Diálogo Nº 50618
Diálogo iniciado en el artículo Cómo se creó la identidad de los Juegos Olímpicos México 68
Tengo el enorme privilegio de conocer en persona al arquitecto Eduardo Terrazas de la Peña, he asistido a un par de conferencias por invitación directa del mismo, e incluso una vez lo llevé personalmente a la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM (en aquel entonces ENAP). Gracias a mi relación como académico en aquella institución, se dieron las condiciones para organizar una magna conferencia en dicho recinto.
El debate sobre qué fue primero si el huevo o la gallina se repite sin cesar en esta especie de circulo concéntrico y sin fin. En pláticas personales con el arquitecto, él nos relata su intervención en el diseño del logotipo y los grafismos. Por el otro lado Lance Wyman (a quien no tengo el gusto aún de conocer) reclama también lo suyo, etc. y con justa razón pues ambos aportaron genialidad en el proyecto.
Ninguno miente, los dos se atribuyen cierta autoría. Es difícil precisar quién hizo qué y hasta dónde intervinieron mutuamente. Ramírez Vázquez por su parte entiendo que fue él quien hizo las gestiones para consolidar el gran logro de la olimpiada cultural y todo lo que acompañó lujosamente a aquella olimpiada y que hasta el día de hoy caracteriza al 68 (en términos deportivos y culturales) como una de las olimpiadas de mayor trascedencia social, histórica y cultural de los juegos olímpicos modernos. En lo personal creo un poco ocioso pensar en quién hizo qué, lo que me queda claro es que hubo un equipo de gente creativa y maravillosa (artistas, arquitectos, diseñadores, fotógrafos, impresores, escritores y un sin fin de etcéteras) quienes hicieron de aquella olimpiada uno de los eventos más importantes del siglo XX, y que desgraciadamente no hemos podido volver a apreciar y quizás esto se deba también a un contexto histórico irrepetible (recordemos los movimientos estudiantiles, la liberación femenina, Vietnam, la psicodelia, el Op art, etc.) que hacen de este evento algo digno de aparecer en los libros de diseño gráfico como una joya histórica.
Siempre un placer formar parte del debate y más en un tema que me apasiona. Saludos.