Simón sobre Golpeando con diseño el lamento latinoamericano (35807)
Diálogo iniciado por Gabriel Simón en el artículo Golpeando con diseño el lamento latinoamericano
En realidad el diseño no tiene que «golpear» a nadie, tiene que proponer. Los lamentos se escuchan y se mitigan con la acción, como bien lo dice el autor. El lamento es una manifestación de descontento ante una situación dada. ¿Cuál es esta situación? ¿no nos complace el rumbo del diseño? ¿la identidad latinoamericana no se refleja en el diseño? La mayoría de nuestros países acabamos de cumplir 200 años fuera de la Colonia Española. Somos jóvenes púberos en busca de nuestra personalidad adulta. Queremos tener raíces profundas y al mismo tiempo volar sin ataduras. ¡Definámonos de una vez!
Lo de «golpear» es una metáfora, tal vez basándome en una frase del Cartelista Venezolano Santiago Pol quien dice que «el Cartel es como un puñetazo en el ojo», por su puesto, en sentido figurado. Con respecto a lo que comenta en exclamación sobre que «definamos», lo apoyo, ahora bien si en la dinámica socio-cultural no definimos, el diseño tampoco lo va a hacer, pues el diseño es un agente cultural producto de la cultura. Caso por el cual se gesta un diseño basado en cánones extranjeros basados en culturas predominantes y definidas, ¿no cree?
Si lo creo. Siguiendo con las metáforas: el diseño es la «fiesta de la condición» humana no un «puñetazo en el ojo». La fiesta es consoladora. Consolar es distinto a agredir. Es gozo y alivio. La filosofía del diseño está en el trasfondo de la existencia humana. Revela al hombre para que éste se rebele ante el mundo. Hace visible lo que antes no lo era. La revelación es un acto de comunicación, que no es un simple anuncio, sino una interpretación. El diseño se encuentra en la raíz de la libertad en su doble giro de reconocimiento del caos y de la luz con la cual el mundo puede ser ordenado.