Cómo comunicarse con el cliente

En el día a día de la profesión del diseñador gráfico, no solamente es importante la forma en que este realiza su trabajo de elaborar mensajes visuales, proponer ideas, conceptos, en definitiva, cómo despliega su talento profesional; sino también es esencial la comunicación que logre con su cliente. Pero ¿cómo entablar y mantener con él una comunicación fluida?

El hecho de ser profesionales nos condiciona a usar lenguaje formal y claro, para explicarle al cliente cómo procederemos con el trabajo, estableciendo honorarios, objetivos, etapas, responsabilidades y tiempos de realización. Siempre es muy importante utilizar un tono cordial para establecer un diálogo amable y provechoso. Muchas veces los profesionales manejamos términos específicos y técnicos que el cliente no comprende (ni tiene por qué incorporar). Es indispensable expresar esos conceptos e ideas en un lenguaje que el cliente pueda comprender; explicarle los detalles considerando que le hablamos a alguien que desconoce por completo nuestra profesión. Hay que acercarle los conocimientos de manera fácil y clara.

Aunque muchas veces estemos tentados de hacerlo por tener una muy buena relación con el cliente, debemos evitar irnos al extremo de entablar un diálogo informal, sea en forma oral o por medio de aplicaciones de mensajería. Si hablamos por escrito, debemos mantener el mismo lenguaje profesional, claro y llano, evitando usar emoticones o abreviaturas innecesarias. Por más bien que nos llevemos el cliente, no podemos tratarlo como si fuese un amigo cercano o un familiar. La relación entre cualquier profesional y su cliente siempre es formal y de respeto mutuo, y la de los diseñadores no tiene por qué ser menos.

Me pueden decir que soy algo «anticuada», pero sostengo que una comunicación cordial y formal con el cliente es lo que él espera. El cliente necesita recibir la información completa de manera sencilla pero con las explicaciones justas y las palabras apropiadas. Este tipo de diálogo favorece la relación profesional y todo se mantiene en esos términos esperados. Establecer cuáles son los días y horarios para entrar en contacto es muy útil y profesional. El diseñador debe marcar estos límites y también debe fijar el tiempo de realización de cada etapa del trabajo. Dejar todos los puntos claros antes de empezar a prestar el servicio, permite a cada parte conocer su lugar y saber en qué momento puede reclamar o marcar límites. Tener un buen diálogo profesional con el cliente, una comunicación formal y de respeto, evita la mayoría de los malentendidos que suelen darse en la práctica de nuestra profesión.

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