios de arquitectura. En su página Norberto Chavez menciona que ha escrito numerosos artículos, libros, que es crítico, teórico, juez, conferencista, que ha dado cursos, etc. Por otra parte veo que cuando pública un artículo hay muchos fans que se limitan a decir: «excelente artículo», «buenas reflexiones», «capacidad de análisis» «claridad», etc. Comentarios cortos. Tiene sus fans, indudablemente.
El diseño gráfico es una profesión tan creativa, tan hermosa, interesante, cambiante, que muchos teóricos que no tienen la profesión, que no cursaron los estudios de la carrera y que estudiaron otras profesiones nos dicen cómo hacer las cosas en diseño o como deben de ser.
Ser críticos, jueces, es un asunto más del lenguaje que de la práctica y del conocimiento de una totalidad de la profesión.
Otro asunto es ver tanto escrito que se va desarrollando sin la suficiente y necesaria claridad en sus puntos, va cansando.
Jorge, usted que "buscó" un rato en Google sobre el autor ya cree que con eso sabe quién es él y lo que hace. Tampoco critica con argumentos cada punto que Chaves escribe (igual que Joaquín), se limita a cuestionarlo por su formación. Sería bueno que argumente. Escribir un comentario desacreditando el trabajo de otros cualquiera lo puede hacer.
«Sería bueno que argumente». Así, como lo hice, para mí es suficiente.