Difundir la reflexión es clave para fortalecer la profesión

No es intención poner en tela de juicio el saber de aquellos que se desempeñan en la disciplina, y mucho menos el conocimiento de quienes llevan un largo tiempo en el «campo de batalla» del diseño, cosechando logros y reconocimiento. En esta ocasión más bien se ponen en duda las reales oportunidades de difusión de aquellos que cuestionan y proponen alternativas a lo que se les enseña en libros y en las aulas.

La mayoría de los estudiantes y recién egresados de carreras afines a diseño, que tienen ideas propias y buscan la forma de darlas a conocer al mundo, se sienten —generalmente— reprimidos por los dogmas de la Bauhaus o atenuados por el surgimiento de nuevos artistas (influenciados unos por otros), quienes terminan siendo precisamente eso, «copias» o amalgama de los demás (ese es tema para otra ocasión). Lo que se busca resaltar en este artículo son las escasas posibilidades de volcar ideas y propuestas por escrito, y buscar la manera de que sean acogidas por interesados y estudiosos de temáticas de diseño. En algunas ocasiones quienes de verdad reflexionan acerca de lo que leen en libros y escuchan en conferencias —y no se limitan a adoptar ciegamente las ideas que ahí se presentan como dogmas inquebrantables o reglas no escritas pero ineludibles—, no tienen la oportunidad o las facilidades de comunicar sus conclusiones en una plataforma impresa, o virtual, de manera que un amplio público pueda tener acceso a ellas, sin pasar por una pre-selección debido a limitaciones tales como espacio, estilo, o —¿por qué no mencionarlo?— compadrazgo. 

El reflexionar más a fondo sobre teorías, dogmas, reglas no escritas o percepciones y llegar a conclusiones personales, no es algo que resulte atractivo para muchos. Sin embargo, la falta de oportunidades, apoyo o interés puede ser un freno para quienes realmente muestran una inclinación hacia ello. Hay mentes que podrían aportar nuevas ideas y propuestas en el ámbito del diseño, y que por no ser profesionales con años de experiencia, o no tener un alto grado de estudios, no son tomados en cuenta por algunas publicaciones debido a las razones antes expuestas.

Si bien es cierto que existen diversos canales para dar a conocer conclusiones e ideas propias —blogs, sitios web o publicaciones independientes—, es difícil que estas tengan una difusión considerable si la plataforma no cuenta con cierto prestigio. FOROALFA representa una poderosa herramienta de divulgación en la que las reflexiones propias pueden llegar a profesionales de muchos países generando debates que resultan enriquecedores, interacción que no es posible con autores de artículos para revistas o libros —sin aminorar el mérito de estos—.

Quienes posean tendencias a cuestionar, comprobar y proponer, no deberían quedarse con esas ideas para sí mismos y colegas cercanos, deben decidirse a buscar formas de publicarlas por diversos medios y de esa manera abrir el panorama del diseño exponiendo sus conclusiones y debatiéndolas, sin importar que sean nuevos o viejos «teóricos del diseño», lo que finalmente no deja de ser un término reservado —de manera a veces pretenciosa— para unos pocos.

No se busca quitarle crédito a quienes llevan un largo historial de logros en el ámbito profesional, de investigación o docente, pero sí evitar el menosprecio sobre los aportes de quienes —una vez que han analizado y reflexionado sobre estos asuntos— tienen algo significativo que decir.

Docentes, profesionales y estudiantes deben sentirse impulsados a difundir la cultura de la reflexión y el debate, actitud que resultará edificante para todas las partes involucradas, y que permitirá que el panorama se abra permitiendo saber lo que otros tienen para decir.

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