Análisis visual de la película Avatar
Vi Avatar en 3D
Entregarse a Pandora, flotar, y después reflexionar sobre su precisión como producto de diseño de la industria cinematográfica.
AutorMariana Costa Seguidores: 40
- Opiniones:
- 33
- Votos:
- 64
Vi Avatar en 3D... tomo aire para continuar. Si uno sabe que ingresa a ver un producto Hollywood de alto presupuesto, —dirigido por un experto en esto como James Cameron—, lo primero que tiene que hacer es «entregarse», a las formas… No esperar grandes desafíos a la inteligencia con el guión, ya que será fácil descifrar el planteo y saber de antemano los previsibles desenlaces… Este tipo de productos no se propone «incomodarnos» con extrañezas, sino llevarnos como una ola, en una sesión de surf segura y con aire acondicionado.
Hay que tener esta capacidad para, como digo: «entregarse», bajar la guardia y dejar en los bolsillos películas como Blade Runner1, Solaris2 y Apocalipsis Now3, con sus profundos encuadres filosóficos. Estos tres films cimentaron planteos desde la ciencia ficción, y Avatar ha recogido de ellos inteligentemente, lo que le ha sido útil.
Una vez que aceptamos esta experiencia, la fuerza de las imágenes, del brillo y del color logran invadirnos absolutamente. Es una experiencia recomendable, si tenemos la capacidad de vivir el instante, de flotar en la superficie visual que se ha logrado crear; y hasta puede emocionarnos porque es parte de su concepción y su diseño.
Mi percepción es que semejante despliegue visual, desarrollo de diseño, color, animación, velocidad, pueden componer una experiencia visual en sí misma, independientemente de la historia narrada y sobre todo, de su trama evidente.
Sin embargo, un guión accesible o fácil de descifrar no supone que no existan planteos de profundidad, que puedan hacerse una vez que uno logra tomar aliento a la salida.
Aspectos teológicos, políticos, y éticos vuelven a ponerse en juego en este film. He leído que hay en Avatar cierta autocrítica estadounidense por la destrucción de recursos y el militarismo desenfrenado de Estados Unidos, sin embargo, la solución al problema (el líder salvador), proviene de ellos mismos… Por lo tanto, visto de este modo también estarían diciendo «que aún habiéndose equivocado», ellos resolverán los problemas del mundo… lo cual sigue poniéndolos en su lugar de privilegio. Además, no creo que sea en el terreno del cine donde deberían salvarse culpabilidades vergonzosas referidas a invasiones, guerras y destrucción ecológica. Como sea, es demagógico, actual y adecuado ponerse en este papel, para lograr, como decimos una mercancía de éxito.
Avatar, sin duda es un producto de consumo «refinado» de la industria del cine de Hollywood, diseñado «afinando la puntería» en diversos aspectos que según experiencias anteriores dan resultados positivos a la hora de facturar, cuyo fin claro y logrado es batir récords de taquilla. Uno de estos aspectos es el sentido de la oportunidad, que —no ingenuamente— lleva a Cameron a desarrollar su historia, en el marco de la preocupación ecológica mundial existente. No es cualquier tema, es «el tema». Diseñar un éxito de taquilla comienza por allí.
Con respecto a la relación de los humanos con la Naturaleza, que es uno de los aspectos que más me impresionó desde las formas logradas, sin duda hay una valoración enorme (hasta exagerada), del diseño de cada uno de los elementos que componen esta selva en Pandora. Inspirados en los más hermosos paisajes creados por la Naturaleza, sus frutos y flores, me resultó fascinante (ya nada queda de la Naturaleza original), el modo en que logran combinarlos.
Asuntos como la explotación minera irresponsable, la destrucción de los recursos, el uso de tecnología para la guerra, ¡el papel de la Naturaleza reemplazando a Dios mismo!, la analogía entre el ataque al árbol-casa y el de las Torres gemelas, y hasta el simple hecho de que Sigourney Weaver aparezca como una fumadora empedernida, dan lugar a críticas diversas, desde los ámbitos más inesperados, tal vez más de lo que el mismo Cameron pretendía.
Con Avatar, vale la pena dejar de lado la razón para que la emoción fluya. Tanto trabajo lo merece, y después de todo, es un film: casi tres horas para flotar entre colores. Uno de los avatares de nuestra vida real, en 3D.
¿Qué te pareció? ¡Comparte tu opinión ahora!
- Opiniones:
- 33
- Votos:
- 64
Este video podría interesarte👇👇👇
Colabora con la difusión de este artículo traduciéndolo
Traducir al inglés Traducir al italiano Traducir al portugués- Blade Runner es una película de ciencia ficción estadounidense, dirigida por Ridley Scott, estrenada en 1982 y basada, lejanamente, en la novela de Philip K. Dick ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?. (Do Androids Dream of Electric Sheep? (1968). El planteo de la relación de la Humanidad con la Naturaleza es central, como así también la condición humana como tal, a la que los androides prefieren volver.
- Solaris es el nombre de una novela de ciencia ficción de Stanisław Lem que transcurre en el planeta de nombre homónimo, publicada en Varsovia (Polonia) en 1961. Se trata, sin duda, de la obra más conocida del autor y ha sido adaptada al cine por Andrei Tarkovsky, Solaris (1972) y por Steven Soderbergh, Solaris (2002). En la versión de Tarkovsky, se aborda el tema de la relación de la humanidad con lo desconocido, el planeta Solaris. El planteo bucea en la psicología humana y en su relación con la naturaleza, haciéndolo de una forma hermética, desafiante, y, obviamente, lenta. Se desarrolla en su mayoría en una estación espacial; la mayor divergencia con la novela es el hecho de que Kelvin nunca llega a viajar a la superficie de Solaris. Fíjense en el dibujo de la simetríada, entre otras creaciones de este cosmos alternativo.
- Apocalipsis ahora es una película bélica dirigida por Francis Ford Coppola en 1979. El guión está basado en El corazón de las tinieblas (Heart of Darkness), una novela de Joseph Conrad ambientada en el África de finales del S. XIX, aunque trasladando la acción a la invasión estadounidense de Vietnam. El capitán Willard (Martin Sheen) es enviado a Vietnam a un lugar de la jungla donde deberá localizar y matar al Coronel Kurtz (Marlon Brando), un ex boina verde que ha organizado su propio ejército y se deja adorar por los nativos. A medida que se adentra en la jungla en su viaje por el río, Willard se ve afectado fuertemente por los poderes de la naturaleza, por diversos conflictos bélicos, y por las infecciones y enfermedades. Sus compañeros se encuentran bajo el efecto de las drogas o sus propios miedos. Poco a poco Willard se convierte en un hombre similar a aquél que tiene que matar.
Este artículo no expresa la opinión de los editores y responsables de FOROALFA, quienes no asumen responsabilidad alguna por su autoría y naturaleza. Para reproducirlo, salvo que estuviera expresamente indicado, por favor solicitar autorización al autor. Dada la gratuidad de este sitio y la condición hiper-textual del medio, agradeceremos evitar la reproducción total en otros sitios Web.