Planificación y gestión de redes sociales

En los últimos años las redes sociales han revolucionado el mundo del marketing, las relaciones públicas, la publicidad y el diseño gráfico, a punto tal que se han convertido en una herramienta de promoción y comunicación poderosa para las empresas y emprendedores. La información compartida en una red social se mueve en cadena, se distribuye con rapidez desde un entorno amigable, poco invasivo, que brinda la sensación de confianza e intimidad. Cuando no se manejan adecuadamente las cuentas empresariales, esta rapidez puede ser un arma de doble filo, y puede hasta generar grandes pérdidas.

Al analizar varios casos de empresas que solicitaron asesoría en esta área, como consecuencia de registrar resultados negativos, uno de los principales problemas que se encontró en el manejo de redes sociales es la falta de creación de un plan de gestión de las acciones. Lo ideal es que ese plan exista desde el comienzo y permita un manejo adecuado en forma individual y conjunta; un plan que establezca cuáles son las redes propicias para el público objetivo de la empresa y qué acciones llevar adelante en cada una de ellas durante un período de tiempo determinado.

Lo más común es que las empresas creen cuentas empresariales improvisadas, que se realicen publicaciones poco relevantes, con ritmos de publicación inadecuados, en horarios aleatorios, y que la interacción con los usuarios no favorezca la relación. Lo más habitual es que los fans o seguidores no perciban una propuesta de valor. Es muy poco común que se haga un seguimiento y evaluación de las acciones para poder conocer los intereses del público objetivo. Ante la falta de resultados positivos tangibles, en general esas cuentas sociales improvisadas suelen ser  abandonadas y terminen reflejando una mala imagen de empresa.

Crear un plan de gestión de redes sociales organizado y profesional, permite evitar todos los problemas mencionados. Para elaborar un plan, lo primero que debe hacerse es un análisis de las tendencias de uso de los usuarios. Es fundamental conocer las palabras clave empleadas por el público al buscar productos o servicios similares a los que se ofrecen, para poder intentar atraer su atención.

El plan debe determinar las redes sociales adecuadas y debe estructurarlas para que trabajen tanto individualmente como en conjunto bajo un mismo concepto. Así, resulta necesario configurar los perfiles individualmente, hilvanados unos con otros por una gráfica común. Otro aspecto fundamental del plan es establecer un calendario diario de trabajo, que funcione como guía para el manejo de cada red social, que establezca las pautas de contenidos, días y horarios de publicación a lo largo del mes. Por supuesto, se deben establecer pautas claras en relación al tono de la comunicación y la gráfica.

Las redes sociales no son únicamente para promocionar los productos o servicios de la empresa. Son, antes que nada, canales oficiales de comunicación y espacios de intercambio con el público. Su gestión debe concebirse sobre la base de proveer información valiosa y relevante, y constituir espacios para que el público pueda expresar su opinión libremente. De ahí que la interacción con el público debe garantizar respuestas adecuadas.

Finalmente, un plan de gestión de redes sociales debe incluir un capítulo de evaluación, que le sirva para verificar los resultados de cada intevención, de cara a modificar en el mismo plan, sea para descartar acciones que resultaron inconducentes, revisar las prácticas que se realizan o para incorporar o corregir el rumbo.

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