La silla Mor

Muchos de los diseños de este estudio han nacido de inquietudes personales, no de pedidos de clientes. Son ideas que están latentes, que permanecen en el tintero, y el caso de la silla «Mor» que aquí se muestra no fue la excepción.

El impulso provino de la necesidad de desarrollar una silla que acompañara a algunas de las mesas ya diseñadas, y que siguiera la línea. El desafío fue hacerla íntegramente con madera maciza, usando racionalmente el recurso y por sobre todo que fuera muy cómoda.

El proyecto duró en total un par de semanas y al equipo habitual de diseño se sumó el ebanista y maestro carpintero Edgar Köpcke. Primero se hicieron bocetos a mano alzada, luego vino el prototipeo funcional con ajuste formal para encontrar las líneas rectoras, y finalmente el trabajo guiado de carpintería.

Mas tarde llegaron clientes que se interesaron y así comenzó a producirse. Se fabrica con trabajo simple de carpintería, utilizando maquinaria convencional. Tiene, sí, bastante trabajo de terminación de forma y detalles, que se hace manualmente.

Un delicado equilibrio

La propuesta de hacer una silla de tres patas es delicada por la estabilidad. Pero si la pata «sola» está adelante ese problema se compensa con los pies de la persona sentada.

En definitiva las piernas de quien la utiliza se convierten en la cuarta y quinta pata de esta silla. Lógicamente, esto no sucede en las sillas que tienen la pata «sola» hacia atrás, y que ante un eventual desequilibrio, no hay forma de evitar la caída al piso.

Se planteó entonces una pieza «madre» que forma la pata delantera y el cuello del respaldo. Así, además de obtener una estructura fuerte, se logró un objeto versátil: permite un sentarse mucho mas dinámico que otras sillas. De hecho la posición con el respaldo para adelante (tan típico del policía que se sienta a indagar al acusado) es muy confortable ya que se pueden cerrar las piernas. Esta posición, en general, no es tenida en cuenta por los diseñadores, pero es un hecho que muchos suelen usar la silla así. También tiene la posibilidad de la clásica hamacada hacia atrás sobre las patas traseras; son todos síntomas de usos alternativos y dinámicos que otorgan riqueza al objeto.

Toda la silla está hecha de despuntes de madera de Lenga. Para aumentar la resistencia de curvas críticas se incorporó compensado de 4 capas.

Hasta el momento los clientes y usuarios han destacado la comodidad como un aspecto sobresaliente de la silla «Mor».

Preguntas

¿Por qué una silla de tres patas? ¿Qué ventajas presenta sobre las de cuatro, o cuáles aspectos mejora?

Hay muchas cosas de las actividades creativas que no tienen explicación. Nos daban ganas de probar si era factible y lo confirmamos. Mayores mejoras sobre las sillas de cuatro no tiene, salvo que al llevar las piernas para atrás no hay patas de silla que molesten. Se puede decir que ¡ahorramos 25% de materia en patas!

¿Por qué les gusta a los clientes y/o usuarios?

Porque es muy cómoda.

¿Ese proyecto implicó un aprendizaje importante? ¿Cuál?

Creo que nos hizo entender más claramente que el usuario puede y quiere aprender, que no hay que darle las cosas servidas porque sí. Algo que quizás nos inhibían en la facultad. Es que el diseño, como la literatura, es bueno cuando no todo está dicho, el usuario también tiene que ser partícipe.

¿La madera de Lenga es de la zona? ¿Qué características tiene? ¿Qué significa «despuntes»?

Es una madera local: Nothofagus pumilio. Crece en toda la cordillera andinopatagónica. Es semi-blanda de colores blancos y rosados que con el tiempo, y la acción de la luz, se tornan marrones o pardos. Los despuntes son las piezas cortas que quedan de los fustes más comerciales. Los aserraderos y secaderos venden esta madera sobre todo para la construcción en medidas estándares, y los sobrantes o despuntes son vendidos a menor precio.

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