Diálogo Nº 44736
Diálogo iniciado en el artículo Los clientes no compran diseño
Curiosa analogía la del dentista. Valga como anécdota, la semana pasada tuve que ir al dentista. El costo del tratamiento rondaba los 1,000 dólares. No entendía por que debía pagar esa suma y me sentí mortificado, molesto y desconfiado. Parece ser que el doctor percibió eso o tiene por costumbre "educar" a sus pacientes sobre lo que va a hacer. Me explicó, de A a Z, todo lo que conlleva y tuvimos una amena charla de 30 valiosos minutos, que particularmente me parecieron más relevantes que cualquier otra cosa. Pregunté y comprendí, pude entender la dificultad del tratamiento, lo que implica, las diversas soluciones que me ofrecen y porqué esta solución se ajusta a mi necesidad. Sentí que hablaba con alguien con empatía, una cualidad básica en cualquier profesión. Seguidamente pasé mi tarjeta y desembolsé sin chistar los 1,000 dólares. Me siento tranquilo y creo más en el "profesionalismo" de mi doctor. En lo particular, creo que todo suma.