Montaña sobre Cuando la convicción estorba (23615)
Diálogo iniciado por Jorge Montaña en el artículo Cuando la convicción estorba
Un tema durísimo para resolver en la academia hoy es un balance entre las bases disciplinares y competencias proyectuales indispensables con la exploración de nuevas alternativas y tendencias no validadas. Vemos con preocupación en el ámbito profesional es que el entusiasmo por nuevos modismos y apellidos hace que nos lleguen a nuestras empresas de diseño, diseñadores industriales que no saben hacer una representación para producción y que confunden planear o imaginar con diseñar. Quizas lo que reclaman sus alumnos, preocupados por su poco claro futuro es que vean la realidad local.
es un gran reto ser conscientes de que ante los problemas de nuestra realidad social no hay conflicto, siempre y cuando estemos dispuestos a verlo de esa manera y empecemos a dar soluciones antes de encontrar las fallas en nuestro entorno y en todas nuestras comunidades (internas-externas)
Supongo yo que para validar o no algo, hay que conocerlo perfectamente, mi pregunta es, podría Jorge decirme exactamente porque no son válidos (lo que usted, denomina de manera tal vez errada) «modismos»? ¿qué no lo hacen válidos? ¿Por qué en algún momento de la historia del diseño industrial se adoptaron con mucha ligereza conocimientos extranjeros y ahora que llegan otros nuevos estos se rechazan? ¿La realidad local, como lo denomina, soporta mas productos de consumo?
No digo que no sean validos, digo que deben ser validados, algo bien diferente. Tengo casi 30 años de practica en diseño industrial y puedo decirle que para mi empresa de diseño en particular el olvido del rigor profesional de mi profesión hace que algunos estudiantes que me han llegado de la u del profe que escribe ese articulo, no tengan ya las competencias que una empresa que diseña productos e interiores como la mía necesita. Si me llega un d.i que no sabe hacer un plano para producir un producto, creame que algo no anda del todo bien.
pregunto en qué recae la validez de las «alternativas» o «tendencias» lo cual me lleva a otra pregunta: ¿quién es el que lo valida? resulta indispensable comenzar a pensar en el entorno o contexto de lo que diseñamos y el juicio o prejuicio que tengamos hacia lo que hacemos o el otro hace... hacia lo que decidimos que es válido o no. Quién de nosotros es el que comunica o expresa o idealiza o incluso: OPINA, me parece que en cierto sentido al diseñar se gesta una opinión en un nivel de lenguaje «distinto» al «común» y que con el paso del tiempo nos vamos alejando de ese encasillar términos
Quien valida es el mercado de trabajo. Aqui esencialmente micro y pequeña empresa, Cuando las facultades tienen más de 35 años, tienen como punto de validación el desempeño de sus profesionales y las áreas donde ellos actúan, se espera que la formación tenga como base la realidad local. El sentido de la escuela es formar profesionales para el mercado de trabajo a partir de su estudio y conocimiento. La Universidad sí es campo de exploración de nuevas tendencias y propuestas, pero no puede «patear el balde» pues la gente cuando sale no va a tener la preparación requerida como de hecho sucede
Claro!! en el ámbito académico se tendrá entonces que encontrar la congruencia de las partes... probablemente siendo más específicos en la enseñanza, sin evadir con ese enfoque la «Universalidad»... no casualmente se llama Universidad a nuestras mayores casas de estudio