Salgado sobre Los cuentos del diseño (26259)
Diálogo iniciado por J. Leonel Salgado en el artículo Los cuentos del diseño
decir: «me salió de la cabeza, del lápiz y del ordenador. Me gustó y pienso que funcionará muy bien» es demasiado simplista para la cantidad de conocimientos, intentos y experiencia que hay detrás. Aunque tampoco comparto la necesidad de protagonismo o sobre valoración de algunos diseñadores. Hace poco resolví un problema, no presísamente de mi área, y me dijeron «orales que listo eres», a lo que respondí: -no soy listo, soy diseñador!. Porque esa idea que me salio de la cabeza el lápiz y el ordenador la resolví gracias a mi experiencia, no a mi genialidad. Buen tema para debatir un poco.
De acuerdo contigo, Leonel. Ya existen demasiados «vendedores de aire» en nuestra profesión y tipos que van de artistas. No creo que explicar los principios en los que está basado un determinado trabajo sea rebajarse, como me ha parecido entender de algunos de los comentarios. Tan solo tenemos que estar alerta para no dedicar más tiempo y esfuerzo al «corpus» teórico-argumental que a crear. Todo depende del cliente, de su grado de formación y de su confianza en nuestro trabajo.
Estoy de acuerdo con ustedes, pienso además que la teoría no sirve para justificar un diseño, sino que nos ayuda a entender mejor cómo pensamos los diseñadores para conseguir las soluciones que necesitamos, desde mi punto de vista, muchos teóricos del diseño reflexionan sobre el modo de hacer diseño para ayudarnos a entender nuestro quehacer , entonces poderlo explicar a nuestros cliente, paso a paso diciendo el porqué de todas nuestras decisiones, las cuales tienen una argumentación sólida real, nada de cuentos, sino simplemente nos valemos de forma práctica de las teorías sobre el diseño.
Sin descartar una cosa por la otra. Es agradable saberse además de diseñador: creativo, artista... (virtud de cuentacuentos) La esencia del diseño puede ir más allá de la resolución de una necesidad y ampliarse al punto de vista del PROCESO como un lenguaje de diseño que nos permite estructurar una cosa después de la otra, argumentar de alguna manera. Un poco de aire ayuda: ventila; porque la creatividad también está en el cliente, el espectador, el público que vive, así como nosotros, el cuento de su historia en cada proceso que experimenta en la cotidianidad. Agradezco el aprendizaje.