Ramirez Franco sobre La imagen del creativo juega en contra (26935)
Diálogo iniciado por Oscar Ramirez Franco en el artículo La imagen del creativo juega en contra
Estoy totalemente de acuerdo contigo, «como te vez te tratan» lo acabo de platicar con mis alumnos en una clase. Sin embargo como tu mismo dices «para ganar hay que entender el juego» En mis primeros años laborales yo me dejé crecer el cabello y entonces tanto clientes como compañeros me veían como «el artista».
Si los clientes querían un «diseño conceptual y único» pedían hablar con «el artista» y entonces me mandaban a mí.
Luego ascendí a la jefatura del departamento y me corté el cabello.
Hay que jugar con las reglas del juego... y ganar.
Oscar, según lo relatas adaptaste tu apariencia al cargo o puesto que ocupabas para «jugar con las reglas del juego... y ganar» pero me atrevo a asegurar que tu forma de pensar no cambio como cambió tu corte de pelo, a lo que voy es que más allá de la forma como te veían o te dabas a conocer a los clientes o colegas, esto no condicionaba tus juicios o conocimientos para dar a conocer y vender tu trabajo. Más importante aún que jugar con las reglas del juego, es fortalecer y defender tu criterio para demostrar realmente lo que sabes y la calidad de tu trabajo, por encima de tu apariencia.
Si el pensamiento no cambia con el cambio de puesto, no hay crecimiento personal.
Mi forma de pensar sí cambió con el puesto, se toman decisiones diferentes con parámetros diferentes, no es lo mismo ejecutar solamente que planear y ejecutar, etc.
En cuanto al manejo de la imagen, utópicamente habando, tienes razón.
Claro, Oscar, totalmente de acuerdo, cambiar no siempre es realizar un trueque de igual a igual, se trata de crecimiento, de evolucionar las ideas para poder ofrecer mejores resultados de acuerdo al requerimiento del trabajo. Esto, también nos hace cambiar la apariencia, más allá de jugar Su juego a Su manera, es vernos y tener la necesidad de equiparar nuestra imagen con un contexto más exigente. A lo cuál respondemos con normas socialmente aceptadas, las cuáles tomamos, adaptamos y sometemos a nuestros gustos y nuestra demanda. Así, seguiremos siendo nosotros con un cascarón evolucionado.
Exactamente, cuando dije que tu pensamiento no hubiese cambiado me refería a que tus juicios o criterios como creativo no cambiaran dependiendo de la situación, sino que apropias lo mejor de cada una para fortalecer tu pensamiento y crecer como bien lo dices. Igual creo que la apariencia sigue pesando al momento de juzgar un trabajo y es precisamente eso lo que desde la academia debemos cambiar para que se valore más el diseño aún con la mínima experiencia.
eh, si entiendo bien, dices que desde la academia debemos cambiar el peso que la imagen tiene sobre la valoración de los trabajos? Si es así, no opino lo mismo. Desde la academia podemos hacer conscientes a los alumnos de la realidad, es decir, de la importancia de la imagen, que incluye la presentación de la información en un libreto, la imagen de un documento de presentación en una conferencia, o la imagen de quien presenta un proyecto de diseño.
De acuerdo, enfatizar en la importancia de la imagen en diferentes sentidos no solo la imagen física del diseñador ya que hoy en día son juzgados (en muchos casos) primero por su apariencia física, por el estilo o la forma de vestir, pero no puede ser éste el factor más determinante en la escogencia o aprobación de una propuesta. Cuando mencionas «la imagen de quien presenta un proyecto» claro, la primera impresión es la que cuenta pero también las apariencias engañan, si bien cada quien es libre de vestir y verse como desea, esto no debería pesar más que sus propuestas y sus ideas.