Ares sobre No es un logo, ¡es un escudo! (28027)
Diálogo iniciado por Fabio Ares en el artículo No es un logo, ¡es un escudo!
Comparto plenamente la posición de Yantorno.
Si se me permite me gustaría hacer un aporte desde la historia:
La versión que aparece como de 1923 es en realidad una síntesis aparecida en la contratapa de «Evolución Institucional del Municipio de la CBA», editada por el H. Concejo Deliberante en 1960. Este modelo fue el que tomaron en el Plan Visual de 1971 por adaptarse mejor a las líneas contemporáneas. Lo que data de 1923 es la Ordenanza, y de allí viene la confusión.
Un dato interesante: En ese Plan se sostiene la «inviolabilidad del escudo» ante la convivencia con el ícono propuesto.
Es buena la aclaración, porque el que aparece en el artículo como el escudo de 1971 no se utilizó como tal. Al menos yo no recuerdo que se le haya dado ese uso. Esa síntesis se aplicaba al dorso de las señales de tránsito, que en general no eran ovaladas, sino romboidales, circulares, octogonales, etc.
Fabio aplausos!!!!
Desde mi punto de vista, esta gestión no recupero el escudo, el escudo nunca se dejo de utilizar simplemente quedó destinado al uso meramente institucional, administrativo, etc. Creo que esta gestión continua en la búsqueda de una «Marca - Ciudad» (identidad-pregnancia-legibilidad) con la cual nos identifiquemos, algo no esta funcionando... y el logo o inicio de logo o iniciales BA... qué paso?.Solo funciona con la mascara de imágenes?. Es un tema que merece mas dedicación...
No es solamente este Gobierno de la ciudad. En general los que toman estas decisiones en los Gobiernos Municipales, Provinciales y Nacionales no encuentran gran diferencia entre los símbolos patrios, los identificadores estables, las marcas país, las marcas de gestión y las marcas de campañas de gobierno, etc.
Leyendo las opiniones de muchos diseñadores —no tanto en este sino en otros artículos que tocan el tema—, hay que admitir que la mayoría tampoco encuentra grandes diferencias entre todos esos tipos de identificadores. ¿Quién es el responsable entonces: el Gobierno o el profesional?