Navarro sobre ¿Las universidades matan la creatividad? (21601)
Diálogo iniciado por Edgar Navarro en el artículo ¿Las universidades matan la creatividad?
Otro aspecto que quiero resaltar del articulo es respecto a la falta de métodos que incentiven la creatividad, en esto no involucro la posibilidad de inculcar la creatividad y si de incentivarla, de activarla, los principios psicologicos en este acto humano son muchos y dificilmente podemos limitarlo totalmente pero cuando un ser se forma bajo las lineaturas y los dogmas su capacidad de ser espontaneo y creativo se reduce, a esto me refiero sobremanera y a las estructuras rigidas que algunas instituciones optan por ofrecer a sus estudiantes, revisen los pensums a ver que encuentran y evaluen.
De acuerdo contigo Edgar, muchas veces nos encontramos con profesores que con métodos educativos rígidos pueden llegar a reducir la capacidad creativa de los estudiantes. Considero importante, mantener una fluidez en el diálogo donde el profesor no se «cierra» a un solo modo de «solución», sino que por el contrario, permite la exploración de modos de hacer y logre en cierta medida enriquecer el proceso de todos. Me gustaría saber, desde tu óptica, ¿cómo consideras que podríamos los estudiantes, de alguna forma «evitar» estos límites cuando es el maestro quién dirige y controla sus enseñanzas?
Existen dos elementos que son importantes verificar: 1.- Si el estudiante está despierto en cuanto a que puede darse cuenta que el docente no le deja evolucionar creativamente debe buscar su propio camino incentivandose a asesorarse dentro y fuera del claustro universitario. 2.- Si el estudiante acepta los parámetros del docente queda bajo su influencia y poco puede hacer hasta no abrir sus ojos tardiamente. El estudiante despierto tiene hoy en día muchas opciones para intervenir en el crecimiento de su proceso creativo, produciendo así sus propios parámetros.
Ciertamente, los estudiantes debemos estar atentos al «grado de limitación» que el docente podría, incluso sin ser su intención, estar exponiéndonos y como mínimo hacerle saber nuestra opinión al respecto. De los que nombras, el elemento menos fácil de efectuar considero que es el segundo, ya que al inscribir determinadas clases se aceptan tácitamente los parámetros del docente, si bien podrían ser «negociables» muchas veces los Programas para desarrollar en el período son aprobados por comités de la universidad, haciendo que los cambios que quieran realizarse en ellos sean menos probables.