¿Es plagio crear ilustraciones con IA con el estilo de un ilustrador?
Diálogo iniciado por Adn Montalvo Estrada en el artículo Más grande que el universo
Que la radio sería aniquilada por la televisión, que los periódicos y revistas morirían por internet, que los ilustradores desaparecerán por las IA Generadoras (¿creadoras?) de imágenes. Me parecen afirmaciones imprecisas. En todo caso, las nuevas tecnologías siempre afectan la hegemonía de lo establecido, hay que saberlo y prepararse.
Registrar el estilo puede ser la mejor forma de acabar con los 'ismos'. Si cada artista primigenio hubiera registrado su estilo, no existiría ni figurativismo, ni cubismo, ni surrealismo, ninguna corriente, ningún periodo de la historia del arte. Châpeau! Existirían tantos estilos como artistas, en todo caso.
Por otra parte no veo diferencia entre lo que hacen las llamadas IAs y lo que hemos hecho todos los estudiantes de arte y diseño del mundo en el proceso de aprendizaje: usar referencias. Dejen que las "inteligencias" aprendan más y veremos que pasa.
El meollo del asunto es éste: imagina que abres una revista y te aparece un artículo con una gran ilustración tuya, o que está hecha por un imitador, pero tú la reconoces como si fuera tuya, el mismo estilo. Debajo del dibujo, en el crédito pone "A.I. art by Midjournay" (arte hecho con Inteligencia Artificial por Midjournay). Esto sucedió tal cual en la revista estadounidense The Atlantic (9 agosto 2022).
No sé tú lo que pensarías si eso te ocurriera a ti. A mí, me indignó.
Lo que yo denuncio en Foroalfa tiene tres puntos claves:
1. Es una defensa de los intereses de los ilustradores y artistas.
2. No doy la culpa a la tecnología (ella es neutra) pero sí clamo contra quienes hacen mal uso de ella en beneficio propio y perjudicando a otros.
3. El estilo no se puede patentar, eso es evidente, pues el estilo es algo multifacético y demasiado complejo.
Pero hay otros métodos para ello, precisamente las tecnologías disponibles lo permiten. Sin problemas. Esto es lo que he estudiado estos días.
4. Cuando digo que habrá que buscar alguna solución me refiero a esa salida.
Saludos cordiales
Sobre la primera conjetura, sí, me ha pasado. Y obviamente no soy el único. Sí, me ha sorprendido, pero no indignado. Sobre todo porque creo que el estilo es solo el resultado de nuestros límites, pero esa es solo mi creencia. Yo creo que me indignaría al ver una obra copiada si siento que lo hizo mejor que yo. Tal vez me pasó alguna vez.
Joan, quiero agradecerte, al ser ilustrador también, esta defensa valerosa. Y aclaro que me gustaría que mi profesión fuese rentable y que tuviese un largo futuro, pero la realidad parece ser otra. En mi opinión, la artesanía humana no puede prosperar en una sociedad hiperproductiva e hiperconsumista; donde es prefieren comprar muebles en IKEA que pagar a un artesano carpintero, y donde otros prefieren una selfie que encargar un retrato al óleo. Todos buscamos la satisfacción inmediata y si no cuesta mucho, pues mejor que mejor. Eso pasa ahora con las IA, que ponen en manos de todos los alfabetizados la posibilidad de crear imágenes. Un solitario autor de blogs o cualquier persona que necesite gráfica de vez en cuando lo agradecerán, pero apenas cuenten con el presupuesto necesario lo pondrán en manos de un especialista.
Y qué pasará cuando alguien descubra que disfruta honestamente creando imágenes con estas herramientas, y que lo hace muy bien, tan bien que le pagan por hacerlo. ¿Será menos legítimo? ¿Menos válido?
Cuando las computadoras nos trajeron programas como Freehand y Photoshop, los diseñadores de entonces ya los consideraron el enemigo y menospreciaban a sus usuarios, o por lo menos los veían con recelo. Tal vez, en las manos correctas, las IAs nos muestren nuevas formas de concebir las imágenes y se conviertan en herramientas valiosas, tal vez no. Hará falta tiempo para averiguarlo.
Gracias por invitarnos a usar la IN (inteligencia natural) y por tu tiempo para responder.
Realmente, la sociedad es muy absorbente. Y lo mismo cabe IKEA como las marcas de lujo y los productos de descuento que compiten por precios. Es decir, tal como lo explico en mi libro "Cara a cara con el diseño", hay un psicoanálisis de los diseñadores donde se muestran los nichos que cada uno ocupa, empezando por el "especialista" en crear tipografías, lettering y fuentes originales, y acabando en el grupo hasta los "polivalentes" y los "globales", los cuales alcanzan más allá del diseño y se convierten en consultores, líderes de proyectos. Por tanto, aquí caben todos.
En cualquier caso, a todos los tipos de profesionales les pagan por su trabajo, con independencia de cuál sea la tecnología que utilicen.
De esto me quejo precisamente: de que los ilustradores y artistas gráficos sean impunemente falsificados y los falsificadores cobren lo que tendría que haber cobrado el verdadero autor.