Diálogo iniciado por Francisco G. Martínez sobre:

Yo trabajo por el pancho y la Coca
Alguna vez debimos tropezar y caer para aprender a caminar. El mundo animal es claro y cruel: si no te pones de pié al nacer, no estás apto para ser de la especie. Tu, ¿estás apto?

Cuando empecé hacer diseño, en lo último que pensaba, era cuánto iba a cobrar por mi trabajo; terminaba el diseño, disfrutaba enormemente el proceso, y a la hora de ponerle un precio, no sabía cuánto, me guíaba por mi tiempo invertido y por el valor que yo le atribuía a mi trabajo; algunos me decían después te paso, han pasado 30 años y aún sigo esperando. Por ahí un cliente me recordó esa premisa: para que puedas cotizarte, algunas veces vas a tener que regalar tu trabajo, es el precio por darte a conocer; y efectivamente, le batalle los primeros años, después el precio yo lo establecía.

