Diálogo Nº 4186
Diálogo iniciado en el artículo Manzanas podridas
Creo que los diseñadores solemos victimizarnos a través de discursos que nos colocan en el lugar de profesionales abnegados e incomprendidos.
Arrogarnos el monopolio de la verdad y colocar en «los otros» la suma de nuestros males nos aisla del mercado real que no se conmueve ante nuestras rabietas, por justas que pudieran parecer.
Los centros de copiado que ofrecen diseño no son más que una respuesta imperfecta a una necesidad insatisfecha; estos negocios sacan partido de nuestra incapacidad para adaptarnos a las exigencias de la demanda con una alternativa superadora.
Autocrítica ya!