Ruiz sobre Cómo instaurar procesos creativos: el destierro de la inspiración veleidosa (55519)
Diálogo iniciado por Karen Dayana Ruiz en el artículo Cómo instaurar procesos creativos: el destierro de la inspiración veleidosa

Estoy de acuerdo con el artículo donde se menciona que la inspiración para llegar a una idea creativa y que esta misma genere una respuesta exitosa no necesita de un agente celestial para lograrse. Tanto la inspiración como la creatividad tienen varios caminos, desde procesos creativos hasta personas que las poseen, aunque todavía se idealiza a las profesiones "artísticas y creativas" como las únicas con ese privilegio. Esta creencia está lejos de la realidad. Además, como sociedad, debemos empezar a reconsiderar, reflexionar y actuar para que la creatividad no se perciba como algo ajeno o exclusivo de unos pocos, sino como una aliada que necesita ser nutrida para funcionar mejor. La clave está en ejercitarla mediante la práctica, teniendo en cuenta las experiencias cotidianas, ya que estas nos generan material valioso para la creación. Los problemas diarios nos desafían a encontrar soluciones menos convencionales, lo que puede dar lugar a ideas inspiradoras.
Sin embargo, quiero destacar dos puntos: la creatividad no solo se limita a la creación de algo nuevo a partir de lo existente, sino que también puede manifestarse en la manera de afrontar conflictos, dar respuestas ingeniosas en una entrevista o simplemente cambiar nuestra rutina diaria. Todo es cuestión de perspectiva y de cómo logramos que nuestro día a día sea diferente. La creatividad es una capacidad con la que todos nacemos, pero requiere estímulo para alcanzar esos momentos milagrosos de inspiración, esa chispa luminosa de ideas. No podemos limitarnos a esperar a que ocurra, ya que eso solo nos vuelve perezosos y nos aleja de la productividad tanto en el trabajo como en cualquier otra situación. Por ello, independientemente de la profesión, todos somos creativos.
El conocimiento, la exploración y la investigación son claves para superar bloqueos creativos, pues nos permiten ampliar nuestra visión del mundo, conocer diferentes culturas y medios, y descubrir nuevas ideas. "Nunca lo tendrás todo resuelto", esta frase complementa mi punto: al no tener todo en bandeja de oro, nos vemos obligados a encontrar soluciones creativas a nuevos problemas, lo que nos lleva a ejercitar nuestra creatividad constantemente. La verdadera pregunta que debemos hacernos es: ¿Qué nos impide ser creativos? Muchas veces, nuestras limitaciones provienen de creencias impuestas desde niños, como el miedo a cometer errores, la idea de que solo existe una forma correcta de hacer las cosas o el temor al fracaso. Estas barreras nos limitan y nos impiden vivir la experiencia completa. Poco a poco, al liberarnos de estas ideas, notaremos un cambio en nuestro entorno cultural que nos permitirá alcanzar nuestro objetivo de «ser más creativos e inspirados».
La cultura también juega un papel importante en el desarrollo del pensamiento y la búsqueda del conocimiento. Por esta razón, es bueno viajar, pero no lo única que nos ayuda. Experimentar, amar lo que hacemos y no exigirnos demasiado (dejar de presionarnos, un descanso puede hacer maravillas) son claves para fluir con nuestras ideas. No obstante, también existen otros aspectos que pueden frenarnos, como el estado de ánimo, la situación familiar o la salud. Al final, lo importante es "tener una nueva mirada a los viejos conocimientos", como leí en un libro sobre creatividad, ya que de ahí puede surgir la inspiración que buscamos y que muchas veces no vemos posible.
Por último, el sistema educativo tiende a hacernos conformistas y obedientes, lo que limita nuestra capacidad de exploración para inculcar la creatividad. Con el tiempo, esta problemática se ha ido profundizando, dificultando el camino libre a la creatividad. Sin embargo, "no existe un único proceso creativo; hay tantos como personas creativas".