Soler sobre Carta del diseñador al cliente (25971)
Diálogo iniciado por Santiago Soler en el artículo Carta del diseñador al cliente
Es verdad lo que se plantea en este articulo, pero la responsabilidad de que esto sea asi sigue siendo de nosotros, los diseñadores. El dia en que todos los diseñadores aprendamos que los trabajos DEBEN hacerse de acuerdo a lo que nosotros sabemos como profesionales y la experiencia que tenemos, y no de acuerdo al capricho y el «gusto» del cliente, esto comenzará a cambiar. Simplemente hay que dejar de tener miedo, y hacer entender al cliente cual es la solucion a su problema de comunicación, y aquel cliente que no quiera entender, será mejor no tomarlo porque solo tendrá un capricho.
En mi opinión, la capacidad más importante de cualquier prestador de servicios profesionales es «saber llegar al cliente», es hacerlo sentir que estamos ahí para ayudarlo, no para imponernos basados en nuestros conocimientos y sobre todo tener claro que «vivimos de su aceptación». La calificación de «capricho del cliente « evidencia por nuestra parte «intolerancia» y ese no es el mejor camino para cosechar a futuro exito profesional.
Me dejaste pensando en puentes, Isabel, hagamos una paráfrasis de lo que escribió Julio Cortázar en su Libro de Manuel, p. 27. «Porque un puente,
aunque se tenga el deseo de tenderlo y toda obra sea un puente hacia y desde algo, no es verdaderamente puente mientras los hombres no lo crucen. Un puente es un hombre cruzando un puente». Así un puente, aunque se tenga el deseo de tenderlo y todo proyecto sea un puente hacia y desde algo, no es verdaderamente puente mientras diferentes personas (clientes, usuarios, vendedores, etc) no lo crucen: un proyecto es gente viviendo un proyecto»...
Pues, a mi entender es tender caminos de comunicación emocional con los otros, es saber escuchar, practicar empatia que permita enviar mensajes de solidaridad y comprensión de la visión del otro. Es evitar que nos ubiquen en un campo confrontacional (originado fundamentalmente por el propio ego) es aprender a manejar proactivamente el ajeno.
Adhiero. Y aclaro, con capricho del cliente, quise referirme a eso que el cliente desea y tiene como meta principal, sin estar abierto a que se le planteen otros caminos o metas. Es un hecho que esta gente existe, existen los clientes caprichosos como tambien existen diseñadores caprichosos. Pero si te consultan para la resolucion de un problema de comunicacion, tenes que hacerte cargo y asumir la responsabilidad de que VOS sos el profesional, y que puede que el cliente, antes de ser asesorado, tenga simplemente un capricho. Tambien los hay los que respetan el saber de uno como profesional.
Sin duda, el asunto es como hacer para reorientar las inclinaciones categóricas del cliente hacia la reflexión de las posibilidades que uno le ofrece; y esto a mi entender, se podría lograr si uno, primero envia mensajes de comprensión a la posición contraria (esto reduce la resistencia) y luego permitirle, a través de preguntas concretas y pertinentes, la reflexión de las consecuencias, de modo que sienta que las decisiones finales nacen de si mismo (el ego de siempre) así como que de sus decisiones dependerán los resultados positivos o negativos a sus intereses